Era... era un personaje sacado del lugar más recóndito de tus peores pesadillas, una criatura enorme y corpulenta con una gabardina sucia y rota como roída por unas ratas, bañada en sangre que escurría, haciendo alusión a una lluvia sangrienta.
sentí un inmenso terror que recorría cada espacio de mi cuerpo, me paralice y en cuanto giraba esa espeluznante cosa hacia su siguiente víctima me arrodille tan rápido, no, inclusive más rápido que un rayo en plena tormenta,
"me abra visto? , no; es imposible", trate de controlarme para no hiperventilar mientras mi cuerpo inconsciente se acomodaba en posición fetal.
Sentía como mi corazón quería salir huyendo de mi cuerpo, y escuché un profundo y largo silencio, "qué está pasando?" -me pregunte
"porqué no se ha escuchado otro desgarrador grito?, no puede ser, me vio y ahora viene hacía mi".
Nuevamente, con cada gramo de mi valentía intenté ponerme en pie para poder ver por la ventana, la duda corroía mi ser por saber que estaba haciendo ese ser. Cuando en seco mi cuerpo por instinto se volvió contra la puerta con más fuerza que antes por escuchar más cerca los pasos de esa cosa, efectivamente me había visto y se dirigía hacia donde me encontraba, "será aquí realmente mi muerte?"...
Sin una señal de esfuerzo el monstruo comenzó a abrir la puerta donde me encontraba. Completamente indefenso como una roca, inmóvil, como si fuera un venado enfrente de las luces de un automóvil a punto de ser arrollado, me encontraba esperando mi final. Y en ese preciso instante un ruido proveniente de la puerta enfrente de la mía hizo acto de presencia, una persona gritando pidiendo ayuda, "sácame de aquí rápido" le reclamo esa mujer...
"qué esperaba?, que lo ayudara justo la criatura que había estado asesinando a las demás personas?", pero gracias a ella, la criatura fue tras el, sentí tal alivio aunque fuera momentáneo que a raíz de todos esos sentimientos acumulados a punto de hacer erupción como si de un volcán se tratara, perdí el conocimiento.
Al despertar ya no me encontraba en ese espantoso lugar. "Qué está pasando, dónde estoy?" agitado y volteando la mirada hacia toda dirección posible pude observar que me encontraba en lo que parecía ser una cama de hospital. No podía creer lo que estaba sucediendo, "todo abra sido un sueño... no cualquiera podría distinguir entre un sueño y esa horrible experiencia", intenté buscar la lógica, pero por más que pensaba no había respuesta alguna, pregunté a las enfermeras que como es que había llegado a este lugar, y ellas no quisieron responder nada solamente mandaron llamar a un doctor quien me dijo vas a estar bien y acto seguido me administro algo y quedé profundamente dormido.
Al despertar nuevamente me encontraba en la misma cama pero esta vez era de noche y no había ni una sola alma a mi alrededor solamente me acompañaba un armonioso grillo en la penumbra, cuando sin previo aviso entro a mi habitación una niña y con su cara llena de terror me pidió que no lo dejara que se la llevarán, aterrorizada se escondió rápidamente de bajo de mi cama, no sabía que estaba pasando pero no me podía mover, intenté levantarme pero no pude conseguirlo y al preguntarle a la niña que quien se la quería llevar me respondió "la persona mala" justamente en ese momento entro una mujer con un cabello largo y negro, tan largo que ocultaba su rostro, era de una complexión exageradamente delgada por no decir que en los huesos, no sabía si se trataba de otra paciente pero al preguntarle qué quería no respondió e incluso me ignoro empezó a buscar por cada rincón de la habitación y comprendí que era la persona que estaba buscando a la niña.
Le pregunté nuevamente con un tono más desafiante "qué estás buscando?", a lo que me respondió entre una sonrisa siniestra, que la luna llena atravez de la ventana no hizo más que resaltar, respondió "a la niña que escondes debajo de tu cama". Se abalanzó hacia el escondite de la niña y yo sin poder mover ni un solo dedo no pude más que observar como forcejeaba con ella, y la niña gritando por ayuda se quedó sin aire hasta que un silencio como cuando se apaga una vela, la niña fue privada de su vida, no podía creer lo que estaba sucediendo y mucho menos que nadie viniera a su rescate, cerré mis ojos tan fuerte deseando no estar en ese lugar, que no estubiera pasando lo que presencié y al abrir mis ojos ya no me encontraba ahí...