Dulces sentimientos de amargos colores. La adolescencia. La etapa más bipolar de nuestras vidas.
Sentimientos estelares yacen en nuestros seres cada vez que escuchamos esa palabra. Nadie sabe bien cómo interpretar esa etapa. Nadie tiene claro nada. Y todos lo tenemos claro todo.
Como he dicho, es una etapa bipolar. Un día tienes ganas de vivir y al otro ya no.
Son, sentimientos esporádicos que nadie nunca podrá aclarar. Y quién diga que todo claro lo tiene, miente.
Mi adolescencia, sabor agridulce. Miedo constante, alegría en momentos, oscuridad infinita, esperanzas perdidas.
Yace en mi interior vanidad anudada en míseros recuerdos que nunca he querido recordarlos. Y aunque ésta etapa la tengamos que pasar todos, yo ya quiero que termine.
[Quien esté leyendo ésto pensara que soy una dramática o muy débil por quejarme de esto, ya que todo el mundo sufre en estos momentos de la vida. Pues sí, igual soy una débil de mierda, pero quiero que pase ya. No digo que toda mi adolescencia sea una completa depresión constante, claro que he tenido momentos de risas y alegría, pero no pueden evadirme de la realidad de cada día.]
Algunas veces no siento nada y otras al contrario, siento tantas emociones, tantas cosas que me pierdo en ellas...
Siempre estoy pensando en qué me deparará el futuro, en quién puedo confiar, en qué me puedo basar para saber si todo eso es real...
Mi vida, mis días, son un constante sondeo a mi misma. No sabiendo las respuestas, pero siempre teniendo nuevas preguntas.
Y más, y más, y más preguntas anidan cada día en mi mente, colapsando mi ser al instante. Bloqueando mi camino, no dejándome avanzar. Reteniendo mi cuerpo y mi mente al mismo tiempo, sin saber el porqué.
Mirando, todo a mi alrededor. Y no entiendo nada. Intentado encontrar el sentido a algo; a lo que sea, pero no pudiendo ni buscarlo.
Caminando al compás de mi voz, aunque ésta sorda sea para mis oídos.
Intentando aclarar mi mente, pero no pudiendo aclarar lo que veo.
Sabiendo, no saber nada.
E interpretando un papel cada día, para hacer feliz a la gente que me rodea.
Y cada día sigo sabiendo, no saber nada...