No es que le pida mucho a la vida, simplemente desearía que lo que me rodeará sea real y no solo un sueño inalcanzable. No es que me sienta presa dentro de mis pensamientos, sino ausente en mi propio cuerpo, tardaría tiempo en comprender que las pequeñas cosas que me rodean, son vagas y que esas no son las que a mi lado se quedarán. Pero debo de enfocarme en cosas más grandes, mis pensamiento son los que se han detenido en un paradigma sin progreso.
A lo mejor tengo que escapar de este círculo en el que me encuentro por casualidad, no son mis sueños los que me mantienen distante, es mi mente que no me deja avanzar. A lo mejor tengo temor de emprender nuevos pasos, quizás me esté cohibiendo de experimentar cosas nuevas, o a lo mejor estoy paralizada por algún pensamiento vago; o solo tal vez, no quiera entender que lo que me rodea es lo que necesito para desarrollarme y hacerme más fuerte, marcar mi historia en la eternidad debería de ser mi sueño, y mis pensamientos la manera de lograrlo y llevarlo a cabalidad.
Debo forjar un horizonte claro, más claro que las nubes del cielo porque ese es mi destino, alcanzar el cielo a través de mis sueños. Aún en la distancia pienso que esto solo es transitorio y pasajero; no me aferro a quedarme así, puesto que no es mi destino, solo son jugadas de mi mente que empiezan a tornarse rutinarias. Debo detenerlas antes de que quieran apoderarse de mis acciones, de mi carácter y de todos mis pensares. Empezar no será difícil, lo difícil será mantenerme firme y no dejarme flaquear. Sé que es largo el camino, pero no pienso quedarme a mitad. Aunque me tarde y la espera de mi regreso sea larga, les aseguro que volveré como el viento impetuoso y la lluvia más recia en una tormenta inesperada.
Pensando como retornar, y las ideas que llegan a mi mente no parecen ser factibles para implementarlas, creo que es porque pienso en como los demás desearían que regresara a sus vidas. Pero no debería de estar pensando cosas sin sentido, porque a quien en verdad le debe de importar la forma de su llegada es a quién va a llegar, no a quienes ya están. Me imagino una llegada ferviente llena de emociones, pero al mismo tiempo pienso que las desilusiones serán parte de ese regreso, y no es por las personas que esperan mi llegada, sino por aquellas que pensaron que nunca volvería a mi lugar de origen. En este punto veo mi distancia como algo que debía de hacer para desintoxicarme del ambiente que me rodeaba, no era sano y ya no me sentía parte de ese lugar. Entonces preferí retirarme para recuperarme y volver con más brío del que ya poseía, porque si me quedaba lo perdería todo.
La cuestión estaba en que lo que me rodeaba en aquel entonces no me iba a ser positivo para mi desarrollo, tenía que deshacerme de muchas de las cosas que empezaban a posicionarse en mis pensamientos y que no le permitirían en el trayecto a mi cuerpo accionar de la manera correcta. No permitiría que muchas de esas cosas negativas de aquel lugar se hicieran participes en mi vida, lo mejor era erradicarlo de una vez y por todas; a pesar de establecer una gran distancia entre lo que quería y lo que me convenía, era lo mejor para mi propio destino que desde ese momento empecé a forjar.
De repente montones de ideas saltaron a mi mente y entre ellas había una que contemplaba como una posible esperanza hacia mi destino. Eran muchos los acontecimientos que había tomado como referencia, pero no me había dado cuenta que estaba olvidando un detalle muy importante, aún seguía atrapada en mi memoria, sin recordar porque había estado tan distante tanto tiempo. Busque en cada uno de los cajones de mis recuerdos y pensaba en donde lo había escondido. Era hora de sacarlo a la luz y dejarlo relucir, de todos modos tarde o temprano debía de dar ese paso. Lo que me preocupaba era que mi tiempo se agotaba y que esperaban mi regreso, y aun no había puesto cada una de las piezas en su lugar, las que pronto formarían el anhelado rompecabezas. Luego recordé que todo este tiempo estuve reprimiendo cada uno de mis pensamientos y que eso era lo que mantenía mi cuerpo inerte. Tuve que despertar para abrir los ojos y ver que el lugar del que estaba tratando de escapar, ya era parte de mi realidad. No tuve otro remedio que convertirme en zombie y tratar de pasar por desapercibida ante tan cruda realidad.
Editado: 11.05.2018