10.- La palabra sagrada

Si quieres saber mi opinión real, lo que en verdad siento de todo esto, entonces te la diré. Aunque quizá no le guste ni a ti ni a nadie. Yo nunca quise una revolución, yo nunca quise salir y luchar por las demás. Vivía en mi propio mundo, era egoísta, miserable y algo siniestra. Pero cuando escuché su voz, ya no me quedó otra que seguir el rumbo que él había trazado. Siguiendo el camino que él escogió me di cuenta que estaba siendo muy estúpida. No hay nada de malo en eso, ¿lo sabes? Admitir que fuiste idiota, insensata, bastante imbécil. Cuando me di cuenta era una escogida para llevar a cabo lo que él quería. Y si el Dán quería liberar a las brujas, entonces lo haría. Aunque no quisiera, aunque me diera miedo, aunque me insultaran e intentaran matarme muchas veces.

No quedan muchas alternativas cuando el Dán habla, no podemos detenernos a pensar, ¿por qué yo? No soy nadie, solo una chica, no soy digna. No podemos perder el tiempo en asimilarlo, solo hacer. Y no eres solo tú, ¿sabes eso? Están tus compañeras de Dán, y están los danaes. De alguna forma ellos son quienes me dan más tristeza en todo esto. Son escogidos, sí. Pero escogidos para ayudarnos, su propósito sagrado y su vida pasa a girar en torno a nuestra misión.

Tú, mi adorado Arion, eres mi danae. Lo supe desde que te conocí, desde que miré a tus ojos y escuché su voz diciéndome "Mira, es él. Él te ayudará, él te hará sentir. Y gracias a su amor podrás sacar fuerzas para seguir con tu misión". ¿Te das cuenta lo raro que es eso? Tienes más años de vida y experiencia que yo, eres grande, eres perfecto. Y sin embargo yo, alguien descendiente de hechiceros oscuros, soy la escogida del Dán para cumplir su objetivo. Tú eres más que yo, pero solo mi nombre será legendario. Cuando el Dán habla no podemos oponernos...

Del libro "Aliena, una historia real"

Dalia de Castasur

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No lograba concentrarse en la clase. Al principio intentó poner atención para distraerse, pero al final su mente se desvió en aquello que no salía de su cabeza. Intentó encontrar el significado de esas palabras, pero no tenía idea por dónde empezar. Buscó libros sobre los espíritus que no fueron expulsados de Xanardul, porque estaba segura que aquello que escuchó no era una alucinación y que tenía que ser un espíritu el que le habló. Lo más cercano que había era el espíritu del lago del bosque, pero nada más, y sería muy raro que ella saliera del lago solo para hablarle. La era de los espíritus había pasado hace mucho, y los que quedaban preferían no actuar ni intervenir en la vida humana. Excepto por uno.

Escuchar aquella voz era, de lejos, lo más raro que le había pasado jamás. No solo era una simple voz, era lo que había dejado en ella. Como si de alguna forma la hubiera marcado, como si ese mensaje se hubiera quedado grabado en su cabeza para siempre. Aurea estaba segura que tenía que encontrar la respuesta pronto o iba a volverse loca. No podía seguir con la duda, sea lo que sea, llegaría al fondo.

—Cardini, ¿qué tienes que decir al respecto? ¿Cardini?— La maestra Margaret habló y ella al fin despertó al mundo real. Rayos, estaba en plena clase de encantamientos y apenas estaba prestando atención.

—¿De qué? —se escucharon algunas risitas. Margaret la miró severa, todos sabían que ella odiaba las distracciones. Tuvo que concentrarse, era una clase importante y pronto sería la prueba mensual.

—Diferencia entre encantamiento de animación y encantamiento funcional —le dijo la maestra.

—Ahhh... bien, eso si lo sé. El de animación fue creado como reemplazo de la animación Asarlaí, su objetivo es animar los objetos por un corto tiempo para que cumplan ciertas misiones, no hay conciencia en eso. El encantamiento funcional es permanente y le da a un objeto una función predeterminada, no se estropea y cumple con su función hasta que el objeto es destruido.

—Ponlo en un ejemplo —continuó la maestra.

—Cartas con encantamientos animados para llevar mensajes importantes y que solo se abran ante la persona indicada para luego autodestruirse. Y del otro lado está una tetera encantada que sirve el té por sí misma, es encantamiento funcional. Eso, básicamente.

—Eso es lo superficial. ¿Diferencia de palabra?

—Encantamiento de animación usa la lengua antigua y magia de sangre. Encantamiento funcional puede usar el lenguaje moderno, pero debe emplearse energía interna.

—Bien, suficiente. No quiero volver a verte distraída en mi clase, ¿entendido? Mañana entraremos al fin la introducción a encantamientos de animación, el último nivel para alumnas de grado nueve. En sus carpetas encontrarán la lista de instrumentos que deben traer para la clase, revísenlo con cuidado.— Aurea cogió la lista, le iba a salir al menos cincuenta soles de oro. Torció los labios, lo irónico de todo era que ella no necesitaba aprender nada de encantamientos temporales de animación. Ella podía hacer animación con solo desearlo, dar conciencia y vida a cualquier cosa. Pero bueno, esa clase le serviría para aprender a disimular sus poderes.

—¿Qué pasó, Aurea? ¿Estás enamorada? —preguntó una de las chicas burlándose de ella—. He escuchado rumores, ¿es cierto que le bajaste el novio a Eleanor?

—Eh... si, más o menos —dijo restándole importancia, otras más rieron. La clase ya había terminado, pero no podían salir hasta que suene el timbre de aviso.