Mente zombie

Cariño a su manera

Pov.Judith

Estaba en el grupo de Edson, llegamos al quinto piso antes que Ley y los demás, apenas abrimos la puerta Ximena se lanzó contra mí, ella es mucho más robusta que yo y me inmoviliza casi de inmediato impidiéndome sacar mi cuchillo o mi pistola; por lo que ocupo mi último recurso: le propino un codazo  que solo la desconcierta un poco.

Aprovecho eso para morderle el brazo haciendo que afloje un poco su agarre por lo que con todas mis fuerzas la empujo con los pies dándole una patada en el  abdomen.  Cuando quiere contratacar la intento volver a empujar, como dijo Jake una vez que estábamos entrenando en pelea "El truco es no dejar que el enemigo se levante y contraataque" Pero en eso Abril me agarra por el cuello cortándome la respiración, le doy un codazo en el pecho haciendo que retroceda por el dolor. Me enfoco en Ximena que se está levantando y corre hasta doblar una esquina intento alcanzarla o al menos no perderla de vista. Hay que  evitar que escape, lo más "fácil" sería capturarla para amenazar a su equipo tomándola como rehén. Al igual que ella  doblo la esquina y la encuentro de pie esperándome, lo que me sorprende es que tiene a Puchino con una navaja apuntándole al cuello (Puchino es un chico que molestamos en la escuela, un gran amigo, pero la verdad su nombre real era Daniel ¡Y ni siquiera sé por qué le decíamos Puchino!)

-Un paso más y le corto el cuello- me dice amenazante Ximena,  intento seguir avanzando sin que ella lo note -¡Te dije que no te movieras! Vuelves hacerlo y este ¿Cómo le decían? "Puchino"- como si no lo supiera-  Pues tu estimado amigo... estará muerto por tú culpa-

Después de sus amenazas (que me parecieron muy forzadas más presas del miedo que por intentar defenderse) rápidamente saco la pistola que tenía sujeta en la cadera y  disparo, no supe a donde apunté pero no quería hacerle  daño, ella estrella a Puchino contra el suelo dejándolo inconsciente, los golpes y gritos aumentan en cantidad, parece que ya hay más de nosotros aquí.

Pensaba irme nada más, pero... no soy tan cruel, así que lo metí en un armario que estaba cerca para que no se lo comieran los zombies si es que alcanzan el quinto piso del edificio, me lo agradecería después. Al cerrar la puerta del armario con Puchino dentro busco con la vista a Ximena, no está por ningún lado. Seguí caminando, preguntándome por donde escapó, porque sabía que no podría estar lejos, y no iba a dejarla escapar.

No bajé el ritmo, y seguí con paso rápido hasta que me topé con una puerta que parecía una salida de emergencia, aunque la verdad ¡No sé! Entré y bajé por unas escaleras de metal y cuando llegué al patio del lugar distinguí a  Quetzaly, una compañera de clase,  que pasó al lado mío sin haberse dado cuenta todavía de mi presencia ,  inmediatamente la tiré y le hice una llave (O al menos esa fue mi intención, no sé si retorcerle los brazos se pueda llamar así) Ximena se estaba escapando y yo estaba dispuesta a eliminar a Quetzaly, así que le apunto con la pistola y cierro los antes de disparar.

-¡Espera!- Me grita ella evidentemente desesperada pero sin forcejear, yo realmente no tengo tiempo pero no soy de mal corazón como para ignorarla vilmente y matarla así como así, por lo que la observo esperando a que hable

-No me mates, en mi mochila hay un folder amarillo (Con los cuales obviamente ustedes tienen experiencia) tómalo a cambio de que me dejes vivir- Yo asiento pero antes de soltarla agrego rápidamente

-Está bien, pero tienes que darme 40% de energía- ella extiende el antebrazo y yo respondo el gesto, agarro el folder amarillo y lo meto en mi mochila, Quetzaly desaparece en unos instantes pero antes me dice

-No vayas tras Ximena, siendo sinceras sabes que no le podrás ganar ni de chiste, además Luis, Peter, Selina y Adriana están protegiéndola. Esto solo lo hago porque no creo que debamos de ser unos salvajes como esperan que seamos.-

Quiero regresar al interior del edificio para ayudar a los que sigan adentro pero admito que no sé si pueda luchar contra tantos muertos. Y si no me equivoco, cada vez aumenta la cantidad de zombies, pronto me tendrán rodeada si me quedo aquí. Corro hacia los árboles sin mirar atrás solo para hacer distancia y perderlos de vista, cuando considero que estoy suficientemente lejos me intento ubicar y así llegar al punto de reunión con Lizy; cómo íbamos en grupo el jefe de este (Edson, en mi caso) tenía el mapa para reunirnos con ella pero ahora simplemente no sé a dónde dirigirme todo me parece exactamente lo mismo: Árboles y arbustos, todo verde alrededor mío. Camino un poco más pensando en si deberé de pasar la noche en un árbol o mejor sigo buscando a mi equipo.

Una presencia provoca que cierre los puños y se me seque la garganta.

-Vaya vaya, lo que uno se encuentra en el bosque-

Volteo bruscamente para contemplar a unos metros de mí a Bleid, mi exnovio. Un chico alto (Bueno, no tanto, pero comparado a mí es un poco más alto…como cualquier persona que compara su altura conmigo) Cabello lacio negro, ojos cafés, aunque no sé por qué estuve saliendo con él. Estaba vestido con una camiseta azul, pantalón de mezclilla y una chaqueta también de mezclilla (Nunca me gustó su manera de vestir, parece que siempre se ponía lo que veía en la tele) además unos tenis de futbol, típico de él, lo único que le importa en la vida.

Me sorprende verlo aquí, y más que siga vivo ya que no sabe hacer nada. No lo odio, pero todo lo que digo es verdad, y Ley, Chucho, Gustavo y Puchino lo pueden asegurar,  todo lo sé porque estuvimos juntos bastante tiempo, pero hace 8 meses que rompimos. Y yo no había vuelto a hablar con él



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En el texto hay: zombies, misterio y amor, juveniladulto

Editado: 17.08.2020

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