Sinopis
Que la historia la escriben los vencedores es tan cierto como que en el alma de las leyendas anidan aspectos reales y fantásticos.
Es así que cuenta una antigua leyenda vasca que, al menos una vez, los vizcaínos hicieron frente al poder del monarca asturiano infligiéndole una gran derrota, pero ninguno de los escasos cronistas del reino astur-leonés, dejó constancia de tal acontecimiento por escrito para la posteridad.
Francisco Panera se ha inspirado en la llamada leyenda de Jaun Zuria, El señor Blanco, y la mítica batalla de Padura (que, según se cuenta, fue el germen del futuro Señorío de Bizkaia) para dar forma novelada a un acontecimiento arraigado en el imaginario popular vasco.
El autor recurre a la leyenda para recrear una narración casi coral, en la que numerosos y variados personajes conforman varias tramas condenadas a converger. Desde la corte asturiana a la de una incipiente Escocia, desde los desvaríos asesinos de un siniestro bandido a la obstinación de una mujer por hacer valer su linaje por encima de todo. Desde la tormentosa relación de dos muchachas en un extraño triángulo amoroso a la obstinación de unos hombres y mujeres por mantenerse fieles a sus cultos ahora llamados paganos. Desde los juegos políticos de un joven caballero a la obstinación de un fraile por liberar la tierra de paganos y salvar sus impías almas...
Y de fondo, como si fuese la música que acompañará la lectura del relato, la mentira y el peso de la culpa para sostenerla, pues la mentira, como dice un personaje en la novela, es tan necesaria para la vida como la verdad, fraguándose con ella un mortero que mantendrá cohesionado el mundo. Aunque, a pesar de ello, siempre queda un rastro, similar a los restos de una hoguera ya apagada, un rastro imposible de borrar, porque no cabe duda de que Mentir, es encender fuego.