Capítulo 5
Los soldados de la perdición
Los soldados de la perdición eran demonios que desde su creación, en el principio de los tiempos por Erwan (demonio contraparte del dios Rowan) habían vivido en cuevas y depresiones profundas de la Tierra. Sólo salían para ocasionar desastre y muerte.
Por cuestiones de poder y de pactos oscuros, estos demonios conquistaron una parte de la geografía terrestre gracias a Jarlath. La regla era que se quedaran en su región y no se expandieran.
El mago negro había entonces cedido tierras con previa autorización del rey y en desconocimiento de la raza humana, por favores que serían cobrados prontamente.
Lo que Cronan ignoraba es que estos demonios no respetarían el pacto de sitio porque deseaban algo mejor que sólo Jarlath podía darles a través del cristal negro: dominar a la raza humana y apoderarse de la Tierra estableciendo así un segundo infierno, con el mago reinando junto al mismísimo demonio. A Cronan se le iría de las manos su vida y su poder por un impulso que no había podido dominar en su juventud.
Pero, para que todo funcionara, alguien debía morir antes de saber la verdad. Alguien que, si encontraba el Cristal perdido de Rowan, lo activaría y desterraría a los Soldados de la perdición de la Tierra para siempre invocando con el cristal a los seres blancos de Faelen. Esta persona debía morir en dos días y el responsable de matarla era la mano derecha del mismísimo demonio. Eoghan.
Editado: 16.09.2020