Capítulo 10
La toma
Todo pasó muy rápido. Soldados a la orden de Jarlath entraron por sorpresa a las habitaciones de Cronan y lo arrancaron de su lecho. Lo arrastraron a las mazmorras junto con el cuerpo debilitado de Mebh.
Cronan a los gritos maldijo a Jarlath y llamó desesperado a Aoife. Pensó que de un momento a otro la traerían junto a él, pero grande fue su sorpresa cuando ella se apareció y tomó del hombro al mago que se volteaba para besarla.
Cronan: (embargado por la ira) ¡Aoife! ¡ Jarlath! ¿Qué demonios significa esto?
Jarlath: Significa viejo idiota que ya no nos sirves. Ni tú, ni la hija bastarda de ya sabes quién.
Cronan: Suéltame inmediatamente. ¡Guardias! ¡Guardias!
Jarlath: Grita todo lo que quieras. Nadie vendrá en tu ayuda.
Cronan: (a Aoife) Y tú. ¿Cómo pudiste?
Aoife: (con odio hacia su padre) ¿Tú cómo pudiste padre? Mentirme así durante toda mi vida. Ya no me importa lo que te pase.
Dicho esto Aoife se dio vuelta y comenzó a caminar fuera de las celdas, mientras Cronan la maldecía a los cuatro vientos.
Jarlath: Cuando llegue el momento morirás. (Mirando a Mebh) Te sugiero que mantengas viva a tu bastarda si no quieres morir antes de tiempo.
Cronan tomó en sus brazos a Mebh que estaba despierta y poco a poco recuperándose de sus heridas.
Mebh: (llorando) ¿Cómo pudiste ser capaz de tanto? ¿Cómo?
Cronan había sido despiadado en el pasado, pero esta vez una lágrima, luego de décadas y décadas se desprendió de su rostro.
Mientras esto ocurría el castillo era tomado por las fuerzas rebeldes y Aoife se preparaba para la proclama al pueblo.
Editado: 16.09.2020