Mentiras y Traición

Capítulo 53

Capítulo 53
 
Confesión de un sentimiento
 
Declan estaba sentado frente al fuego cuando sintió los pasos de la princesa a sus espaldas, sin embargo no volteó. Sirsha se sentó a su lado frente a la llama y permaneció callada. El silencio duró un tiempo. Él habló primero.
Declan: ¿Has hablado con Oonagh?
Sirsha: Sí. Ya me ha contado la historia del cristal y cómo vencer.
Declan: ¿Y qué haces aquí?
Sirsha: ¿Acaso no puedo venir a hablar contigo?
Declan: ¿De qué quieres hablar? Si es de la batalla no te preocupes. La idea es que nos acerquemos al castillo. Los hombres del pueblo estarán en las inmediaciones y a una orden coordinada empezará el ataque. Todos los reyes de las comarcas vecinas y remotas han apostado a sus guerreros. Desean que termine esta maldad que no ha dado tregua a nada. Deberás ver cómo fraternizar cuando seas reina. Tú
estarás secundada por Donovan hasta que llegue el momento de usar el cristal. Estarás protegida.
Sirsha: ¿Y tú?
Declan: (arrojando una piedrita a la llama que ardía) Yo estaré al frente mientras tú activas el cristal y abres la puerta a los ángeles Cilliánicos si llegase el caso de que Jarlath abriera el portal del infierno.
La muchacha no sabía cómo decir ciertas cosas. Casi se dio por vencida cuando recordó las enseñanzas que le había impartido Aodhan con respecto a la Calcinomancia y le hizo una pregunta al fuego. Consultó por el amor del capitán. La llama fue firme, terminada en punta y muy luminosa. Sirsha sonrió.
Declan: ¿De qué te ríes?
Sirsha: De nada.
Declan: (Fastidioso) Tú nunca sonríes por nada.
Sirsha: No me conoces tan bien. ¿Qué te sucede?
Declan: Me gustaría que te fueras. Mañana partiremos para el reino y necesitas estar descansada.
Sirsha: ¿Me estás echando?
Declan: Me alegra que lo notes.
Sirsha: Hasta que no me digas por qué estás así, no me iré.
Declan: No tengo por qué decirte todo.
Sirsha: (acomodándose más) Correcto. Tengo toda la noche.
Declan: (incorporándose y tomándola del brazo) ¡Vete de una vez!
Sirsha: (soltándose) No. Estoy harta de tus silencios.
Declan: No he sido tan silencioso. Te he contado de mi pasado y de mis sueños. Que seas mi reina no te da derecho a saber todo.
Otra mujer se hubiera ofendido y retirado, pero el desdén de Declan pasaba por otro lado.
Sirsha tomó la mano de Declan que la sostenía del brazo y la colocó sobre su mejilla.
Declan: (respirando entrecortadamente) ¿Qué haces?
Sirsha: Sintiendo si he sido una obligación en tu vida.
Declan: No te entiendo.
Sirsha: ¿Por qué volviste tan temprano las dos noches anteriores a nuestro escape del castillo?
Ella le hizo recordar a Declan la noche que no había podido consumar sus deseos con las mujeres del pueblo.
Declan: ¿Acaso me estabas controlando?
Sirsha: Siempre has estado con las mujeres del pueblo luego de una guerra o de días fuera vigilando las fronteras. Siempre ibas a buscar a las meretrices del lugar al llegar de tus obligaciones y llegabas tarde. ¿Por qué volviste temprano esa noche?
Declan: (retirando su mano de la cara de Sirsha) Déjame en paz. Vete antes de que deje de comportarme como un caballero y…
Sirsha: Tú no eres como tu padre. No te asomas ni siquiera a su sombra. Nunca me golpearías.
Declan se acercó a ella tan cerca como le permitía el protocolo.
Declan: ¿Qué quieres que te responda? Simplemente no tuve ganas esa noche. Me
haces sentir un enigma a resolver.
Sirsha: ¿Tenías a otra persona en tus pensamientos?
Declan: Te repito que te vayas.
Sirsha: Dime si amas a alguien. Como tu reina puedo protegerla para que estés con ella si nos salvamos.
Declan: Ella puede defenderse muy bien sola.
Sirsha: (acercándose más a él) Entonces hay alguien.
Declan: No juegues con fuego. No soy tu títere.
Sirsha: ¿Acaso piensas que me estoy divirtiendo contigo? (Volteando para retirarse) Si crees eso me pones en el mismo lugar que Aoife. Una maldita que juega con el corazón de los demás.
Sirsha comenzó a caminar hacia el reino de Oonagh cuando Declan se arrepintió de sus palabras pidiéndole disculpas. Cuando la tomó nuevamente del brazo para hablarle vio que ella lloraba.
Declan: Lo lamento. No deseo que llores.
Sirsha: ¿Quién es?
Declan: (con la voz entrecortada) Alguien del que no soy merecedor.
Sirsha: ¡Tu corazón es tan noble! Eres un maravilloso ser humano. ¿Qué te impide estar a su lado?
Declan: La sangre.
Sirsha: La sangre es una convención. Han pasado muchas atrocidades en nombre de la sangre. ¿Quién a nuestro alrededor ha sido feliz?
Declan apoyó su frente contra la de Sirsha:
Declan: No ahondes en mis sentimientos Sirsha. Estás jugando con fuego.
Sirsha: (abrazándolo) Sólo sé que tengo terror de perderte en la batalla porque te amo.
Declan: Soy el único hombre que conociste. Siempre te he salvado. Crees que me amas.
Sirsha: (Tomando la mano de Declan y apoyándola en su corazón) ¿Y por qué late así? De la misma forma podría decir que tú has estado a mi lado por tanto tiempo que estás confundido. Conociste miles de mujeres. A centenares... ¿Qué te faltó la noche que te volviste sin consumar tus pasiones?
Declan estaba a punto de flaquear frente a esa mujer que se entregaba sin decírselo explícitamente,  oliendo a piel fresca y rosas.
Declan: No podemos estar juntos. Eres mi reina y cuando todo termine te deberás a tu reino. Tu padre te buscará un esposo con quién llevarlo adelante.
Sirsha: No quiero pensar en nada de eso. Sólo sé que lo único que deseo es estar contigo. Que esta noche sea eterna.
Ambos se abrazaron fuerte.
Declan: (tratando de controlarse) ¡No quiero que te desvanezcas! ¿Cómo puedo hacer para llevarte lejos y borrar todo esto?
Sirsha: No sé qué va a pasar mañana, pero esta noche sólo quiero estar con el hombre que amo.
Declan: (a punto de flaquear) Sirsha no me provoques.
Sirsha: Déjame encontrarte por favor.
Ella fue la que se animó a besarlo primero. Él trató de mantener la distancia, pero un sentimiento que no había tenido nunca en su cuerpo lo invadió. A diferencia de sus encuentros con las meretrices del pueblo, esta vez se sentía lleno, completo. Ese beso era el primero que lo saciaba emocionalmente. Y fue así que tomándola en sus brazos la llevó cerca del río.
Declan: ¿Estás segura de lo que quieres hacer?
Sirsha: Si he de morir o he de vivir quiero que sea luego de haberme sentido amada por ti.



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En el texto hay: acción escape amor, traicion, intriga

Editado: 16.09.2020

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