—Lindo no?, un hermoso lugar lleno de maldad. Ten mucho cuidado te lo digo muy enserio.
Primer día y te dicen eso, da mucho ánimo estudiar aquí. La Universidad Golden muy moderna y muy grande, un campus enorme con filas de edificios de apartamentos.
—Ya te acostumbraras a esta enorme Universidad—añadió Marea, la chica que me dio la advertencia—por suerte quedaste conmigo y no con alguien peor.
Pestañee.
—Ah, como peor? A que te refieres?
—Ya te darás cuenta de que habló.
Marea es mi compañera de apartamento y se había ofrecido a darme un tour apenas abrí la puerta. Se veía como una muy buena persona, desde que salimos del edificio no paraba de darme consejos sobre como no fracasar en asuntos sociales, cosa que al parecer es muy importante en esta universidad.
—Cual era tu nombre? —me pregunto
—Zarah.........Zarah Scott.
—Tu familia es importante en algún lugar—pregunto algo curiosa—porque normalmente los círculos sociales ya vienen armados, y si no conoces a nadie, decir algo sobre tu familia ayuda mucho.
Bueno mi familia no es importante en ninguna parte.
—No, no tengo nada que decir sobre ellos—aclare con simpleza.
—Bueno, siempre es más fácil así.
Mientras caminabamos no había visto ni una cara fea u desagradable, a nadie mal vestido y mucho menos ningún auto viejo.
Solo chicas y chicos sin granitos, sin preocupaciones, sin miserias, sin defectos físicos, como engendrados por dioses y angeles calenturientos.
Creo que Marea es la única que lucia sencilla y amable con su chaleco de lana, jeans, zapatillas planas y cabello negro recogido en una coleta alta.
—Como sea, sigue los consejos que te di, podrás sobrevivir aquí—siguió ella.
—Por si acaso, ¿Que es lo peor que me puede pasar aquí? —indague.
—Bueno, varias cosas, pero no tengas miedo porque uno se la pasa bien aquí, a pesar de todo siempre y cuando..............
Deje de escucharla porque de repente capte algo por encima de su hombro.
Al otro lado de la calle, en la cima de uno de los edificios, estaba para un chico. Habría sido cualquier persona parada en el techo de no ser por el punto más importante: las puntas de sus zapatos sobresalían peligrosamente e intencionalmente del borde, sin temor, sin medir riesgos.
—Mira! Ese chico se va a suicidar! —le solté a Marea, señalandolo.
—Que? Quien? —ella se giró a ver de que demonios hablaba.
Empece a caminar lo más rápido que pude, llegue a la acera no di ni un paso más.
Me quedé paralizada, justo en ese instante, la puerta del edificio se abrió de golpe. De allí salió un chico en jeans, zapatillas deportivas y torso desnudo.
Tenía un caminillo de tatuajes y algo enojado, su rostro muy varonil y con un aire salvaje y algo enojado. Su cabello es azabache, lacio y brillante, expuesto en un corte moderno.
El avanzó hasta la mitad de la entrada, luego se giró y miro hacia arriba, desde allí le grito al chico parado con una voz perfecta para dar órdenes:
—Max! ¡¿Vas a venir a ayudar o te tengo que bajar a golpes?!—no dio respuesta, todo lo contrario, paso a sentarse sobre el borde—¡bien! —volvió a gritar el que estaba abajo—¡te voy a lanzar de esa mierda y no tengo intenciones de hacerlo parecer un accidente!.
Dicho eso regreso a paso enfurecido por el mismo camino por el que había salido.
—¿Ya saliste de hechizo Cash? —me pregunto Marea
La observe con brusquedad. Ella contenía una sonrisita pícara.
—Que? —emiti tontamente
—Acabas de sentir el hechizo cash—me aclaro—pasa siempre la primera vez, es normal, pero no puedes quedarte ahí parada.
—De que hablas? —dije todavía medio aturdida—pensé, que ese chico iba a lanzarse, pero.......
Cerré la boca, ella negó con la cabeza y continuó jalandome del brazo.
—Max? —resoplo—no, el es así. Acostumbrate a verlo por ahí leyendo o fumando en los techos. No es suicida ni nada por el estilo, solo es......extraño.
Marea mi miro frente a frente y suspiro.
—Que es el hechizo Cash? —pregunte a lo que había mencionado antes.
—Es lo que sucede cuando ves a los hermanos Cash por primera vez—explicó con obviedad.
Sentía aún más curiosidad por esos—¿Y quienes son ellos exactamente? —pregunte.
Marea hizo un gesto con la cabeza en dirección al edificio. En el techo estaban los dos chicos de hace un momento.
—Mira, ese que no lleva camisa es Alex, el mayor y va en tercero de política —empezó a explicar—ese que esta ignorando a Alex es Max, el de en medio, y va en segundo de ciencias empresariales—siguió con su explicación—y el último se llama Austin, es el menor y va en primero de relaciones internacionales, pero al parecer no anda por aqui—finalizo—y ese trío son los que controlan todo este maldito lugar y de ellos te tienes que cuidar.