Mercenarios en Guerra
Jean Piere Plenge Bazán
En el año 2000, Akiles era una pequeña ciudad de no más de treinta o cuarenta manzanas desaliñadas. Sus habitantes vivían en armonía y en la mayoría se dedicaban a la agricultura y los que no, viajaban a otras ciudades para realizar trueques entre otros negocios.
Pero todo esto cambió en el año 2025, cuando la codicia y la ignorancia se unieron para dar inicio a la guerra por el control de las ciudades. Liderado y organizado por Rick Altron, alcalde de Safari, cuidad más grande y sobresaliente de todo el país. Altintom país donde suceden los hechos, fue creado en el año 1970, es un estado que goza de siete ciudades independientes, que se unieron por la necesidad de sobrevivir en la antigua guerra de fronteras.
Veinticinco años después el país sigue en conflictos a pesar de haber acabado la guerra. Surgieron, terroristas, guerrillas, saqueadores entre otras organizaciones de origen y de fines desconocidos, deseando obtener el control total. Ahora cada ciudad tiene delineada sus fronteras con equipos de última generación y un grupo selecto de soldados, debido al avance tecnológico surgido por la necesidad de acabar con la guerra.
A todo esto, Akiles pasó de ser una apacible y pequeña ciudad, a ser una peligrosa e inmensa ciudad hecha de concreto y metal…para bien o para mal…
Tailer Bazz y Dominick Turfer, vivían en la 195 de la calle X3 en la ciudad de Akiles. No solo compartían la misma casa y el mismo oficio (Ser mercenarios). Si no que también eran amigos de la infancia, casi como hermanos. Los dos habían sido reclutados por la corporación Arkram (Compañía encargada del desarrollo tecnológico y genético ubicada en Safari, que reclutaba niños abandonados y huérfanos a causa de la guerra, para experimentar con ellos) a la edad de diez años. Después de unos días de prueba, sometieron a todos los niños al experimento. El cual consistía en colocar a cada uno de los niños en una capsula individual, para así insertarles genes de todo tipo de ser viviente, de esa manera alterarían su ADN y formarían un ejército de súper soldados. Todo iba saliendo bien, pero de un momento a otro ocurrió un desperfecto en el sistema, que a causa de este se desató una explosión. En ese momento Tailer sufrió una crisis en su sistema nervioso, la cual lo paralizó por unos segundos. Mientras miraba a su alrededor, aterrado y con un rencor profundo en su interior, observando como todo se había vuelto un caos total. Niños ¡Corriendo! ¡Llorando! ¡Gritando!… desesperados, otros habían muerto, mientras que unos pocos lograban escapar del cuartel en llamas. Luchando en el interior de su mente, logró expulsar una fuerza sobrehumana, rompiendo la capsula que lo mantenía aislado. Así logrando superar su crisis y salir corriendo, mientras no lograba comprender como lo había hecho. Después de unos minutos buscando a Dominick por todos lados, logró encontrarlo, así abriendo la capsula que lo mantenía cautivo. Dándole una bofetada logro despertarlo y así los dos pudieron sobrevivir ese día, escapando con vida, pero algo maltrechos. Así después de unos meses de vagar en dirección a su ciudad natal, por fin llegaron a Akiles. Totalmente solos y sin nada de dinero, decidieron ir a buscar refugio en la iglesia del padre Alonso (Un ex soldado experto en artes marciales y combate de guerrilla). Se sabía que ahí cuidaban de los niños abandonados y de recursos escasos. Allí pasaron la mayor parte de su vida haciendo labores domésticas y sociales, ayudando a más gente como ellos. En sus ratos libres eran entrenados por el padre Alonso, con la filosofía de que el combate es solo para defenderse, pero a la vez entendía en que situación estaba el país, por lo que no les exigía ser unos chicos tranquilos. Tras pasar varios años, a la edad de dieciocho años ambos decidieron dejar la iglesia, para tomar su propio camino. Pasaron algunos años para hacerse conocidos por hacer el trabajo sucio de otros, pero eso no les importaba mucho que digamos… mientras que haya un buen fajo de billetes.
No estaban muy orgullosos de lo que hacían, pero lo hacían con responsabilidad y mucha pasión, casi pareciendo que disfrutaban de lo que hacían…por decirlo de esa manera. Dominick tenía una novia llamada Susan (Enfermera de profesión. Alta de cabello negro y largo, ojos color café claro muy claros) a la cual había conocido mientras ella curaba sus heridas en el “Hospital Akiles” (hospital principal de la ciudad de Akiles) después de haber tenido una batalla muy sangrienta. Era el socio de Tailer y también encargado de hacer los contratos de su micro empresa, que solo era una oficina montada en su sala…que digamos no era muy deslumbrante, con tan solo un pupitre y un teléfono. Llamada “Llama ahora o muere”, claro está que, para cualquier persona común, ese nombre no era tan alentador…pero digamos que no se quejaban por falta de contratos. Era un hombre blanco, alto y atlético, de cabello blanco largo, vestido elegantemente con zapatos, pantalones y camisa color negro desabotonada en la parte del pecho, que hacían juego con su correa color plateado. Está por demás decir que siempre andaba armado y que le gustaban las bebidas alcohólicas en general. Quedo huérfano de padre a la edad de cinco años, siendo criado por su madre, que después de unos años cuando él ya tenía diez, desapareció sin dejar rastro alguno. Tailer había pasado por algo parecido a lo que le pasó a Dominick, pero era muy diferente a él en algunos aspectos, tales como la forma de vestir. Él siempre llevaba puesto una chaqueta negra, manga cero totalmente abierta para que no le incomode a la hora de pelear y a la ves mostrar su buen físico, una bermuda camuflada al estilo militar color negro y blanco, un par de zapatillas urbanas, un par de aretes en forma de argollas, y el collar con la inicial de su nombre y el de Kiara, en alto relieve. Y en lo físico, era un hombre algo musculoso, pero sin excederse. De cabello anaranjado oscuro, con un rapado en forma de dos líneas rectas en la parte derecha. Y siempre armado con su cold y por supuesto con su “bebé” una espada tan grande y fuerte como él, a la cual le puso por nombre “Harimau”. Había conocido a una mujer muy bella e inteligente llamada Kiara, manteniendo con ella una relación de ocho meses. Después de un altercado en la ciudad, Kiara desapareció sin dejar rastro, por lo que Tailer se sintió abandonado, pero a la vez furioso echándole toda la culpa por lo sucedido a Rick Altron.
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Editado: 16.02.2018