«Las islas bajó este país están prohibidas.» Fue lo que anunció uno a las primeras personas que llegaron al pueblo de Merfil.
Aquellos pobladores llegaron en barco desde Norteamérica. Exactamente desde Estados Unidos. Siete años después de la Primera Guerra mundial, un grupo de personas provenientes de Virginia se fueron en un barco de pesca que los llevaría a uno de las que ya eran ciudades pesqueras de ese tiempo en San José.
Buscaron un lugar en donde empezar una nueva vida, y la hallaron en unas tierras abandonadas junto a antiguas casonas. No sabían quienes las dejaron allí, ni quienes fueron los primeros habitantes, sin embargo, se encontraron con un viejo que vivía en una de las tantas casas de material noble. El grupo conformado por unas sesenta personas, sin contar a los niños, le preguntaron por el lugar, y si no tenía algún tipo de dueño.
El caballero les habló de la historia de Merfil. Cuando antiguamente, los aldeanos se encargaban de labrar las tierra y que tenían un gobierno tipo feudal. Hasta que se sublevaron y cuando el dueño de estas tierras no se lo esperaba, fueron a atacarlo asesinando a su familia y a él. La cuestión era el porque del asesinato, él no lo sabía. Algunos decían que era por una presión y la poca paga. Pero el decía que solo eran patrañas, por que de hecho, la gente del lugar estaba completamente loca. El dueño nunca había sido malo con ellos, era un dueño justo, pero desde que sucedió aquello, el anciano comentó que la gente estaba poseída. Después de lo ocurrido, en todo el mundo se inició la Gran Guerra, mientras que en Merfil, la gente se iba poco a poco dejando atrás sus casas y sus pertenencias. Los últimos en irse fue una pareja de esposos que conocía el viejo y pasaron muchos años, hasta la llegada de estas personas.
El grupo no sabía que hacer, su pasado era muy tormentoso. Pero, decidieron quedarse.
Años después, cuando la Segunda Guerra Mundial llegaba a su fin, establecieron una forma de gobierno, pusieron al mando a una mujer llamada Luissa Keflen, y tuvieron que pasar varios años hasta que lograron un comercio con su agricultura. Poco a poco se construyeron mas casas y hasta edificios, el lugar se extendió rápidamente y llegó a convertirse en una miniciudad, con una gran plaza y parques. Los bosques que los rodeaban ocultaba su existencia. Hasta que un día, se presentó un proyecto para la construcción de una universidad en el pueblo.
Merfil hasta esos años ya tenía varias escuelas, y una universidad fue un gran avance.
En 1980 Merfil ya era un sitio con empresas dentro de ella y tenía una estadística poblacional de 50 588 habitantes, por lo cual, mucha gente se venía a vivir a allí. Aparecieron fábricas y se construyeron bancos. La gente en el exterior no entendían como un pueblo tendría tanta población, era demasiado, sin embargo conociendo su ubicación y su extensión la hacían ver como un estado dentro de Barckross. El presidente de San José pensaba en separar Merfil de Barckross y convertirlo en un estado independiente, mas el pueblo no aceptó. Las razones no se dieron a conocer puesto que era algo íntimo entre los pobladores que reclamaban, el gobernador de Merfil, que en ese año era Marco Laurdés, y el presidente.
All llegar el año 2010, la universidad, la cual ya contaba con un prestigio a nivel nacional, se extendió mucho más hasta tener dos gigantescas sucursales.
El pueblo pasaba desapercibido, sin embargo, era un lugar para poder comercializar muchas cosas. En el año 2018 se realizo un censo poblacional, el cual llego a 84 520 habitantes.
Como se dijo anteriormente, Merfil era un pueblo enorme y comercial, pero desapercibido.