Mermaid

6- Usa tus poderes

Desperté antes de que el sol saliera, y me dormí muy tarde. Estaba demasiado emocionada por la llegada de él que no podía contenerme en mi pequeño empaque. Al levantarme de la cama, caminé al baño. Miré mi rostro frente al espejo y me di cuenta que sería prácticamente irreconocible para mi hermano. Mis ojos eran mas claros y el cabello de colores extravagantes. Esperó y si me reconociese.

Me quité la ropa y entré en la ducha, abrí la llave y el agua comenzó a caer rápidamente deslizándose por todo mi cuerpo. Hasta que la magia surgió. Me trasformé y fui de cara contra la tina del baño.

Tendría que acostumbrarme a esto. Rápido.

Ayer, después de la llamada, convencí a Sara y Amelia para que me acompañaran. En la noche llamé a Rayven pero lamentablemente no podría ir. Escuché sonar el timbre de la puerta principal y corrí escaleras abajo lista para irme. Al abrir me topé con la rubia y la morena con cara de pocos amigos. Eran las 10 de la mañana en domingo no las culpo.

-Primera vez que llegan desde una puerta real - dije un tanto burlona recargándome en la puerta.

-¿Te vas a quedar ahí o nos iremos?

-Nos vamos - salí y cerré la puerta detrás de mi.

La noche anterior habíamos hecho los planes. Mamá le prestaría el auto a Sara, y ella nos llevaría. Llegamos más lento de lo que yo me había imaginado. Tal vez era la emoción pero la espera se me hizo eterna. Estuvimos esperando unos minutos en la entrada del aeropuerto cuando lo vi salir.

No había notado que las manos me sudaban y que mi corazón se había acelerado descontroladamente. Caminé lentamente a él esperando a que me reconociera. Su mirada divagaba por todo el aeropuerto. Sabía que buscaba a su hermanita, a la cual dejó hace un año.

Su mirada se posó en mis ojos y su boca se abrió en modo de sorpresa. Dejó jalar la maleta y corrió junto a mi para envolverme con un gran abrazo. Logró levantarme del suelo unos cuantos segundo para después dejarme en mi sitio.

-No te reconocí pequeña - dijo en un hilo de voz rompiendo el abrazo.

No me había dado cuenta que había comenzado a llorar, no me había dado cuenta de cuanto lo había extrañado y cuanto me había hecho falta. Quité la lágrima que había escapado de mis ojos.

-¿Qué hiciste con tu cabello? - preguntó estupefacto - y tus ojos. . .

-Quería algo diferente con respecto al cabello - contesté rápidamente - y hace unos meses que necesito lentes y opté por usar lentes de contacto. A que son lindos ¿no?.

Él soltó una risa y sin soltarme caminó a su maleta que aguardaba donde la dejó y sin decir nada comenzó a caminar a la salida antes de que lo detuviera.

-¿Qué pasa? - preguntó extrañado.

-Vine con unas amigas.

-¿Dónde está Rayven? También tengo ganas de verla.

-No vine con ella.

-¿Entonces?

No dije nada y tiré de él hasta él llegamos junto a la bruja y el hada.

-Drake - dije al fin - ellas son Amelia y Sara.

Amelia le dedicó una sonrisa mostrándole sus dientes y él le contestó de la misma manera. Pero Sara no tenía expresión en el rostro y sus ojos oscuros estaban clavados a los de mi hermano. Cuando sus miradas se cruzaron ambos tenían la misma expresión en el rostro.

Ninguna.

-Drake - se presentó mi hermano a la chica de cara inexpresiva y tomó su mano para saludarla con un apretón.

-Sara - respondió ella.

*-Esto es incomodo -* la voz de Amelia resonó en mi mente.

La miré estupefacta y ella solo sonrió hacía mi. Mis poderes se estaban desarrollando rápidamente. Las manos de Sara y de Drake se separaron y aproveché para separarlos y andar hasta el estacionamiento.

Ya al llegar a casa, mamá tenia una gran cena preparada para los cuatro. Más para mi hermano que para nosotras pero era bueno el detalle. Al terminar de cenar Amelia y Sara se despidieron y se fueron a casa. Yo subí a mi habitación y me encerré. Quería ponerme a escribir sobre el gran crecimiento de mis poderes después de que mi cola de sirena por fin apareciera.

-Vamos dime - preguntó Drake desde la puerta con picardía.

Cerré el libro y lo coloqué del otro lado de la cama en el suelo Para que no lo viera.

-A qué te refieres - me reincorporé en la cama y con unas palmadas lo invité a que se sentará en la cama.

-Sabes a lo que me refiero - contestó obvio - ¿Tiene novio?

Una sonrisa apareció en mi rostro. Él nunca me había pedido ayuda con una chica.

-Ninguna de las dos lo tiene - aseguré.

-No me interesa la rubia - confesó el castaño - ¡ayudarme a conquistarla!.

Solté una carcajada.

-¿Qué? - pregunté un tanto confundida.

-Quiero conquistarla - confirmó Drake - sé que ves que ella no es mucho de mi estilo. Pero tiene un aire misterioso que quiero explorar.

Dudé un poco - No te prometo nada.



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En el texto hay: lucha de poderes, amor, magia

Editado: 16.02.2018

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