Metalord Revolution

CAPITULO 311 LA ALIADA DE WINDAZ

 

 

—Hablo por supuesto de GUERRA.

 

La declaración de la bruja Anicia Aimshot deja en perplejidad a Rozuel y compañía, el aquelarre Walgis la había enviado como una aliada para apoyar al sangre de bruja.

 

—¿”Guerra”?, ¿justo ahora?, ¿contra quién? -Pregunto el esper.

 

—Creo que esa respuesta ya lo conoce, mi señor -Dice la bruja peli azul -Los responsables de atacar su aquelarre, esas brujas son originarias de…

 

—El aquelarre Wicau.

 

La capitana de la guardia Wixau era prueba más que suficiente, sumado a que algunas brujas que le seguían utilizaron hechizos del arte de los “1000 encantamientos de Astado” algo que solo brujas del aquelarre Wicau pueden utilizar. El sangre de bruja ya tenía una relación tensa con aquel aquelarre, pero no esperaba que esto escalase a un conflicto e involucrar a todo su hogar natal. De hecho, ante los últimos acontecimientos que paso en Quíatar, una guerra seria lo último que quisiera librar o volver a involucrarse.

 

—Disculpa, ¿porque llamas a Rozuel “mi señor”? -La Lupian salió a relucir aquel tema.

 

—«Podría haber preguntado lo mismo, pero ya me estoy dando una buena idea de porque será…» -Dijo Roz en sus pensamientos con incomodidad.

 

—Es natural que sea considerado “mi señor”, al estar ante un Drayt -Contesto Anicia cargado de regocijo.

 

—«Ah maldición, lo sabía…»

 

El aquelarre Walgis y su historia del “linaje Drayt”, aquel “milagro” que tanto anhelaban entre su gente, solo fue posible en otro aquelarre.

 

—No podía creerlo cuando me lo dijeron… pero al encontrarme aquí mismo, ahora puedo reafirmarlo al 100% -Expreso la bruja de Walgis mirando detenidamente al sangre de bruja —En su mirada, percibo el espíritu, la fuerza y la vitalidad de un Drayt…

 

Anicia como si estuviese hipnotizada ante la presencia del esper, comienza acercársele levantando una de sus manos con intenciones de tocar la mejilla de Rozuel, pero esta es detenida por la Lupian quien la toma de su muñeca y la mira fijamente con una faceta hostil.

 

—Eres sospechosa, mantén las distancias o saldrás herida -Le deja en claro la semihumana soltándole la muñeca.

 

—Oh, por Astado… -Dice Anicia volviendo en si —Me disculpo ante mi repentino comportamiento —Retrocede con vergüenza y hace una reverencia.

 

La actitud de la bruja ponía en evidencia el aprecio y respeto hacia el linaje “Drayt”, si las brujas Drayt ya eran admiradas culturalmente en el seno de este aquelarre, un sangre de bruja Drayt podría ser otro nivel.

 

 —«Esta “ayuda” brindada por el aquelarre Walgis, es obvio que viene con ciertas “letras pequeñas” de por medio» -Opino Rozuel en sus pensamientos —Ya hay otros asuntos más problemáticos que requieren mi atención, como el aquelarre Wicau invadiendo Windaz.

 

—Si, sobre eso, debe saber que las brujas que llevaban una semana en Windaz, solo tenían un propósito para haber venido a este pueblo, solo tenían UN OBJETIVO, usted… mi señor -Afirma Anicia —Permítame resumir lo que he averiguado desde mi llegada a su aquelarre.

 

____________________________________________________

 

[UNA SEMANA ANTES]

 

Estando a casi nada de llegar, un suceso imprevisto la lleva a ocultarse tras un árbol y observando en silencio, la fémina de pelo azul marino presencio los restos de una batalla que había finalizado en Windaz, las agresoras que invadieron el aquelarre superaron en número, equipamiento y destreza de combate a las locales.

 

—¡Búsquenlo!, ¡tiene que estar por aquí! -Ordeno a las invasoras una mujer pelinegra de corta cabellera que llevaba una capa blanca en su vestimenta.

 

Aquella mujer fue reconocida de inmediato por Anicia, su nombre era Madaleg Vesh, la capitana de la guardia Wixau, no tardo en descubrir la identidad de las agresoras que provenían de Macur. Luego de derrotar a las combatientes de Windaz, tomaron prisionero a todo el pueblo.

 

—«Que brujas de Macur invadan este aquelarre y estén dirigidas por la capitana de la Wixau, Madaleg Vesh, ¿buscan algo… o quizás a alguien?».

 

Anicia manteniéndose a escondidas, espiaba a las invasoras, intentaba averiguar las intenciones de las brujas de Wicau, escuchando a escondidas lo que podía, los días pasaban y gracias a una dotación de suministro que cargaba consigo, podía cubrir su hambre y sed. Acostumbrada a dormir en la intemperie para evitar a cazadoras de brujas, Anicia solo recurría a pueblo o aldeas para reponer comida y agua, pero siempre por seguridad preferir dormir fuera de estos.

 

Fue entonces que, en el tercer día, una niña de corto cabello marrón y ojos castaños, corría adentrándose al bosque, pues esta huía de dos brujas del Wicau que la perseguían, pero para su desgracia pronto seria alcanzada. Ya dentro del bosque, una de las brujas realiza “fortalecimiento físico” y logra posicionarse al frente de la niña bloqueándole su huida, mientras la segunda cubre la retaguardia, correr por la izquierda o derecha también era en vano.

 

—Es la tercera vez que esta mocosa intenta huir.

 

—Ordenes de la capitana, hay que deshacernos de las brujas que no cooperan.

 

—Jeje… lo sé, por eso dejamos que viniera hasta aquí para atraparla, hagamos esto rápido y regresemos con las demás.

 

La bruja que estaba en frente suyo desenfunda una espada, sin vacilar iba a tomar la vida de la niña, hasta que un proyectil golpea con fuerza su estómago y cae de espalda al suelo, está ya no respondía.

 

—¿¡Que dem…!?

 

La segunda bruja antes de que pudiera reaccionar al observar la presencia del virote en su compañera, es alcanzada por una filosa cuchilla apuñalada desde la nuca que atraviesa todo su cuello. Anicia se había colado sigilosamente a su espalda y con un preciso golpe de su daga, tomo la vida de la hostil bruja, enfundo su hoja después de quitarle la sangre en unos instantes.



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En el texto hay: reencarnaciones, armas de fuego, magia y aventura

Editado: 09.12.2023

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