Metalord Revolution

CAPITULO 21 PROPUESTA AVARICIOSA

PERSPECTIVA: Rozuel Drayt

 

Había pasado los últimos dos días en la parte trasera de una carreta comercial de una pequeña caravana, pero finalmente había llegado a mi destino, de haber ido a pie quizás me hubiera tomado una semana o más llegar.

 

Podía verla, grandes espacios urbanizados con baldosas de piedra, estructuras que llegaban a medir 10 metros de altura (aunque nada envidiable comparada a una ciudad moderna), gente y vendedores como negocios por doquier, era como recordaba a este sitio, la aldea de Argoh.

 

Se estima que alberga una población que rozaba entre 50 a 60 mil habitantes, este sitio era el eje de mucho tránsito para mercaderes y aventureros. La carreta en que viajaba se detiene frente a un bar, había llegado a su propio destino y desde aquí camine por mi cuenta, le agradecí al mercader por llevarme y me despedí de él.

 

Recorrí las calles de Argoh por mi cuenta, desde mi encuentro con Tayra comprendía la existencia de seres inteligentes como humanos y pensé que quizás en algunas sociedades estarían presentes, pero caminando un buen rato me percato de que no es así, ¿podría ser que la relación entre humanos y semihumanos no es fructuosa?.

 

Me empeñe en mi objetivo, el gremio de mercaderes, guiándome por mi memoria mientras transitaba por la aldea, me detengo al frente de un ancho edificio de dos pisos, un cartel en la entrada exponía “gremio de mercaderes”.

 

—Sí que el edifico se ha hecho más grande que la última vez –Pensé al verlo nuevamente tras 2 años después.

 

Entre para llegar a un salón con pinta de cantina, habían hombres por doquier de diversas edades (pero más adultos mayores que jóvenes), sentados y bebiendo en compañía mientras charlaban sobre temas en relaciona a su profesión, la mirada de la mayoría de ellos posaron sobre mí, era de esperar que llamara la atención.

 

Me acerque al hombre calvo de barba que se encargaba de distribuir las bebidas, incluso él mismo me observaba con ojos sospechosos.

 

—Niño, este no es un lugar para alguien de tu edad, je, al menos claro que tengas asuntos con el gremio –Manifestó el hombre.

 

—De hecho lo tengo –Le conteste de inmediato.

 

—Oh, no me digas, ¿y que asuntos tendría con los comerciantes?.

 

—Necesito de alguien que pueda formar una ruta comercial con un pueblo en específico, da igual con que comerciante sea.

 

—Entiendo, sígueme arriba.

 

Subimos por una escalera hacia el segundo piso, de allí llegamos a un pasillos que daba con varias puertas, eligió una de ella hasta llegar a una habitación con una mesa y varias sillas, me pidió tomar asiento y esperar unos minutos, al cabo de un rato un comerciante se presentó informado sobre mi asunto y posteriormente toma asiento.

 

—Vaya que no era broma, Blar realmente dijo que era cosa de un niño –Comenta el hombre comerciante con un tono algo arrogante.

 

— ¿Entonces estas dispuesto a aceptar mi petición? –Le pregunte.

 

—Depende, para empezar, ¿qué sitio es el que desea que entable comercio?.

 

—Windaz, un pueblo… aquelarre.

 

—¿A-a-aquelarre?...  ¿en dónde hay brujas?.

 

Pronto su poca arrogancia se convirtió en inmenso miedo y rechazo la petición largándose de la habitación, Blar (el tipo calvo de las bebidas) ingresa para avisarme que espere otro momento ya que traerá al próximo candidato para ver si aceptaría mi causa.

 

Un segundo comerciante llego, algo arrogante como el anterior, cuando llegue a la parte en donde le comunicaba el nombre del lugar en específico, ni se molestó en preguntarme donde quedaba o que era, de antemano estaba informado sobre el sitio y con un pánico exagerado rechazo mi petición marchándose. Un tercero y cuarto hicieron lo mismo, pero exclamaron en su huida “eres un niño maldito, piérdete” o “¿Qué relación tienes con las brujas?, no quiero saberlo, aléjate de mí”.

 

Blar ingresa diciéndome que solo quedaba un comerciante interesado y de mi dependía tratar de convencerlo, de fallar ya nadie en este gremio podría ayudarme, deja pasar al individuo para ver que el ultimo con quien tratar era un hombre en sus cuarentas de cabellera negra y algo de barba blanca, usaba un sombrero de page con una pluma roja, vestía con un abrigo negro con unos pantalones del mismo color y en sus manos llevaba un bastón rojo incrustado con una esfera de cristal en la punta.

 

—Escuche en bocas de otros mercaderes sobre tu “petición” que relaciona con brujas, ¿es cierto? –Pregunta él.

 

 —Sí, pero antes de darte una idea errónea, escucha a lo que tengo que decir, no son tan peligrosas y “malignas” como todo lo creen, teníamos con anterioridad un comerciante que llevaba muchísimos años en el pueblo.



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En el texto hay: reencarnaciones, armas de fuego, magia y aventura

Editado: 09.12.2023

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