Metalord Revolution

CAPITULO 33 ENCARGO PRIVADO

PERSPECTIVA: Rozuel Drayt

 

Me dirigí al gremio para buscar algún trabajo, ya era tiempo de volver a hacer algo de dinero para variar, al encaminarme hacia la barra donde estaba Hersel, justo antes de abrir la boca y preguntar sobre algún trabajo de mi rango que deje buena paga, mi nombre es pronunciado por un hombre de mediana estatura, de cabello gris con un largo flequillo que le rozaba su ojo izquierdo acompañado de un pequeño lunar arriba de la pestaña y que rozaba por sus 30 a 35 años.

 

—Eres a quien llaman Rozuel Drayt, ¿verdad? –Pregunto ese sujeto —Pequeño, cabello marrón, ojos grises, quien logro vencer a un ciclope, tener el record de ser el aventuro en subir el primer rango más rápido superando al anterior y lograr todos eso siendo un no mago, no puedo evitar sentirme abrumado considerando que eres…

 

—Un niño, ¿eh? –Complete su oración.

 

—Sí, disculpa mi forma descortés de presentarme, me llamo Abral Griss.

 

—Está muy bien informado sobre mí, señor Abral.

 

—Así es, la razón del porque estoy aquí es porque preciso hablar contigo de un asunto sobre negocios, ¿podríamos platicar un momento?.

 

Acepte y tomamos asiento en una de las mesas libres del lugar, mirando a simple vista el hombre vestía una camisa blanca de largo cuello con una raya negra en el medio en el que tenía decorado allí una flor de pétalos gris, me resultaba una flor bastante inusual.

 

—Antes de comenzar, quisiera preguntarte, eso que tienes sobre tu hombro, ¿es un slime de metal? –Pregunta Abral señalando a Allum.

 

—Sí, se llama Metallum, pero le digo Allum para abreviarlo –Respondí a esa cuestión.

 

—Impresionante… ver una especie rara y no muy numerosa de slime en posesión de un no mago, disculpa mi forma de describirlo.

 

—Estoy seguro que Allum no es el centro de esta charla.

 

—Cierto, perdón por eso, primero debo decirte a que me dedico para hablar del tema, me encargo de dirigir un negocio de minería, nos dedicamos a la extracción de todo tipo de mineral sea mágico o no para su pronta evaluación y venta al mercado, para lograrlo es obvio que primero debemos dar con una mina que llame nuestra atención y es aquí donde entra el tema que concierne.

 

El relato de Abral nos lleva a una árida región ubicada a muchos kilómetros al oeste del pueblo de Argoh, un yermo conocido como “Granarg”, el sitio es poco poblado ya que cuenta con uno o dos pequeños asentamientos con personas que viven allí tras adaptarse al medio ambiente, pero lo que llama la atención de este hombre es una mina ubicada en el centro de este sitio, se halla sobre un acantilado, según uno de sus exploradores encargados del hallazgo de minas para explotar, su interior alberga hierro, algo de oro, pero lo que más llama su atención es que en que al fondo se halla una pequeña veta de Arkania.

 

Arkania, con solo nombrarlo doy por entendido la razón del por qué esta mina es de suma importancia para este sujeto. Sin embargo su extracción no es sencilla, el centro del yermo de Granarg es muy peligroso, los únicos asentamientos que yacen ahí viven muy lejos del centro de ese lugar, la razón es que allí habitan peligrosas criaturas residentes del terreno que atacan con recelo al que decida acercarse, por no mencionar también que en la cueva supone lo mismo, los exploradores que hallaron esa mina corrieron la desafortunada suerte de toparse con esos seres y solo uno volvió con vida para informarle de su hallazgo a Abral, para luego morir a causa del veneno de la picadura de un escorpión de tamaño anormal.

 

—Empiezo a darme cuenta de a dónde va esto, buscan protección, ¿verdad? –Le pregunto.

 

—Necesitamos toda la mano de obra defensiva posible, tengo entendido que ese artefacto mágico que lleva contigo es de tu creación y es muy poderoso –Contesta el hombre señalando mi rifle AK-47 —Estoy aquí porque tengo interés en comprarla y si es posible llegar a un acuerdo para fabricar algunas más, obviamente pienso pagarte bien por ello.

 

—Si me has investigado lo suficiente bien, sabrás de antemano que mi artefacto no está a la venta y menos su manufacturación.

 

—Sabía que dirías eso, por lo que optare por mi segunda opción que es contratarte para esta petición personal que tengo, eso es posible, ¿no?.

 

—¿Un encargo privado?, ¿estoy escuchando bien?.

 

—Sí, tengo intención de contratarte con este encargo privado, por supuesto, está a tu decisión aceptar o no.

 

Los “encargos privados” a diferencia del resto, no se encuentran en el tablón de encargos, ya que son peticiones personales de la persona que la realiza para contratar a un grupo selecto (seleccionado a su antojo) de aventureros, cabe aclarar que dichos encargos son supervisados por el personal de gremio para ser aceptado (con la finalidad de comprobar que el trabajo que trata sea “legal”), pero hay un dato interesante sobre los encargos privados y es que son los únicos encargos en que “no figura el requisito de rango”, es decir cualquier aventurero sin importar su rango puede hacer un encargo de tal tipo si un cliente está interesado en contratarle para algún trabajo en específico (del cual es su decisión aceptarla o no).



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En el texto hay: reencarnaciones, armas de fuego, magia y aventura

Editado: 09.12.2023

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