El besos se profundizo más y más, y el me tomo entre sus brazos, su manos recorrían mi cuerpo, me levanto y yo con mis piernas entrelace su cintura, podía sentir su erección que hacía latir mi parte intima, cuando rompíamos el beso el buscaba mi cuello, el cual besaba, luego mordisqueaba mis orejas, con mis manos torpes le quite la camisa, a pesar que Daniel no tenia tiempo para acudir al GYM esta muy musculoso y tonificado, su manos se apodedaron de mis pompis, y entonces me llevo nuevamente a la cama pero él se sentó dejándome en arcas sobre él, nos acariciamos y besamos, algunos ruidos de su garganta me hacían sentirme poderosa.
─ Estas deliciosa, te amo, te amo ─ eras las medias palabras que salían de su garganta.
─ Hazme tuya, solo tuya ─ era mi suplica entre mis gemidos, poco a poco comenzó a acariciarme sus manos exploraba cada centímetro de mi piel, yo coloque mis manos sobre sus hombros, realmente no sabia que estaba haciendo, así que mis manos de la misma forma comenzaron a explorarlo, podía sentir el latir frenético de su corazón, mis manos subían y bajan por su torso ya desnudo, sus ojos brillan como un lobo hambriento.
Con mis torpes manos, quise desabrochar su cinturón, a verme que no podía me ayudó, por lo que, a quedar solo en bóxer, podía notar su erección luchando por liberarse, solo sonríe nerviosamente, y volvió a colocarme sobre él, de esa manera estaba provocando que me encendiera, podía sentir que me mojaba, me dio pena, pero el solo sonrió y me volvió a besar, con su mano bajo uno de los tirantes del babydoll liberando uno de mis hombros.
─ ¿Qué necesitas? ─ susurro de una forma tan deliciosa…
─ A ti ─ conteste ─ te necesito a ti
Entonces me giro. Colocándome de espalda sobre la cama, colocando una de mis piernas sobre su hombro, y comenzó a besarla, las sensaciones que me provocaban eran tan eróticas.
─ Lo sé, pero quiero que disfrutes un poco más, cariño dime ─ callo por un instante, yo sabia que me iba a preguntar, por lo que no deje hacer la pregunta y solo le contesté.
─ Tú serás el primero ─ sonrió, y me volvió a besar.
─ Entonces hay que ir despacio, no hay prisa, y gracias ─ con sus manos me quito el babydoll, dejándome solo en mis pantis, sentí algo de pena cuando sus manos acariciaron mis senos desnudos, pero a la vez una descarga de erotismo se apodero de mí. Si esto que siento es solo con sus besos y acaricias y aun no hemos consumado el acto no quiero esperar en saber que se siente cuando llegue el momento.
Mi hermana, dijo que no me hiciera expectativas, pero realmente esto es fantástico, o es porque estoy tan enamorada de este hombre, nunca había deseado tanto tener sexo como este momento.
Ahora sus manos bajaron a mi zona intima, y sentí el calor me evadía tanto por fuera como por dentro, ya no quería esperar más, me quito mis pantis.
─ Me gusta─ susurro a mirarme ─ estas hermosa ─ agradecí que mi hermana me pidiera depilarme, al parecer a los hombres le gusta que uno este limpia de esa zona, me sentía tan húmeda, con su mano acaricio mi vulva, oh por todos los cielos, esto es maravilloso, me arquee ante su contacto ─ ¿Quieres que use protección? ─ me desconcentró su pregunta, pero realmente no había hablado el tema de los hijos y si queríamos esperar, pero yo deseo y siempre había soñado que mi primera vez fuera como debía ser y si quedo embarazada por mi no hay problema lo deseo, deseo darle hijos a Daniel, como no respondí, me volvió a preguntar.
─ No, solo te quiero a ti
─ segura Amor…
Con mi cabeza afirmé, por lo que tiro el condón sellado, volvió a besarme, se quitó el bóxer dejando su enorme erección a descubierto, no voy a mentir me asusté a verlo, yo soy algo pequeña, ─ no creo que eso logre entrar en mí─ fueron mis pensamientos, pero quizás lo ultimo lo dije en voz alta.
─No te preocupes, todo estará bien, solo necesitamos que estes bien lubricada para mí ─ se acercó nuevamente y me comenzó a besar y acariciar mi parte intima, sentía mis piernas desfallecer ─ cariño, no se que sepas, pero esto es necesario ─ su voz ronca sonaba preocupado, pero mi miro tan cariñosamente.
─ si lo sé, solo trata de ser gentil
─ lo seré
Ya había llegado el momento, donde Daniel tomaría mi virginidad, abrió mis piernas para colocarse en posición, al principio podía sentir su pene como abria paso entre mi vagina, entraba lentamente poco a poco, no podía creer que su miembro estaba entrando en mí, me miro, a sentir que había llegado a esa barrera, me beso nuevamente, y luego sus manos se entrelazaron con las mías.
─ Mírame amor, esto será solo será un instante, mírame y perdóname ─ hice lo que me dijo lo miré y entonces con un empuje rompió mi himen, el dolor fue al instante, una lagrima rodo por mis mejillas, el me besó, pero no se movía, solo estaba ahí inmóvil ─ Estas bien.
─ si, cariño
Nos besamos, y aquel dolor comenzó a cesar, entonces el comenzó a moverse lento y pausado sin prisa, haciéndome sentir la mujer más hermosa del universo, sus movimientos tomaron ritmo, y yo de forma instintiva moví mis caderas para darle mejor entrada.
─ ¡Te Amo!, Daniel te amo ─ eran mis palabras en medio del frenesí que estaba viviendo, había hecho una excelente elección de esperar al hombre adecuado, y este es Daniel, Soy suya, soy su mujer.