CAROL
El rompimiento con Dave ha sido muy doloroso, extraño cada cosa de él, sus caricias, su sonrisa, su conversación, sus visitas, nuestros encuentros furtivos. Durante el tiempo en que estuve a su lado fuí muy feliz y eso quedará en mi memoria. Por las noches sueño con él, sueño con nuestro tiempo juntos y hasta me parecen tan reales los sueños, que puedo sentir el calor que emana su cuerpo; es una completa locura, pero así lo siento.
Ha transcurrido 2 meses y durante este tiempo han habido muchos cambios en nuestras vidas. Fue dificil explicar a mi familia todo lo sucedido, sin embargo y como siempre lo han hecho, están a mi lado para apoyarme. Mi embarazo está de casi 4 meses y ya se puede notar mi barriga. Waleska está muy feliz con el nuevo bebé y está pensando seriamente en convertirse en madre. Patrick dió el "grito en el cielo" cuando se enteró hace unos días del embarazo; asegura que es una traición de su parte no decirle a Dave lo del bebé, sin embargo le he suplicado que guarde el secreto y aunque ha sido una tarea dificil, finalmente lo ha aceptado, con la condición de que tendré que localizar a Dave y decírselo cuando ya me sienta preparada.
Los niños extrañan mucho a Dave, no entiende porqué no pudimos solucionar nuestros problemas, talvéz porque no fuí lo suficientemente honesta en decírsela toda la verdad, pero quiero evitar una mayor decepción.
Clarisse y su esposo mantienen la comunicación vía telefónica, hasta el día de ayer les comuniqué lo del bebé, Clarise también insiste en que tengo que contárselo a Dave, pero también respeta mi decisión, además de que le hice prometer antes de contárselo que me guardaría el secreto.
Los días son dificiles y las hormonas han atacado de forma furiosa mi autocontrol; hasta el punto que debo suspender mis actividades y refugiarme en el cuarto de baño para desahogar mi tristeza y mi frustración; pero también he aceptado que la vida continúa y que poco a poco lograré superarlo con la ayuda de mi familia y mis amigos.
Para evitar cualquier comunicación con Dave he cambiado de número telefónico y he prohibido a mi familia atender alguna comunicación de su parte; sin embargo él no ha intentado localizarnos. Eso me da pauta para creer que ha empezado a olvidarlo todo y a rehacer su vida; por lo que cada vez pienso más en la posibilidad de ocultar de manera definitiva la existencia del bebé, no quisiera que se sintiera obligado a mantenerse a nuestro lado por el bebé, o, incluso no sé si el realmente aceptará la responsabilidad de ser padre.
No he vuelto a la Antigua Guatemala por temor a encontrarlo, sin embargo Patrick asegura que el dejó el país después de todo lo sucedido.
-Licenciada, tiene una visita-. Estoy sumergida en una montaña de documentos; levanto mi cabeza y contesto a mi secretaria -¿Cuál es su nombre?-. Ella hace un gesto, indicando que no lo sabe, la observo con prudencia, es extraño que ella no obtenga toda esa información de los clientes antes de anunciarlos. Suspiro profundamente y luego le pido que lo haga pasar.
Me quedo de pie a un costado de mi escritorio y observo cuando ingresa un caballero de unos 60 años, de cabello cano y de ojos azúles, su mirada me parece muy conocida. Me mira directamente a los ojos y luego baja su mirada hasta posesionarla en mi barriga. -Caballero buenas tardes, ¿en que puedo ayudarle?-. Su mirada delata sorpresa, sin embargo logra recomponerse rápidamente. -Carol, he venido a hablarle....- -Espere, ¿usted me conoce?-. -¿Puedo sentarme?-. -Si, por favor, tome asiento-. Él se toma unos segundos para contestar y continúa observándome. -Carol, usted no me conoce y debe saber muy poco de mí, mi nombre es Albert Coleman, soy el padre de Dave-.
Editado: 24.04.2019