Gracias
13 de enero, 2018.
Elliot
Al principio pensé que era mala idea ir al centro comercial, pero paso la cosa mas maravillosa que me puedo haber pasado. Me abrazó y me pegó a ella.
Me tiene loco.
Después de haber escuchado una discusión, la encontré a ella en esa situación tan bochornosa, entonces decide prestar atención, pero no puede aguantar las ganas de partirle la cara a ese tipo, que tenía agarrada muy fuertemente a mi Elizabeth. Entonces por impulsos y valentía, le golpeé y lo deje tumbado en el piso, en el momento en el que ella me miró con sus ojos cristalinos, confundidos y desconcertados, sentí que si moría, iba a morir feliz. Quise besarle, pero no podía, así que solo me le quedé mirando, pero ella hizo más que eso, me abrazó, se acurrucó en mi.
Mientras tanto, yo había mandado al inventor de venir al mall, que se llevará a los niños, le debo una a Michael.
Con el tipo ese, el esta siendo socorrido por Charlotte. Puedo deducir que es el ex-novio de Elizabeth. Lo se porque el iba a su casa.
Elizabeth, aun seguía abrazando me.
Al principio me sorprendió y mucho su reacción, pero no perdí más tiempo y la estreche mucho más entre mis brazos.
Juro que si alguien interrumpe este momento tan especial para mi, le parto la cara. Yo no soy así de agresivo, pero esto lo he deseado tanto, que si me quitan la oportunidad de seguir abrazándola me muero.
Mientras la abrazó, puedo sentir el olor de su largo y castaño cabello, huele a champú de bebé ¡Que adorable!
Elizabeth, va deshaciendo su agarre en mi cuello y pasa sus manos a mi pecho, me alejo un poco y la vuelvo a mirar.
–Gracias –susurró sonrojada.
Esta sonrojada, yo la puse así, oh, wow, se ve tan hermosa así. Esto lo confirma totalmente. Estoy enamorado de ella.
Se separa de mi totalmente, mira a su alrededor y nota al igual que yo, que somos un show con mucho público. Hay personas afuera del local viendo lo que pasa por las vidrieras y las personas que están dentro de la librería están sorprendida.
Elizabeth comienza a caminar por la librería como si nada, agarra unos cuantos libros, los mira y al final escoge tres libros. Va a la caja, la cual esta vacía y paga sus libros.
Se acerca a mi, me agarra de la muñeca y salimos del local.
–¿Mis hermanos? –pregunta seria.
–Michael los tiene –respondo mientras trato de buscar a mi hermano, pero no lo veo.
–Muchas gracias por todo, pero ya me tengo que ir –ladea la cabeza y luego mira sus zapatillas.
–Por eso no te preocupes, yo te llego.
Se forma un silencio entre nosotros, la veo vacilar, aprieta los labios y frunció el ceño.
–Okay –termina por decir.
Saco el celular, marco el número de Michael.
–Okay, se supone que están buscando un Bos Layer, y Alice está preguntando por... ¿Loui? –le resumo lo prácticamente me dijo Michael, que estaban haciendo en estos momento,.
Se le borra la sonrisa de la cara, cierra los ojos y frunce los labios.
–¿En donde están? –pregunta aun con los ojos cerrados.
–En Juguetelandia –respondo dudoso.
Y veo que no soy el único que le resulta ridículo el nombre.
–¿En serio se llama así?
–No me lo preguntes a mi.
Empieza a caminar, mirando de lado a lado, buscando esa juguetería.
Esos shorts le quedan muy bien, pero están muy cortos, y eso no me gusta. Volteo, a mirar lo que sospecho y efectivamente hay chicos mirando a Elizabeth. Y lo que me pone mas molesto es que no puedo hacer nada.
Elizabeth me llama y me señala el local. Al entrar nos encontramos a Michael con los niños, en un área de juego, Alice y Noah, estaban jugando con sus nuevos juguetes.
Con emoción y nostalgia Elizabeth corre hacia sus hermanos y los abraza muy fuerte, este era otro momento para dibujarlo.
–Eiza mila lo que me compló tío Mick –lleno de alegría Noah le dice a Elizabeth, mientras agitada el muñeco.
–Oh, ¿Cuánto te costó? –Elizabeth se levanta y le pregunta a Michael.
–No, no y no, deja lo por mi cuenta, es un regalo de su tío Mick para él, por su cumpleaños –respondió un sonriente Michael.
–En primer lugar, ¿tío Mick? En segundo lugar, su cumpleaños ni siquiera es en este mes –Elizabeth se cruza de brazos.
Me balanceo de un pie al otro, mientras veo a Michael.
–Yo se, son del febrero 22, pero es un regalo adelantado y si, su tío Mick, aunque no tiene que ver, pero eres como una mamá para ellos –habla Michael, pasando su mano por el hombro de Elizabeth.
Si sigue así muy pronto va a llegar el final de el, por bocón.
Me acerco a él y le doy un golpe en el cuello, comienza chillar y Elizabeth a reír, pero mira su celular y su expresión cambia de alegre a sorpresa.
–Ya casi son las seis, ya me tengo que ir –comenta con preocupación– Ah y tu niñita, tenemos que hablar.
Señala y habla sería con Alice.