Que sueño…aun puedo sentir sus besos sobre mi piel, mi corazón ha sido arrancado una vez más, cada que mis ojos dejan de verlo me siento vacía, como si él llenara todo mi universo, lo amo…amo al rey de todo, este será mi gran secreto, nadie debe saber que me muero por su amor, por el amor de un villano.
Lía se miró al espejo y se sorprendió al ver todos los moretones que tenía en el cuerpo, estaba tan adolorida que caminaba encorvada.
—Parece que un gigante me arrolló, no había tenido oportunidad de observarme, estos deben ser los golpes de la batalla contra Bitchancy, ¿pero por que me duele hasta ahora?
En eso, Lilith entro al baño y la vio asustada por tantas marcas.
—¿Pero qué demonios le pasó? No le había visto el cuerpo así desde que luchamos con la legión de demonios hace diez años.
—Debe ser porque la ropa que uso es muy tapada, me siento algo culpable por descuidarme tanto, creo que tratare de ser más diligente con mi salud.
—Bueno, aquí hay algo de maquillaje para cubrir los que tiene en el cuello.
—Gracias Lilith.
—Las sirvientas ya están afuera, Eira las mandó a que te alistaran. —le dijo Lilith con muchas hipótesis en su mente.
—No le hables con tanta familiaridad, recuerda que es un rey.
—Es un familiar igual que nosotros, no le debo respeto. —externó Lilith mal humorada.
—Si que son iguales todos, pero aquí él es el rey y uno muy importante, por respeto llámenlo adecuadamente ¿de acuerdo?
—Solo lo haré mientras estamos en el castillo. —exclamó Lilith frunciendo el ceño.
—Esta bien. —le dijo Lía resignada.
A lía no le daba vergüenza tener poca ropa con sus familiares pues no había morbo entre ellos, así que solo vestía un blusón blanco ligero, al pasar al tocador para que las sirvientas comenzaran a alistarla, Lía por primer aves vio la forma humana de Vinland.
—¿Vinland?
—Princesa ¿sorprendida? Jaja es la primera vez que me ve en mi forma humana ¿verdad?
—Si, apenas te reconocí por la voz.
—No se preocupe, entiendo que este impactada, me han dicho que mi forma humana es muy bella. —dijo el lobo vanidoso.
—Pues quien te dijo eso te mintió. —le dijo Lilith mirándolo feo.
Vinland tenia sus ojos rojos y su cabello oscuro, unos colmillos blancos y un lunar debajo del ojo derecho, era muy guapo y atlético, además de ser muy alto.
—Yo creo que eres muy guapo. —le dijo Lía sonriendo.
—¿Verdad que sí? Jaja.
—Si le miente se creerá el ser más hermoso del mundo, usted aun no lo sabe, pero es muy vanidoso.
—Pues para mí es el lobo más hermoso y tú la loba más bella.
Las palabras de Lía sonrojaron a Lilith quien carraspeo para que parara con los elogios pues las sirvientas demonio estaban presenciando todo.
—Ya estoy lista, podemos empezar cuando gusten. —les dijo Lía con amabilidad.
—Por supuesto, el rey ha mandado estas joyas y estos vestidos para usted, también ha mandado decir que será el mismo quien la escoltará hasta el banquete. —dijeron las sirvientas con educación.
—¿De verdad? No debería tomarse tantas molestias, nosotros podemos buscar el camino.
—Son ordenes del rey. —dijo la más pequeña de ellas, quien era una niña pequeña de cabello verdoso y piel muy pálida, sus cuernos resaltaban dándole un aspecto curioso.
La niña se comenzó a sentir incomoda cuando veía que Lía no dejaba de mirarla.
—Mmmm ¿quiere decirme algo señorita? —le preguntó nerviosa.
—Lo siento, es solo que me pareces muy bonita.
—¿Yo? —los ojos de la niña se iluminaron, pues elogios no era algo que estuviera acostumbrada a escuchar.
—¿Cómo te llamas? —le preguntó Lía con curiosidad.
—Rora…
—Pues eres muy linda Rora. —le dijo Lía con una sonrisa.
Aquella niña sintió alegría en el corazón por el comentario de Lía, aunque no podía creer que alguien como ella le dijera que era linda, una vez que Lía escogió su vestido y los accesorios que usaría, las sirvientas la dejaron y al verse al espejo, Lía se sorprendió, pues hacia un tiempo que no se arreglaba y se sentía bonita.
—Guao, ojalá aprendiera a peinarme así…
—No sería mala idea, siempre tare el cabello suelto y alborotado. —le dijo Lilith mientras acomodaba los últimos detalles y una vez que estuvo lista, llamaron a la puerta.
—¡El rey está aquí! ¡Se abrirán las puertas!
Una vez que las puertas se abrieron y Lía y Eira quedaron frente a frente los ojos de el rey del inframundo se abrieron de par en par, y miró a Lía de pies a cabeza sorprendido de lo hermosa que se veía, ella también apreció su elegancia y verlo con su traje de gala la alegró.
—Ese color le queda muy bien. —le dijo Eira extendiendo su mano hacia ella.
—¿Te parece? Me gusta mucho el color azul. —le respondió Lía con una sonrisa.
Llevaba puesto un vestido azul marino de terciopelo, con alhajas que adornaban su cuello, tenía el cabello recogido y realmente se veía preciosa.
Eira le dio el brazo a Lía y ambos caminaron hacia el salón principal donde los invitados estaban esperando, mientras ellos se adelantaban, Lilith y Vinland caminaban detrás de ellos.
—Oye, esta es una cena elegante, déjame llevarte del brazo a ti también. — insinuó Vinland sonriente.
—Ni lo sueñes perro libidinoso.
—Ay, eres más dificil de lo que creí preciosa Lilibeth. —exclamó Vinland sonrojado.
—No me llames así, soy Lilith, grábatelo bien. — el mal genio de aquella loba blanca era la debilidad de Vinland quien la miraba como si fuera una tierna flor.
—Vamos, es un sobrenombre de cariño…Li..li..Beth.
Lilith le volteó los ojos y camino conteniendo su enojo, mientras que Vinland disfrutaba hacerla enojar, por otro lado, Lía se sentía muy nerviosa, Eira no era como sus otros familiares, por alguna razón él se sentía diferente, como alguien independiente a ella, lo vio de reojo y era todo un gobernante, tenia el porte y la autoridad suficiente para conquistarlo todo, ir de su brazo era incómodo para ella, pues él era un rey hermoso.
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Editado: 11.03.2024