La maldición del tiempo y lo que dejó atrás

El mundo fue maldecido con el encantamiento llamado “La maldición del tiempo” Beatriz y Calipso usaron su magia para poder llevarlo a cabo, con el único propósito de que cuando Lía regresara del inframundo, pudiera vivir una vida lo más normal posible, pues si no hubiesen hecho esto, al momento de salir a la superficie, Lía simplemente se hubiese convertido encenizas, el rey del inframundo no castigó a sus hechiceras, ni si quiera tocó el tema, dándoles la señal de que aprobaba sus acciones.

Con esto, los humanos y los seres sobre naturales añadirían a sus vidas mil quinientos años más, después de la partida de la bruja de la invocación y de su regreso,  ya habían pasado mil doscientos años, lo que llevaba la longevidad de las criaturas vivientes a doscientos años más de vida, más sus años restantes si es que vivían una vida saludable y pacífica, con el aumento de criaturas sobrenaturales y su parición desde el reinado de Alejandro, las muertes humanas eran tan comunes que ahora con más fuerza y poder estaban establecidos los cazadores.

Eran los héroes de la humanidad, los guerreros que valientemente se enfrentaban a los monstruos y a las criaturas sobrenaturales que asediaban a los pueblos y las ciudades de noche o incluso a plena luz del día, hoy más que nunca, los hombres eran conscientes de la existencia de estos seres y sobre todo del reinado siniestro del rey de todo, Valeska, apodado como “el rey sin corazón” o “el señor de la oscuridad”

Alejandro de Romani había construido una ciudad amurallada llamada “el lugar de los cazadores” donde constante mente capacitaba a los nuevos aspirantes para que se convirtieran en formidables guerreros, Alejandro era admirado y respetado por sus subordinados, a pesar de ya no ser un rey, seguía teniendo poder he influencia con los humanos, el rumor de que antes había sido un vampiro era algo que cualquier pueblerino o ciudadano había escuchado, pero no lo creían del todo, pero si que era una verdad que los primeros cazadores fueron anteriormente vampiros.

Hoy en día ya no era tan común saber de algún vampiro que acudiera a Alejandro para someterse a la abstinencia, como el reinado de Valeska y Emir era tan solido y fructífero, los vampiros eran considerados la raza más pura y perfecta, todos de familias nobles y gran poder, condes, duquesas, podridos en riquezas y rodeados de todos los lujos que pudieran esperar, ser un vampiro era un privilegio para la mayoría, así que pensar en volverse en contra del tirano más peligroso y perverso de su historia era simplemente impensable, pues el miedo a los dioses gemelos era inmenso.

Los días gloriosos donde oleadas de ex vampiros llegaban a las murallas para pertenecer a la sociedad de cazadores habían pasado, ahora eran los humanos quienes hacían filas para inscribirse a los entrenamientos y probar sus habilidades para pertenecer al sequito de cazadores de demonios, monstruos y toda clase de seres sobrenaturales, solo aquellos con habilidades extraordinarias, fuerza y valor, podían formar parte de estos valientes guerreros.

También era común que criaturas sobre naturales se inspiraran en Bocky para poder formar parte de los defensores de la humanidad, pues no todas las criaturas estaban del lado de los dioses gemelos, había algunos que no se gozaban de hacerle daño a los humanos, ellos, temerosos por el peligro de ser asesinados, acudían para formar parte de este grupo de valientes, tal fue el caso de Drakenher, un minotauro a quien le asesinaron a su familia por que él y sus parientes se negaron a servirle a los dioses gemelos y al ser llevado como esclavo ante el rey por su procrastinación, este se liberó matando a sus captores, caminó durante muchos días y casi muere, pero logró llegar al lugar de los cazadores y rogó para que lo dejaran entrenarse, muchos como él, llegaban motivados por la ira, el odio y el deseo de vengarse de los dioses, porque eran huérfanos o habían asesinado a sus seres amados, otros, se unían para proteger a sus familias, así que el grupo de cazadores consistía de esta mezcla peculiar.

Cuando los cazadores sobrenaturales acudían al llamado de los trabajos donde los solicitaban para exterminar algún monstruo, la mayoría de los humanos terminaba huyendo de ellos o rogando por sus vidas, pero ya cuando les veían las marcas en sus cuerpos sabían que eran de fiar y los dejaban hacer su trabajo pagándoles lo que les correspondía.

Antes de la maldición del tiempo, a Alejandro y sus subordinados se les dificultaba mucho enfrentarse a seres mágicos o incluso a demonios, pero por suerte, algunos hechiceros y brujas terminaron aceptando el llamado y se unieron a los cazadores, ahora podría decirse que estaban preparados, con guerreros capacitados para enfrentarse a cualquier criatura que amenazara a la humanidad.

Ahora las brujas eran muy comunes, pero se mantenían en el anonimato, existía un odio profundo hacia ellas y con más fuerza la ignorancia de las personas les llenaba el corazón de un odio y aberración profundo por las hechiceras y seguía habiendo hogueras, quema y tortura de brujas y de muchas mujeres inocentes.

La postura de la iglesia contra los seres sobrenaturales era la misma, rechazo y condena absoluta, creían que todos merecían ir al infierno y eran criaturas de satanás, la religión estaba en contra de todo lo que fuera en contra de sus ideas y ellos eran los más sanguinarios y crueles con su propia raza.

Alejandro había construido algo sólido y esperanzador, a pesar de vivir en abundancia y riqueza, pasaban muchos duelos al perder a sus cazadores en manos de los guerreros y soldados de los dioses gemelos, sus propios hijos, este era un dolor que llevaba en su corazón, sabía que él y sus hijos eran enemigos a muerte, sabía en lo profundo de su corazón que algún día pelearían frente afrente.

La manera en la que ellos se enteraron de la maldición del tiempo, fue por medio de la bruja Babani, por ordenes de Beatriz y como un favor para su amiga pelirroja, ella fue en busca de la ciudad amurallada de los cazadores y les informó de todo lo que había sucedido.