luego de un par de días, Lía ya había despertado, se encontró sorprendida al verse dentro de una tienda de campaña, estaba cobijada con piel de borrego que la mantenía caliente, además de que había incienso aromático para que se sintiera mejor, los centauros habían sido buenos anfitriones con Eira y los otros familiares, Proteus su líder les había ordenado tratarlos como invitados de honor y así lo hicieron, él y Eira se pusieron al corriente, el destino terminaría devolviéndole el bien que en el pasado había hecho.
—¿Dónde estoy? —preguntó Lía adormilada.
—¡Princesa! —Beel y Emm estaban en su forma humana y saltaron contra Lía y la llenaron de besos.
—Niños…no me dejan respirar…—los gemelos solían ser muy bruscos, de tan fuerte que al estaban abrazando al estaban asfixiando.
—Ay, lo sentimos princesa, nos alegra que haya despertado, le avisaremos a Eira y a Lilith, han estado viniendo seguido para ver si por fin abría los ojos.
—¡No! Esperen…debo estar hecha un desastre, solo háblenle a Lilith, necesito bañarme. —A Lía le comenzaba a dar vergüenza que Eira la viera desarreglada, así que Beel fue corriendo en busca de Lilith y una vez que vio a Lía la lamió en las mejillas como de costumbre.
—Me alegra que ya se haya recuperado princesa, en un momento traerán una tina con agua caliente para que se aliste.
—Gracias, dormí como un bebé, esta vez no sufrí tanto como la primera vez que volví del inframundo, creo que cada vez me volveré más resistente. —externó Lía sonriente y añadió ¿Cómo esta Eira?
—Él se recuperó casi al instante, ha estado pendiente de usted en todo momento, cuando se enteró de que había despertado quiso venir, pero le dijimos que esperara en lo que se aseaba.
—¿Vinland esta con él? Sentí que se manifestó.
—Si, ese lobo no respeta las reglas, viene y va a su antojo ¿Qué ejemplo será para los otros? Los demás preguntan por usted y quieren manifestarse, pero no lo hacen por que saben que solo pueden presentarse ante usted si los invoca.
—Si no mal recuerdo loba astuta, fuiste tu quien comenzó a manifestarse sin ser llamada. —le dijo Lía con una sonrisa.
—Es muy diferente mi caso, pues nadie la cuida mejor que yo. — afirmó Lilith con orgullo.
—¿Y que hay de nosotros? —preguntaron Beel y Emm entre pucheros.
—Ay, si, también los mocosos. — Lilith estaba muy feliz de que los niños estuvieran de regreso, cuando los vio de regreso su corazón descansó y ahora no era tan dura con ellos, había entendido que, aunque eran demonios, eran solo unos niños.
—¿Podemos pasar con la bañera? Es lo más pequeño que pudimos conseguir, dijo Atenea una centauro de cabellos castaños muy hermosa, cuando la vio Lía se quedó maravillada de lo bella que era esa criatura, los centauros eran majestuosos, como ellos no se bañaban en bañeras, le consiguieron a Lía una olla donde cocinaban sopa, le colocaron agua caliente y así fue como Lía pudo bañarse.
—Gracias por las atenciones, eres muy amable. —le dijo Lía con amabilidad.
—No es nada, nuestro jefe quisiera conocerla, cuando termine de alistarse acompáñeme por favor. —le dijo Atenea y añadió —esperare afuera.
Lía se apresuró tenía un vestido verde de terciopelo y una capa color azul oscuro, cepilló su cabello y se veía hermosa, sus ojos verdes brillaban como dos esmeraldas y su cabello rojo la hacía llamativa.
Cuando salió, Atenea la escoltó hacia el comedor, que era al aire libre, en una enorme mesa había muchas frutas y carne deliciosa, además de pan y vino, Lía se moría de hambre y al oler la comida deliciosa le rugió el estómago.
—Cielos…siento que me comería un caba… —Lía cerró la boca ante la barbaridad que iba a decir y Atenea se río dejando a Lía avergonzada.
Al ver a todos los centauros sus ojos se abrieron de par en par maravillados, era la primera vez que veía tantos en su vida.
—¡Por fin se ha despertado señorita! ¿se encuentra bien? —le preguntó Proteus con una sonrisa amigable.
—Si, muchas gracias.
—Se ve algo confundida.
—No recuerdo bien como llegamos hasta aquí, lamento las molestias que le hemos causado, nos iremos pronto. —dijo Lía apenada.
—No son ninguna molestia, Eira es mi amigo y usted y sus familiares también lo son, además gracias a usted, hemos vivido más años de lo que podíamos imaginar, la maldición del tiempo no resulto una maldición después de todo, si no una bendición.
De pronto, las manos de Eira tocaron los hombros de Lía, él se acercó a ella y le susurró al oído.
—Me alegra que este bien mir reina.
A Lía se le erizó la piel, pues el aliento cálido de Eira en su oreja fría hizo que le dieran escalofríos.
—Eira…
—El clan de los hierro negro nos han acogido durante unos días, al salir del inframundo aparecimos en su territorio, han sido muy amables, él es proteus, un viejo conocido y un amigo.
—Es un placer conocerlos, yo soy Lía. — ella les hizo una reverencia de gratitud.
—Sabemos quien es usted, la bruja de la invocación, la hechicera que derrotó a Bitchancy y que vivió en el inframundo, quien posee a más de un familiar. —dijeron algunos centauros emocionados, pues Lía era una leyenda en los seres sobrenaturales.
—Pensábamos que era un mito, pero es real y además muy hermosa. —le dijo Odiseo sonriente.
—Oh, gracias. —Lía se sonrojó, era muy penosa.
—Adelante, coma todo lo que quiera, este banquete es para ustedes princesa.
—Solo díganme Lía, se ve deliciosa la comida muchas gracias, si puedo retribuirles en algo por favor díganme.
Lía, Eira y los centauros comieron mientras que Beel y Emm jugaban, Lilith y Vinland los cuidaban para que no fueran a romper nada.
Después de comer, Proteus se quedó a solas con Lía y Eira, él le contó todo lo que sabía sobre los dioses gemelos, lo que había sucedido y en lo que se habían convertido, Lía estaba muy triste al escuchar todo lo que decía de ellos.
#298 en Fantasía
#198 en Personajes sobrenaturales
villanos y heroes, magia brujos demonios vampiros y dioses, amor imposible
Editado: 11.03.2024