Los ojos de Vanhelsey eran muy extraños, su esclerótica tenía un parpado inferior y superior, además de su membrana que a simple vista no se notaba, pues parpadeaba demasiado rápido, pero Magnolia y Babani eran seres sobrenaturales, a ellas no podría engañarlas tan fácilmente, además de que, aunque Vanhelsey hablaba de manera prudente, lograron notar su lengua bífida.
Las chicas lo seguían, se dirigían al salón de baile donde sus hermosas bailarinas le darían un espectáculo a los hombres que como un enjambre revoloteaban alrededor de ellas, completamente embobados, manipulados por las curvas de aquellas mujeres bien dotadas, eran como setenta hombres provenientes de toda la región, completamente alcoholizados y alegres por lo que sus ojos verían a continuación, no tenían idea de que esa sería su última noche.
—Legamos, pueden acercarse o disfrutar el espectáculo desde aquí. —les dijo Vanhelsey con una sonrisa.
El sector rojo no era más que un nido de Sapters, una raza de reptiles muy antigua, hacia mucho que Magnolia no escuchaba de ellos y llegó a creer que estaban extintos, su verdadera forma la tenían normalmente durante el día, del torso para arriba, eran humanos y su parte inferior la de una enorme serpiente, que podían alcanzar los ocho metros de largo, dependiendo el sexo, las hembras llegaban a medir cinco metros aproximadamente, fueron considerados una plaga, al acabar con aldeas completas en solo una noche.
—El baile ya empezó… es evidente que los están hipnotizando, esos malditos ojos terminarán fundiéndoles el cerebro y esos hombres se convertirán en sus corderos…en su cena, morirán siendo devorados de un bocado por esas horribles cosas. —se dijo Magnolia en sus adentros y añadió. —será un verdadero problema si todas esas criaturas toman su verdadera forma, debemos irnos antes de que eso pase.
Babani había lanzado un hechizo en los ojos de sus compañeras de viaje, para así protegerlas del efecto de la hipnosis que las Sapter ejercerían sobre sus pobres víctimas.
—¿Por qué este hombre no me quita las manos de encima? ¿cree que el hecho de ser guapo le da el derecho de rodearme la cintura? —Lucia intentó zafarse de él, pero este se aferró más a ella y la acercó de un jalón a su cuerpo.
—¿A dónde crees que vas? —le preguntó Vanhelsey sonriendo pícaramente.
—Eh…tengo mucho calor, iré a buscar un poco de agua. —le dijo Lucia quien sentía todos sus sentidos alerta.
—No iras a ningún lado linda, ninguna de ustedes lo hará, serán el alimento de primera calidad para mis hembras preñadas, mis bebés deben nacer fuertes y saludables.
—¿Qué?
—Lo siento, no es personal, realmente me cayeron bien y hubieran sido unas buenas chicas en el distrito, pero, debo apostarlo todo por la sobrevivencia de mi pueblo.
En ese mismo momento, Vanhelsey tomó su forma original y se convirtió en una enorme serpiente, dejando horrorizadas a las chicas, especialmente a Lucia quien jamás había visto una criatura como esa, era como una titano boa.
—Por Dios…. ¡Auxilio! —gritó Lucia llena de pavor, pues les tenía fobia a las serpientes.
Vanhelsey la enrolló con su cola y la aprisionó apretándola con fuerza, pero cuidando no romperle los huesos.
—¡Abuela ahora! —Gritó Magnolia quien tomó una de las espadas que tenían para el show y subió a toda velocidad en el cuerpo de la enorme serpiente.
Mientras todo esto sucedía, las bailarinas comenzaban lentamente a transformarse, los hombres sonreían como unos lunáticos, estaban completamente hipnotizados por ellas, Babani debía despertar a los hombres de su embrujo y regresarlos a la realidad para que escaparan.
—¡Se les acabó su juego malditas víboras! —Babani logró que los hombres volvieran en si y a ellas las arrojó con su magia sobre un montón de paja que había del otro lado de la tarima provocando su enojo.
—¿Qué creen que hacen? —Vanhelsey estaba furioso, aquellas mujeres terminaron siendo un verdadero fastidio para él.
—¡Dejaste entrar un depredador al nido maldito reptil! —exclamó Magnolia mientras lo hería en el abdomen.
—¡Ahhh! Eres demasiado fuerte para ser una simple humana. —dijo Vanhelsey con enojo mientras la lanzaba contra la pared con violencia.
—¡Es que no soy humana! —ante sus ojos el hechizo de Babani cayó y los ojos rojos de Magnolia brillaban como el fuego en plena oscuridad.
La vampiresa se puso de pie y se abalanzó contra él llenaba de rabia pue su vestido se había estropeado.
—¿Una vampira? —se preguntó extrañado.
—Me estoy muriendo de hambre, no es buena idea que me hagas enojar gusano.
—¿Crees que puedes vencerme vampiresa? No importa que seas inmortal, esperaré a que salga el sol y te expondré a sus rayos hasta que desaparezcas.
—No vas a durar tanto. —Magnolia se le fue encima y comenzó a luchar contra Vanhelsey, pero este no soltaba a Lucia, así que mientras la traía de aquí par allá logró agarrar una espada que se encontraba entre los escombros y como ya había liberado sus brazos logró enterrársela provocando que la soltara por la reacción del dolor que sintió en el momento.
—¡Ahhh!
—¡ya fue suficiente! ¡No soy un maldito trapo para que me sacudas sin piedad! —exclamó Lucia llena de adrenalina, quería alejarse de él lo antes posible y corrió hasta el otro extremo para ponerse a salvo.
—Para que veas ella si tiene mucha fuerza para ser una simple humana. —dijo Magnolia sorprendía.
—¡Voy a matarlas a todas! ¡no quedaran ni sus huesos!
—Debes estar muy desesperado. —le dijo Magnolia en un tono burlón y añadió. —al parecer eres el único macho que queda, si te mures no habrá más como tú, las hembras duraran unos años, pero al no poder reproducirse, tu raza se extinguirá ¿no es así? Por eso creaste este distrito, atraías el alimento sin la necesidad de cazar y arriesgarte a perecer en el intento, ¿cuánto tiempo duró tu negocio? ¿diez años? Jajaja ¿y en todo ese tiempo no te ha nacido un varón? Jajaja que fracaso, despierta inútil, tu raza está destinada a extinguirse.
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Editado: 11.03.2024