Luego de ese día tan caótico, Luis ya se encontraba en su casa. Era un domingo algo flojo, ya que él no pudo dormir mucho esa noche.
"aaaaa......."
Luis, algo atontado, estaba echado en la mesa de la sala.
"¿Qué hora es?"
Luis vio el reloj.
"Oh, genial"
Él se levantó y se alistó para ir a la calle. Parecía muy animado. Al salir, fue tomando el camino que siempre tomaba con Sayori, pero se desvió en la tienda de conveniencias que siempre recurría, por la cantidad de personas en ella, parecía que recién habían abierto.
"A ver, dónde está..."
Luis fue a la sección de gift cards y tomó unos cuantos. Naturalmente, fue a entregárselos a la cajera, agarrando uno que otro snack en el camino.
"Muchas gracias"
Luego de terminar de comprar, se retiró a su casa.
"Uff, bueno, todo eso valió la pena"
Luis subió al segundo piso de su casa y fue a la puerta del cuarto de su hermanita. Abrió silenciosamente la puerta y la vio durmiendo. Con mucho cuidado, dejó la gift card y los snacks en su mesa de noche. Sacó una nota de su bolsillo y con un bolígrafo que estaba por allí, escribió: "Feliz cumpleaños".
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