Al terminar regresábamos a la casa, porque todas las noches mi mama se sentaba con nosotros a estudiar y nos enseñaba modales, hablar, leer, escribir y los números.
Al siguiente día le di comida a mi hermana, la acosté y cerré la casa. Pero esta vez fui a buscar al señor del jeep que se llamaba Raúl y cuando él me vio me dijo:
– ¿Fernando que haces aquí?, yo lleve a tu mama en la mañana, ¿tu deberías de estar en la casa con tu hermana?
– ¡Mi hermana está bien! ella está durmiendo, por favor no le diga a mi mama que vine, antes que me dé consejos lo que necesito es que me dé un trabajo.
Raúl si sabía la historia de mi mama y él me dijo:
– ¿Y tú qué sabes hacer?
-Le limpio el carro y los asientos. ¨estaba vez no iba a decir que no sabía hacer nada¨
- ¿Y tú tienes tus macundales?
– Si yo tengo mi cepillo, un trapo y una esponja.
– ¡SI! bueno búscalos para que laves un carro que tengo estacionado por allá, aprovecha un poquito de jabón que tengo en un balde cerca del carro.
¨Jajaja menos mal que me dijo que tenía jabón porque en mi casa no había¨
Me fui corriendo y busque todo lo que estaba en la casa para lavar ese carro, entre con cuidado para no despertar a mi hermana, agarre la escoba con el trapeador y no tenía esponja; Pero me fui con eso lo más rápido que pude antes de que se arrepintiera.
Cuando yo llego allá me estaba esperando el señor Raúl y me dice:
-¿Y la esponja?
-Yo no la encontré pero como usted me dijo rápido agarre lo que conseguí
- Que suerte la tuya… donde está el jabón hay una esponja con la que yo mando a lavar los carros y dale rápido con esos dos antes de que llegue tu mama, que a ti te castiga y a mí no me va a hablar más. Lávalos hay donde yo te vea.
Ese fue mi primer trabajo y tengo que reconocer que por dentro quedaron limpios, pero por fuera quedaron todos veteados porque yo no llegaba hasta allá arriba. Hasta donde alcance quedaron bien.
Yo le agradecí al señora Raúl.
El pasaje en ese tiempo costaba 0.25 bs y por lavar los dos carros me pagaron 5 bs. Yo me sentía millonario, hasta llegue asustado a la tienda, porque pensaba que me podían robar en el camino si la gente se enteraba lo que tenía en el bolsillo.
Ese día compre en la tienda una bolsa de jabón y una esponja. Me acuerdo que compre un pino de olor y dos chupetas famosas que tenían el chicle adentro pague 2 bs y me quedaron 3 bs.