Capítulo 2
—Hola —susurro confundida, no lo recuerdo.
—No te acuerdas de mí —dice el chico divertido mientras deja el casco sobre su KTM.
Su cabello es entre castaño claro o rubio porque su leve barba es castaña clara, sus ojos son profundos y si no te acercas no sabes el color, sus labios curvados en una sonrisa y su nariz muy bien armonizada con su rostro. Se parece a la chica que me abrió la puerta, solo que el labio inferior de ella es más regordete.
—No me acuerdo de ti —confirmo tratando de asociar al chico de overol de competencia deportiva motocross, mi hermano tenía uno mismo.
—Soy Lautaro —la verdad me deja ahí mismo, no lo recuerdo—. Mi mejor amigo es Enzo, recuerdo que te gustaba.
—¿Qué hiciste? —cuestiono recordándolo diferente.
—¿Por?
—Te ves muy diferente.
—Tu también Mon, también te ves muy diferente —asegura llegando donde mi, acerca una mano—. No, lo siento, te puedo ensuciar.
—¿Qué haces aquí?
—Pues, vas a trabajar para mis padres.
—¿Me estás tomando el pelo? —cuestiono cuando noto quien es que se acerca.
Los chicos recién llegados se bajan de la moto quitándose el casco casi en cámara lenta, miro a Lautaro y quisiera ahorcarlo, este por su parte me ve fijamente queriendo ocultar su sonrisa, se cruza de brazos y moja sus labios.
—¿Monserrat? —maldigo al chico frente a mi que vuelve a apretar los labios, respiro profundo y me vuelvo a ver a mi ex.
—Hola, Pablo.
—¿Cuándo llegaste? —se acerca como si nada y fugazmente besa mi mejilla.
—Hace unas horas.
—Hola Monse —sonrío a Enzo que no se atreve a acercarse, e sonrío cordialmente y me concentro en Lautaro, quien parece muy feliz.
—Yo ya me iba, que tengan una buena tarde chicos.
—Gracias Mon —resisto mis impulsos y sólo me monto en el auto.
Enciendo el vehículo y le marco a mi hermano, cuando éste contesta yo ya estoy saliendo de la propiedad. Le comento sobre el auto y que ya voy a la casa, también le comento con quien me he encontrado y casi se ahoga por estar tomando coca cola.
—Pero me queda una duda ¿Cómo es que Lautaro sabe que me gusta Enzo? Y ¿Por qué ahora es que andan ellos tres juntos si se supone que Enzo se va a casar con la ex de Pablo? ¿No tienen códigos los hombres?
—Pues, es que para tu primera pregunta, fue la Maca la que le dijo a Lautaro.
—¿Cómo es que tu novia sabía ese dato?
—Nunca ha sido mi novia, es mi mejor amiga nada más —se excusa mi hermano con nerviosismo—. Pero ella fue la que le dijo, Pablo y Enzo siempre han compartido chicas, excepto por ti porque fuiste la más importante de Pablo y por eso eres intocable. Y andan juntos porque siempre fueron amigos, salvo por la vez en que tu ex salió contigo porque todos sabían de esa broma que te hicieron, ahí Lautaro se alejó de ellos por un tiempo, pero tu fuiste la tonta que salió con el que se le insinuó primero y no con el que realmente le gustaba.
—Gracias por decirme la verdad así de cruel.
—Por nada, sabes que soy Muchu, muchu para el mundo.
—Horrible tu chiste, que quieres que te diga —se ríe y se finaliza la llamada, había olvidado que la señal acá no es tan buena en algunos sectores.
Llego a la casa y salgo viendo que hay un auto en mi espacio donde estaciono todo el tiempo, dejo el auto bajo techo y entro a la casa, no escucho a nadie y es por eso que decido ir a la habitación donde mi madre trabaja.
—Mamá —llamo abriendo la puerta y me encuentro con Paulina sentada frente a mi madre que trabaja en lo que sospecho es un vestido de novia—. Hola Paulina.
—Hola, Monserrat, creí que no vendrías ahora que estás tan cómoda en Santiago.
—No, siempre vengo por las vacaciones.
—Si hubiésemos sabido te invitamos a la boda —dice ella y no le creo para nada, se nota que le incomodo demasiado.
—No te preocupes. Mamá voy a estar en mi habitación —mi madre asiente con la cabeza entendiendo que debería haberme avisado y así nos evitabamos este incómodo momento.
Salgo de la habitación y me voy a la mía. Me acuesto en mi cama y reviso un poco de tiktok para no aburrirme, trato de ver algún programa en la televisión pero no encuentro nada bueno, pues en todos los canales nacionales hay novelas turcas o brasileñas y ambas avanzan muy lento y son eternas. Vuelvo a revisar mi celular, concretamente mi Instagram, como por arte de magia y yo no sé si el teléfono te lee los pensamientos, pero me encuentro con el perfil de Pablo de buenas a primeras, reviso sus historias, tiene dos con quien creo es su novia y luego una muy reciente, es en la parte alta de algún cerro cercano donde se puede ver el lago, es una hermosa imagen, las tres motos y etiqueta a los chicos que lo acompañan, toco el de Lautaro y reviso el perfil del chico.
—Monserrat —mamá abre la puerta de mi habitación y giro mi cabeza para verla, dejo mi celular de lado.
—Dime.
—Era un vestido de novia, no podía negarme.
—Es tu trabajo ma’, pero me podrías haber dicho que ella vendría, es muy incómodo tener que verla, es extraño y al parecer no le agrado.
—Es que sería diferente si es que el pueblo completo no supiera que siempre te gustó Enzo.
—¿Cómo que todo el pueblo?
—¿Jano no te contó?
—Dijo algo sobre la Maca, nada más.
—Lo voy a llamar, tiene que decirte todo —se va tal como había venido, miro mi celular nuevamente y noto que ha publicado algo nuevo, una serie de fotos en el mismo lugar con sus amigos, unos videos de cuando subían y algo así, salgo de su perfil y decido ver cualquier otra cosa más.
—¡Alejandro, dile la verdad a tu hermana o me voy a enojar!…¡¿Quieres que ella se entere por alguien más?! ¡Si eres tan aweonao niño por Dios! Es que no sé en que estuve cuando te parí, weon oh.
—Mamá ¿Qué son esos gritos? —cuestiono mientras veo como ella alza su pantula en una mano y mi hermano se aleja por el otro lado de la mesa, basta decir que la desquicia mucho más porque no deja de reír.
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Editado: 15.11.2024