- ¿Qué quieres? - preguntó Suk
Jin - ¡Vaya forma de tratar a una persona que ha venido a pedirte disculpas!
Mi Suk lo miro extrañada, ahora que se había enfrentado a la realidad y que él ya no era su jefe no sentía el habitual cosquilleo en el estómago estaban al mismo nivel, podía hablarle como quisiese. ¡Si ya ni siquiera le gustaba!.
Suk - Voy a adivinar, estas aquí porque al fin Tae consiguió hacerte ver que hoy era mi último día.
Jin movió los pies inquieto - Si y no. Vamos Suky sabes mejor que nadie que he estado ocupado, lo siento, lo siento mucho y me siento como un canalla por no haberme dado cuenta que te marchabas.
Suk - En la oficina había una tarta para mi de despedida junto a la cafetera, te comiste tres porciones y no viste que ponían " buena suerte en Busan" estoy segura de que sabes leer.
Jin - Vamos Suky, he estado ensimismado con el trabajo, ¿Te mudas a Busan?
-Mi hermano vive allí - dijo Suk
Jin- ¿Así que te mudas para vivir con tu familia?
Suk estuvo a punto de decirle que se mudaba para alejarse de él, pero lo pensó mejor- Escucha Jin estoy muy ocupada, tengo que guardar todas mis cosa en el coche, después tengo que buscar un hotel y acostarme temprano para poder salir mañana a primera hora.
Jin - ¿ A que aparte de Busan vas?
Suk - Que mas da - comenzaba a ponerse furiosa, justo cuando ella quería sacarlo de su vida, el parecía dispuesto a acampar junto a su puerta.
-Solo es curiosidad- dijo Jin - Hemos pasado dos años juntos y... - tres- lo corrigió ella - tres, tres largos años- continuó Jin mientras se dirigía al salón el cual estaba vacío salvo por las cajas - y ahora te marchas, no parece lo correcto.
Por primera vez desde Jin había llegado Suk comenzo a debilitarse, había dado en el clavo, su marcha no parecía lo correcto, parecía forzada y rara. Aún así ya era tarde para arrepentirse.
-Si resulta extraño - dijo Suk moviendose inquieta.
-Y es el peor momento para la empresa - dijo Jin un poco entusiasmado dándose cuenta que ella dudaba.