Eres mi desgracia más grande que se pudo atravesar en mi camino, como una persona que le hizo tanto daño a su propia sangre tiene el descaro de mostrar cómo es feliz con su nueva familia. No tienes límites, no tienes corazón y lo único que tienes en tu ser es puro corazón de anime, de este que no late, que no siente absolutamente nada.
Mi dolor es peor cada día con cada acción que haces, con cada descaro que demuestras, Dios eres perfecto pero ¿por qué me atravesaste a ese animal en mi vida? Si, eres un animal porque no estás enterado de todas las heridas abiertas que me produjiste. Me estoy desangrando en un fondo sin salida y todo es tu culpa.
Tus acciones serán mi renacimiento, tus humillaciones serán mi fortaleza y tus desprecios serán mi motivación a seguir con las personas que si me quieren, me valoran y protegen a pesar de cualquier error que puedan cometer.
Tú no te mereces nada de mí, ni amor, odio ni desprecio sino indiferencia esa que te mata poco a poco y tu conciencia se irá despedazando pieza por pieza hasta que quede vacía. Te aseguro que cuando vengas a mí de nuevo ya yo habré volado tan alto que ya no necesitaré de tus alas para poder vivir.
Hoy eres mi ángel convertido en mi tormento pero pronto te convertirás en un recuerdo, porque los errores no se cometen dos veces...