Daniel se fue junto a sus amigos y su padre a un lugar alejado de la fiesta, él se posiciono en medio del claro donde se encontraban y sus amigos se posicionaron en los cuatro puntos cardinales (Norte, Sur, Este y Oeste), cuando empezó el eclipse, sus cuatro amigos empezaron un ritual, alrededor de Daniel apareció un circulo con símbolo lycan.
El cuerpo de Daniel empezó a retorcerse y de él salió una esfera completamente negra, tornándose blanca, su lobo interior, totalmente blanco, su mirada cambiaba a un ámbar-dorado, su cuerpo se sentía completamente extraño, sentía más fuerza, empezó a tener todos sus sentidos mejorados, su lobo incremento su tamaño, sintió su brazo derecho quemar, pues se estaba desarrollando la marca Lycan que lo califica como uno de los siete sacroeques.
En medio del eclipse cerro sus ojos y miro a una chica, sintió su dolor y una palabra fue susurrada a su mente, ¡Protégela! Su lobo aulló cuando finalizaba el eclipse. Una vez el eclipse estuvo casi completo y su marca que lo identifica como sacroeques que estaba en su espalda, desaparecio.
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En otro lugar un chico y dos chicas, influenciados por el eclipse se fueron a un claro, en tres puntos distintos, en el centro se creó un circulo con el símbolo de Lycan, los chicos entraron al círculo, empezaron a conjurar en trance, el círculo se agrando y a cada lado de las personas que estaban adentro apareció su lobo, eran de distintos colores, uno Gris que era de un joven llamado Jaxon, uno Beis que era de la chica llamada Ashley, uno rojo que era de la chica llamada Elizabeth, su mirada cambio a gris-plata, simbolizando cinco de los siete Sacroeques, a estos se les formo también la marca de Lycan en la su hombro derecho y posteriormente sintieron su cuerpo cambiar, tal y como le había pasado a Daniel, Nicholas, Leo y Brian.
Cerraron los ojos y vieron a una vieja amiga, escucharon un susurro, ¡Protéjanla! Sintieron su dolor, sintieron su poder y sentían como eran atraídos hacia ella, sus lobos aullaron cuando ya estaba acabando el eclipse. Una vez pasado el eclipse, el círculo de Lycan desapareció, sus lobos volvieron a sus respectivos dueños, y el trance en el que entraron los tres chicos y las dos chicas, desapareció junto con cualquier tipo de marca. Todos cayeron al suelo, inconscientes.
Visión
Un bosque…
Un palacio de cristal…
Unos cuantos pasillos…
Una corte real de ángeles…
Jeannine estaba viendo a una reina y toda su corte discutir. En esa misma sala, se encontraba Nick, viendo y escuchando la misma conversación, ella veía a la reina y la corte, más ellos no la podían ver, ni presentir.
“Es imposible, ella no puede estar viva, se supone que en nuestra última pelea la mate” decía la que era la reina.
“Sera un malentendido” hablo uno de la corte
“Si ella está viva, debemos prepararnos, la guerra será pronto” intervino Daniel.
“No puede acabar así, ella no me puede ganar, será ella o ambas, pero no la dejare viva” decía la reina molesta.
“No estaba entrenada cuando ustedes pelearon, seguramente aún no está capacitada para vencerla, seguro fue un golpe de suerte” hablo Daniel.
“Aun con inexperiencia ella puede ser muy peligrosa, es un demonio, su inteligencia para la lucha es sorprendente”
“Es gobernante del Inframundo, todos esos demonios son guerreros por experiencia”
“Es muy poderosa”
“Que haces con enviar un soldado a la guerra si no sabe usar un arma, ella no sabe usar su poder, puede ser que la consuma, además te tenemos de nuestro lado, seguro serás la siguiente reina de todo lo existente” dijo la reina.
Una Jeannine diferente se acercó hasta quedar al frente de la reina, la brisa empezó a volverse un tornado, la tierra y el palacio temblaban, los árboles y las flores se empezaron a quemar, todo por el simple deseo de esa Jeannine, que le habían molestado las palabras de la reina, simplemente la vio a los ojos y prometió.
*Yo en este día, prometo terminar la guerra que tu empezaste, y prometo acabar contigo y tu linaje de traición* se escuchó su voz, pero no era ella hablando.
Le susurro a la reina, para luego ver en sus ojos el miedo, la ira y la confusión.
Fin de la visión