Con un pocoton de chocolate corriendo por sus venas Alejandra estaba más desinhibida, charlaba tranquilamente con Leonardo, éste tenía el terreno preparado para lo que tenis en mente.
-Voy a contarte mi experiencia personal, la cual influyó en mi estilo gerencial. Primero que nada te diré que amo lo que hago, el día que no sienta pasión por mi trabajo prefiero retirarme. Tampoco dejo que el estrés impidan disfrutar cada cosa que hago. Más allá del éxito y el reconocimiento profesional que como todo ser humano me atrae, me gusta ver el trabajo finalizado y la satisfacción del cliente que lo ha solicitado. El deber cumplido y la belleza que existe en cada creación. El tecnicismo unido al talento creativo que hacen posible la magia. Pero eso mi niña sólo es posible manteniendo un equipo de trabajo unido ya que es igual a los instrumentos de una orquesta cada sonido cuenta hasta lograr la melodía perfecta. Yo soy el director de la orquesta pero el talento está en cada uno de mis empleados. Por eso debo tener empatia con cada uno de ustedes.
Alejandra estaba fascinada con esa información. Admiraba a su jefe desde el punto de vista profesional. Era su ejemplo a seguir. Tenía el don de la palabra. Era tan claro. Sin rastros de vanidad y tan seguro de si mismo.
-Puede sonar como un cliché pero de nada vale llegar a la cúspide sino disfrutamos todo el proceso. Tomando conciencia que solamente es un trozo del pastel. Tenemos otros roles que no deben quedar relegados en segundo plano. Nuestra familia por ejemplo. Nunca debes descuidar a tus seres queridos.
-Entiendo. Cómo llegaste a esa conclusión?. Por favor, dime. Es un tema muy interesante y te expresas muy bien. Reconoció Alejandra. Ella sabía que entre líneas le decía que dejara de ser tan obsesiva y controladora.
-Nada fácil . Necesité terapia. Sabías que Argentina triplica a los países desarrollados en cuanto a las visitas a los terapeutas por los lugareños. En realidad, al contrario de lo que imaginas, solía ser muy irresponsable y rebelde, me gustaba divertirme, aunque no llegué a nada delictivo si tuve muchas discusiones y enfrentamientos con mi padre, lo que me alejó de mi familia. Cuando él falleció por un ataque cardíaco, lamenté profundamente ese comportamiento tan inmaduro. Perdí encuentros familiares . Por eso ahora trato de recuperar el tiempo perdido. Como parte de ese proceso también trabajo en controlar mi temperamento. Mi salud. Física y emocional.
- Después que lo enterramos tomamos la decisión de cerrar las oficinas de la empresa que fundara y que acabó con su organismo y le costara la vida. Mi madre retomó su profesión y yo terminé mis estudios y fundé junto con ella la agencia de publicidad. Con un nuevo enfoque.
-Muy sabio de tu parte. Agradezco compartieras esas confidencias conmigo. Hay una pregunta que ronda mi cabeza. Hay alguna manera de zafarme de la petición del señor Kokoi. Cuáles serían las consecuencias de rehusarme a hacerlo?. Preguntó Alejandra rogando porque Leonardo le dijera que ninguna pero temía esa no sería su respuesta .
-Nadie puede obligarte. Hay varias opciones. Presentarle otra idea, ofrecer otras modelos o en el peor de los casos no llegar a cerrar el trato. Lo más grave que puede ocurrir es la pérdida de dinero y no se trata solamente del que dejaríamos de percibir. También tendríamos que devolver el anticipo y posiblemente enfrentar una denuncia por incumplimiento con el daño a nuestro ranking como empresa recomendada por las mejores compañías de la región.
-Eso no puede pasar. Ya dedique una buena parte del tiempo estipulado para mi pasantía en este proyecto. Ya no tendría tiempo de iniciar otro. Perdería el semestre.
-Me falta advertirte que como la idea está en su poder de no llegar a ningún acuerdo ellos pueden tomarla y realizar la campaña con otra agencia porque aún no tenemos los derechos de autor registrados.
-Augh!, Ahora si estoy entre la espada y pared. Musitó Alejandra visiblemente consternada.