Mi Bello Amor

Capítulo 19.- Recompensa?

Al día siguiente se reunió con Karla, debían preparar lo del viaje, pasajes, estadía, viáticos y aspectos logísticos, ya faltaban pocos días para partir. Tenían la lista de los empleados así como también de las personas a contratar. En este sentido buscaron agencias brasileras para reducir gastos. Ellas mismas hicieron todo el trámite sin intermediarios ya que Karla  tenía tiempo en la agencia y sabía armar itinerarios perfectamente con los detalles necesarios para evitar contratiempos. Alejandra aprendía cada vez más y le gustaba ese mundo.

En la tarde, regresó Leonardo y se ofreció a llevarla a su residencia. En el camino ella le contó sobre su velada con Annabella, sus ocurrencias más que nada, por lo que se rieron un rato. 

Él la llevó a un local de comida venezolana, los cuales debido a la cantidad de migrantes que llegaban podían conseguirse en distintos puntos de la ciudad. Ella encantada de volver a probar tequeños con salsa de ajo y su bebida preferida la malta.

Llegaron a la residencia y él sacó su billetera . Ella lo miró extrañada.

-Quiero darte una recompensa por todo el apoyo que has dado a mi familia. Es una muestra de agradecimiento. Tal vez, puedas usarlo para mudarte a un lugar más céntrico y más cómodo. 

-Voy a hacerme la idea, esto no está pasando. Lo hice porque le tengo cariño a su madre. Me siento ofendida con ese ofrecimiento. Puede guardarse su dinero. No me interesa. Profirió dándole la espalda y caminando con pasos apresurados, entró al edificio y de inmediato se oyó cerrar la puerta de un porrazo. Estaba que ardía de la furia por eso prefirió retirarse antes de hacer algo que luego se arrepintiera.

Leonardo se retiró sin saber el porqué de su actitud. Su intención no era hacerla sentir mal. En su vida estaba acostumbrado a solucionarlo todo con dinero. Y sabía ella lo necesitaba. Entonces, porqué no aceptó. Arrancó sin entender nada. 

Mujeres!!.

Alejandra por su parte caminaba de un lado a otro en el reducido espacio de su residencia. Estaba enardecida. Hablaba sola porque sentía iba a explotar

  - Que le pasa a ese idiota. Que se cree. Claro! como tiene dinero y un apartamento de lujo yo tengo que aceptar me pagué por el favor. Ridículo. Se la fumó verde. Diría Carlos. Bien bueno pensar yo iba a aceptar eso. Y yo, como si nada tendré que traerme mi orgullo y sentarme a su lado mil horas en ese viaje. Sólo a mí me pasan estas cosas. 

- Tranquila Alejandra. Tampoco es para tanto. Levanta el ánimo, diría mi papá. Eres mi orgullo, diría mi madre.

Así se logró calmar. Era algo que habitaba hacer. Recordando a su familia en situaciones difíciles conseguía calmar su temperamento. Los extrañó más que nunca así que tomó el teléfono y se comunicó con ellos. Incluso con sus abuelos en Portugal. Ahora si se sintió mejor. Era la dosis familiar de cariño que necesitaba.

 

 

 



#22803 en Novela romántica

En el texto hay: comedia, romance, drama

Editado: 01.09.2021

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