ov lía
- necesito volver a casa - agregó mientras veo como su sonrisa se va y vuelve a colocar esa máscara sería en su rostro.
- ¡Me estás jodiendo Lía o que! - me dice levantando la voz y mirándome muy fijamente intentando intimidarme.
- yo eh no Zed, pero entiéndeme tengo que regresar a mi vida normal; no puedo estar escondiéndome y dejando de hacer mis cosas solo por unos simples golpes - dije bajando la vista hacia mis pies al ver como se erguía y parecía más alto y grande de lo que ya era teniendo en cuenta mi tamaño, eso verdaderamente asustaba.
- Necesito volver a la escuela debido a que he estado faltado mucho este último tiempo y recuperar mi empleo - esto último lo dije más para mí que para él, pero igual lo termino escuchando.
- Es enserio Lía, es que acaso no lo entiendes, tú no volverás por nada del mundo a esa casa donde ese maldito podría aparecer, y además no sé cuál es la necesidad de volver si ahí no tienes nada ni nadie. - me lo dijo tan directo que la verdad me dolió, porque, aunque yo lo supiera, que te lo diga otra persona no es lo mismo.
-ah y por la escuela no te preocupes un chófer te llevará todos los días si es necesario, y para recuperar lo que has perdido por las faltas te puedo contratar un profesor o si quieres le puedes decir a tu amiga que venga y ya. - me dijo mientras se dirigía hacia el baño ignorando mi cara de sorpresa e indignación.
- Espera Zed, es que no entiendes - le digo levantando la vista y sintiendo como la rabia sube por mi cuerpo, no me gusta que nadie me quiera manejar la vida y mucho menos cuando desde chica he aprendido a ser independiente.
- No amor, la que no entiendes eres tú, ya te he dejado todo claro y de esta casa no sales - reprimo una sonrisita al escuchar ese apodo de nuevo, pero al instante me doy cuenta de lo que dice.
- NO, ES QUE ACASO QUIERES QUE CAMBIE TODA MI MALDITA VIDA DE UN DÍA PARA OTRO POR UNA SIMPLE GOLPIZA. - le grito sintiendo como las lágrimas caen por mi cara
- No princesa no quiero que cambies tu vida de un minuto a otro, solo quiero tu bienestar y que estés a mi lado para que te pueda proteger de todo y todos - me dice mientras me seca las lágrimas con ternura y me abraza.
- Pero yo no estoy preparada para dejar todo atrás y menos para explicarle a Mady el motivo de mi inoportuna desaparición y el porqué de un día a otro esté viviendo contigo, siendo que apenas nos conocemos y tampoco tenemos una relación. - le digo sentándome con cuidado en la orilla de la cama mirando mi mano vendada.
Siento como se dirige a mí y se sienta a mi lado atrayéndome a su regazo y poniendo su cabeza en mis hombros.
-princesa, no hace falta estar preparada para ver el mundo de una manera nueva lo que te hace falta es tener la valentía de enfrentarte a los problemas y no dejar que los mismos te ganen o te hagan daño - me sorprende el tono con el que me lo dijo, fue suave como si supiera de lo que hablaba.
- Lo sé. - le digo mientras siento como deja un beso en mi cuello y levanta su rostro para verme a la cara.
-pero tengo que trabajar igual Zed, no voy a dejar que me mantengas por nada del mundo. - agregue rápidamente.
- No, eso no está a discusión Lía. No volverás a ese lugar donde van personas que no están en cosas legales que digamos, borrachos, drogadictos, y hasta tipos que se quieran propasar contigo y eso no lo voy a permitir .Tu eres una chica muy linda e inocente para mi gusto y no puedo dejar que nadie te lo saque. - me dijo separándose un poco de mí y quedando recostado en la cama.
- Cálmate respira, quizás pueda conseguir otro trabajo - le digo tomando su cara entre mis manos y acercándome veo como su cuerpo empieza a tensarse y su respiración acelerarse.
- no lo necesitas, yo puedo darte todo - me dice más tranquilo.
- No me gusta depender de nadie Zed y no voy a dejar que me hagas cambiar de opinión - le digo mientras quito mis manos de su rostro a lo que frunce el ceño "al parecer le gusta que lo toque".
- Eras tan terca, orgullosa, y me vuelves loco, pero está bien - me dice mirándome fijamente.
- yo te vuelvo muy loco no? - digo y me sonrojo al instante de haberme dado cuenta que lo dije en voz alta.
Escucho como suelta una fuerte carcajada ronca,¡Se ve lindo y sexy ...Aarg! Este hombre me alborota las hormonas de una manera en que nadie jamás lo ha hecho, ni siquiera mi ex.
- Tienes razón, te quiero tal como eres. - Me dice acariciando mi mejilla.
Y sin poderlo evitar miro hacia sus labios y siento un fuerte impulso de querer besarlo.
Y así lo hago, al principio se sorprende por lo repentino de mi acercamiento y luego de unos segundos me sigue el beso de manera suave, pero a la vez apasionada.
Siento como nuestros labios encajan a la perfección, como si estuviera hechos el uno para el otro. su lengua acaricia mi labio inferior pidiendo pasó por lo que abro un poco mi boca dándole así permiso a explorar toda mi cavidad bocal y haciendo que el beso se vuelva cada vez más intenso, nos separamos lentamente y juntando nuestras frentes.
- Le tue labbra sono la mia nuova dipendenza e la mia nuova perdita, amore mio *. - Lo escucho decir acaso eso es ¿italiano?
- ¿Que dijiste? -le digo separándome notablemente confundida.
-Averígualo, por cierto, necesitas reposo princesa. -dice mientras me saca de arriba de su cuerpo y se pone de pie intentando ocultar la evidente tienda de campaña que se ve en sus pantalones. "wau yo provoque eso".
al acomodarme bien en la cama me acuerdo de algo importante.
- Zed podrías traer mi ropa para tomar un baño y mi teléfono, ¿tú lo tienes no? - le digo.
- pero si te ves perfecta con mi ropa princesa. - me dice mirándome de arriba a abajo.
- aarg está bien, la mandaré a traer en unos minutos y tú teléfono no lo he visto. - Me dice cuando ve mi cara.