—¿Como pudieron?— pregunta se toma un suspiro—llevan ya 3 expulsiones. Ya no se que hacer con ustedes.— Dijo pasando sus manos en la cara, señal de frustración.
Ruedo los ojos.
—Mamá estás exagerando, solo fue una broma inocente.— Dije cruzada de brazos.
—Tía. No se ponga así, además ese director desde el primer día que nos vio nos odio. Busco cualquier pretexto para expulsarnos.— Dijo Madison fingiendo tristeza.
Lo bueno de esto son ¡¡vacaciones!!, Mamá pone un "castigo" pero siempre nos salimos con la nuestra y hacemos lo contrario.
De repente puso una cara con una sonrisa malvada.
—¿Mamá?¿Por Qué pones esa cara?—pregunte con una sonrisa nerviosa.
—Esta vez chicas. No hay vacaciones. Esta vez estuve preparada para cualquier cosa, ya tengo donde estudiaran. Pero esta vez las cosas no serán lo mismo—dijo cruzándose de brazos provocando que Madison y yo nos miremos con miedo.
—¿De que habla tía?—Preguntó Madison tratando de ocultar su miedo.
—Estudiaran en la residencia
NewDream—Dijo con una sonrisa— irán mañana mismo.
—¡¡¿QUÉ?!!¡Mamá no puedes hacer esto!—dije enojada.
—¡Samantha Jackson! No me levantes la voz—dijo molesta.
—Perdón mamá. Pero es injusto—dije subiendo las escaleras y me encerré en mi habitación.
Me sentía frustrada. Quería golpear algo. Suena loco, pero es la única manera de sacar mi frustración, me acosté mirando el techo, pensando en lo difícil que es la vida, rayos... En un día es una cosa y a la siguiente otra. Dure pensando así hasta que me quede dormida.
[...]
Me despierto. Porque escuchó que tocan la puerta, me levanto con toda la pereza del mundo.
—¡Vaya!¡por fin abres! Pensé que tenía que durar otra hora tocando—Dijo riendo Madison.
—Ja...Ja...Ja...Que chistosa. Estoy segura que llevas menos de 2 minutos—dije moviéndome de la puerta para que entrara.
—¿Me estas dando entender que soy exagerada y mentirosa?—preguntó entrando y voltea a verme y pone su mano en el pecho mientras hacía un puchero.
—Sip—dije cruzada de brazos.
—¡Dios! ¡En el cora!¿Oyes eso? Es mi corazón quebrándose—dijo dramatizando logrando que me riera. Está loca como la quiero—me pierdes, mataste lo poco que quedaba de mi corazoncito—dijo sentándose en la cama.
—No creo, aun estas aquí—Alargue una carcajada—En serio que nadie te gana, eres la reina de la dramatización y de la exageración, llevas bien puesta la corona. —dije con una sonrisa y sentándome aun lado de ella.
—¿Cual corona?—Pregunta Confundida y se empieza a tocar la cabeza.
—Era solo una expresión, babosa—Dije rodando los ojos.
—Babosa tu cola—Dijo cruzándose de brazos.
—Quisieras—Dije dándole un golpe en su brazo.
Recibiendo una cacheta, joder esta mujer la dio recio.
—Oh no lo acabas de hacer —Dije levantándome de la cama de un brinco.
— Ohh si lo hice compa—Dijo levantando sus manos en señal de victoria, se levanta de la cama y se pone en posición.
Con una sonrisa, retrocedo unos pasos y me pongo en posición, ella corre hacia mi, haciendo que yo corra a la cama, y de un brinco.
—¿Que?¿WTF?—Dijo Madison.
—Toma BITCH—Grite lanzándole una almohada.
Y así, plumas por allá, plumas por acá, mamá me matara cuando se de cuenta, estábamos en el suelo ambas mirando el techo.
—Sami.— Dijo Madison mientras toma un suspiro— el director merece una venganza.
— dijo riendo.
—Claro. ¿Qué haremos?— pregunté.
—Tengo muchas ideas. Pero ya se que haremos, hoy a media noche; mi tía estará dormida, saldremos por tu ventana, lleva pintura, lo visitaremos—dijo con una sonrisa malvada y con sed de venganza.
Así es. Somos vengativas; te metes con 1 te metes con las 2; te metes con las 2 tu pesadilla.
[...]
Estaba lista. Tenia la mochila en mano. Tenia mi cabello recogido y íbamos de negro como espías.
En eso tocan la puerta. Me acerco lentamente y pego la oreja en la puerta.
—Soy yo—susurra Madison.
—¿Quién es yo?—pregunto confundida.
Sabía perfectamente que era ella; solo quería hacerla enojar.
—¡Madison, tonta!—susurra gritando.
—Hay okey—abrí la puerta y fui por la mochila.
De repente siento un dolor en mi nuca, haciendo que ponga mis manos en el dolor y volteo a ver el ocasionarte.
— ¡AUCH!—digo susurrando y gritando. La veo para que me de una explicación.
—¿Qué?—pregunta cerrando la puerta.
—¿Cómo qué?¿Por Qué rayos me pegaste?—pregunte cruzada de brazos.
—¡A, eso!—dijo rodando los ojos.