Mi Convicción

CAPÍTULO 9- ENTREGA TOTAL

Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente.

Mateo 22:37 (NVI)

La palabra en común que tiene todo este versículo es «todo». Nuestro amor por Dios debe ser total y no parcial, entregarse totalmente es completamente y no por fracciones. Dios no se entregó así mismo por nosotros parcialmente, sino totalmente, por eso fue completamente hombre y se entregó totalmente a la humanidad sin dejar de ser Dios, y todo eso lo hizo por amor.

Y así como Dios se entregó totalmente por la humanidad, Él quiere que le ames con «todo» de ti mismos. Esto involucra estar santificados, es decir, apartados exclusivamente para Dios. Pero en esto todos fallamos, y por eso que no caminamos en esta vida con forme a la voluntad de Dios.

Ahora te pregunto ¿qué de ti le estas reservando a Dios? ¿Acaso tu dinero, o tus pertenencias, tus bienes? Si es así, ten en cuenta lo que dice el siguiente versículo:

 

Honra al Señor con tus riquezas y con los primeros frutos de tus cosechas.

Proverbios 3:9 (NVI)

O ¿acaso estas reservando tu tiempo?, o si eres padre ¿estás reservando tus hijos?, ¿estás acaso reservando eso para ti y no se lo has entregado a Dios? Recuerda todo eso que puedes estar reservando para ti, es Dios quien te lo ha dado, pero no para que lo reserves solo para ti. Porque a veces lo que reservas para ti y no lo entregas a Dios puede estarte alejando de Él.

O ¿acaso reservas parte de tu mente?, para los malos pensamientos como inmoralidades o planear una venganza. Tal vez estas reservando parte de tu corazón, para los malos sentimientos como la ira o el enojo; o parte de tu lengua, para las mentiras, para malas expresiones, porque a veces no nos percatamos que con la misma boca que expresamos calumnias o vanas palabrerías también alabamos a Dios.

Estas acaso reservando uno de tus oídos para escuchar lo que no debes o uno de tus ojos para ver lo que no debes, como pornografía, o para codiciar a un hombre o una mujer según tu género, porque si es así puedes quedar tuerto. Y si crees que Dios no se percata de lo que oyes, hablas o ves, estás equivocado. Ten en cuenta lo que dice el siguiente versículo:

 

¿Acaso no oirá el que nos hizo los oídos, ni podrá ver el que nos formó los ojos?

Salmos 94:9 (NVI)

El creador del ojo, el oído y la lengua, ve y oye lo que habla su creación. Él se da cuenta de todo, y se da cuenta cuando pecamos con cualquiera de nuestros sentidos, no podemos reservarnos nada de Dios. Es por eso que Jesús nos aconseja que si nuestro ojo nos es ocasión de caer, hay que sacarlo; o si tu pie o tu mano o cualquier parte de tu cuerpo te es ocasión de caer córtalo porque es mejor entrar al reino de los cielos sin una parte de tu cuerpo, que todo tú seas arrojado al infierno.

Si reservas de Dios tu cuerpo, Pablo aconseja lo siguiente:

 

Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios.

Romanos 12:1 (NVI)

Cristo se sacrificó por ti, se entregó totalmente. Ahora tú honra al Señor con tus bienes, presenta tu cuerpo ante Él como un sacrificio y que ese sea tu ofrenda diaria a Él. No se trata de solo asistir a la iglesia, sino que tu día cotidiano se convierta en tu culto a Dios, mediante tu conducta, tus palabras, tu amor hacia los demás, tu ejemplo de pureza, fe y espíritu, santificándote siempre para Dios.

Hay aspectos que debes considerar en tu vida para poder entregarte totalmente a Dios.

 

No seas un ramero espiritual

Para este punto quiero tomar como referencia el testimonio del profeta Oseas y lo que tuvo que hacer para darle el mensaje de Dios al pueblo de Israel. Puedes familiarizarte más leyendo en la Biblia el libro de Oseas en sus primeros capítulos.

Oseas era un profeta al cual Dios le dio una orden, y esta era que buscara una mujer ramera (prostituta) y se casara con ella. Oseas obedeció la orden de Dios y se casó con una mujer llamada Gomer y tuvieron hijos. Oseas le dio una vida decente a esta mujer, sin embrago, a pesar de eso, ella volvió a su antigua vida y cayó en un estado deplorable. Pese a esto, Oseas busco a su mujer y cuando la encontró tuvo que pagar un precio por ella para poder recuperarla y llevarla nuevamente a casa.

Dios dio un fuerte y claro mensaje al pueblo de Israel por medio de la vivencia de Oseas. Y este mensaje que se le dio al pueblo de Israel también puede ser aplicado en nuestra vida.

 

A. Casados con Dios amantes del mundo



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En el texto hay: cristiano, dios, mensajes

Editado: 28.12.2018

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