Mi Corazón A tú altura

Capitulo 28

Estando en el Comedor, no quiero tener que esperarla hasta que se arregle. —Andrés adonde…. Fue lo último que escuche, sé que no saldrá así… no sin su velo… en cuanto al desayuno disfrute de un jugo de frutas acompañado de tostadas y café.

Para mi estaba todo tranquilo hasta que ella se sentó de repente en mi mesa… —¡hola Andrés! Mire sorprendido parecía feliz de verme, aunque yo no…  Sofia, parece que enserio no te rendirás… yo no le preste mucha atención estaba más que ocupado desayunando.

—Escucha ¿ya lo pensaste? ¿Pensar qué? ¿Volver contigo? Ni siquiera tengo tiempo para pensarlo… —Mira, la casa que compré te encantara tiene hasta una sala de juego que hice para los dos… ahí va de nuevo. —El patio, a tu mama le encantara…

Comenzó a hablar de aquella casa yo afirmaba con la cabeza que bien… te felicito… pero solo quiero comer tranquilo mi desayuno, en un momento de silencio me miro. —Andrés ¡carajo! dime algo… solo quiero… Golpeo la mesa mientras decía esas palabras, pensé quizá sea hora de irme.

Tu seguirás alardeando de una casa la cual ni siquiera tuviste las intenciones de decírmelo, sé que no estoy en posición de decir algo cuando yo también le mentí, pero en cambio en mi defensa siempre fue por ella creo que incluso en ningún momento de esta locura.

Cada una de mis mentiras no fue para salvar mi cuello si no por ella… —Mira, si lo que quieres es tiempo, te lo daré… pero dime alg… —Dime… porque… porque lo hiciste Sofí… creo esas fueron las palabras más pensadas… y costosas que dije.

Y la cual ella le costó más contestar, sus ojos típicos saltando de un lado a otro observándome cada parte de mi rostro… quizá buscaba una excusa o una mentira… en cambio salto a defenderse… —Eso quedo en el pasado, no le des impor…

Me levante apresuradamente y me marche, si quieres seguir mintiendo hazlo, pero no conmigo ya estoy cansado de intentar saber que quieres de mí, cansado de tratar de entender por qué el engaño porque esa desconfianza…

—¡Espera! ¡Andrés…! me siguió hasta la sala de recepción… tratando de pararme ella intento seguir la charla que para mi sorpresa fue donde uno de los guardias de Emma se alertó. sé que le avisará y estará aquí en nada. Mientras se acercaba a mi… pregunto si sucedía algo.

Negué con la cabeza. —Andrés, por una vez solo por una vez créeme….  La mire con el rostro más frio cruel y destrozado que tengo… me asombra saber que piensa que solo creer en ella de nuevo, será la solución a todo… decidí darle unas palabras.

—¿Que? No Sofia… ya no… —No ¿qué Andrés? Esta mujer es rápida Emma tiene la extraña habilidad de aparecerse en el momento más propicio… —¿Tú otra vez? ¡Andrés! si no era la vecina ¿es esta? ¿me cambiaste por esa vieja Andrés?

Esto enojo a Emma y antes de que terminara peor volví a interferir, pero quizás sea la última vez… —¡Sofia!, yo no te cambie por nadie, Lo hiciste tu solita… solo te escuche porque pensé que dirías la verdad… pero prefieres seguir mintiendo…

—Pero solo… —¡solo desaparece Sofia!, hazme el favor de hacerlo estoy cansado, de tener que pelear con mis sentimientos para perdonarte y aunque no lo consiga… ¡solo quiero olvidarte!, ¡Ya hice mucho por ti…! ¡déjame!

Comencé a entrar en pánico mientras giraba alrededor en círculos suspiré intentando detenerla, parar estas mentiras… —¡Yo! ¡no fui importante Sofia!, soy insignificante… esa vez cuando te fuiste siquiera lo notaste, ¡no!… no pensaste en mí, en nosotros…

Se que llorar para un hombre pueda significar debilidad, pero es tranquilizador sacar toda la mierda que uno guarda como persona. —La verdad Sofia, me confundes, decías que era el único, el que más amabas… Mientras intentaba acercarse.

Yo me alejaba no quería que me tocara… —Pero es verdad —¡No!, ¡Sofia! No… Suspire con la idea de tranquilizarme y acabar ya está escena… —No te voy a odiar, pero te lo pido Sofia, Por lo más que anhelas, ¡quiero que sepas! que, por tu orgullo, esto se acabó…

—No me pidas que vuelva… no sabiendo que todo lo que hice fue para que me engañaras como si… lo único que te importara fuera el dinero. —¡vez! en el fondo sabes que me amas… la observe subida de tono por lo alto, arrogante como si fuera Emma.

¿ahora eres arrogante y loca…? ¿piensas que por decir eso? ¿siempre estaré a tu lado? ¡pero no! —Emma, si ella se vuelve acercar a mí, mátala o hazla desaparecer… no me importa. —Echo Andrés… sé que sonrió, sé que lo que dije en voz alta pueda alterar a los turistas.

Pero no me importaba ya nada, estaba aliviado conmigo mismo, Emma sabe que puede con ella y estaría más que contenta… —Pero por ahora que disfrute de sus vacaciones… —¡No, te hagas el inocente Andrés! ¡tu! ¡también me mentiste!

—¡Sabias todo! ¡desde el principio! todo el esfuerzo lo hice por los dos, ¡por los dos Andrés! —No, Sofia lo hacías por ti… de lo contrario te lo pensarías dos veces antes de acostarte como una puta… en ese instante recibí una bofetada…

Como si me lo mereciera, ella se merece más ¿pero? ¿quién soy yo para decidir por ella ahora? —¡Sofia! Tócalo una vez más y… —¡Está bien Emma! está bien. Me pase, le falte el respeto a la dama… después de aquella escena el gerente en persona llego a nosotros, ja Emma le convenció con dinero.

Pero nos pidió que disfrutemos, no quería peleas o gritos sin sentido… y lo entiendo por sobre el dinero está la felicidad de todos y estamos siendo un problema para los demás turistas… me senté en el balcón a pensar si Sofia al final decidido irse…



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En el texto hay: mentiras, celos, dinero o amor

Editado: 27.01.2022

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