Mi Corazón A tú altura

capitulo 35

Yo bastante asombrado intentando asimilar su sorpresiva llegada se me acerco saludándome con un beso en la mejilla —Andrés tanto tiempo… —Emma… pensaba que no volverías… —¿No me vas a dejar entrar? —ah claro…

Mientras Emma ingresaba, yo tome su abrigo, comenzó a mirar por todos lados como buscando alguna sospecha o escocesa para decir algo, rosa apresuradamente limpio la mesa… donde merendamos… cuando me quise dar cuenta esos trajeados estaban por toda la casa…

Desde el patio hasta adentro de las habitaciones —¡Emma! ¿Qué haces? Te dije que tus perros se quedaran afuera… —Lo haría Andrés… pero resulta que no puedo, ya que estás haciendo cosas que no entiendo…

Traía puesto el vestido, le quedaba bonito… me agradaba… estaba hermosa… —¡Andrés! ¿que sucede? ¿quiénes son? Yo estaba observándola, atontado, pero recapacite cuando grito mi nombre… —¡Andrés! —¡Ah! disculpa…

—Ana, Ella es Emma… ven Emma toma Asiento… luego de las presentaciones y saludos note lo grande que estaban los chicos desde Adrián hasta la muchacha… aunque parecían más preocupados de hablar que de ser ellos mismos… asi que decidí hablar yo…

—¿Aun piensas que quiero tu renuncia? —No lo sé… parece que encontraste un juguete nuevo… Lo dijo mientras miraba a Ana… y con esa expresión de aires de grandeza…  —Emma, no vuelvas a hablar así de mis conocidos…. —Sí mama deja de ser tan metida…

Su hija quien debería tener 18 años… se metió… ante esa situación ella la abofeteo…. —Cállate, agradece que aun tienes a tu noviecito… —¡Emma!, esta es mi casa, entiendo que sea tu hija, pero respeta las casa ajenas… —Disculpa Andrés… suspiro mientras siguió sus palabras.

—Es que me tiene cansada… —No es motivo para traer tus problemas… —tío Andrés… mama a estado peleando con mi hermana —¿Enserio Adrián? ¿tanto como ahora? —Sí… —Maldito mocoso… —¡Emma! luego de un suspiro se tranquilizó…

—Agradece que tienes todo mi dinero en esa cabecita Andrés… —Ja agradece que aún no te echo Emma. Fue sorpresivo escuchar caminar a uno de sus trajeados se acercó a Emma y le susurro al oído parecido más aliviada… —¿Ya? ¿contenta? ¿Pueden salir?

—Está bien Andrés ustedes salgan todos… —tío ¿podemos ir al patio? —Vayan… tengan cuidado hace rato no limpio. Con la presencia de Emma y Ana hubo un largo silencio hasta que Rosa trajo más café y un té para la señorita…

—Dime Emma ¿qué te trae por aquí? —Como sabrás estás haciendo cosas que no entiendo primero, compras tierras y luego ropa… además parece que no tuve que investigar mucho… —¿Investigar qué? mi vida privada no te debe importar mientras tenga ese dinero tu estas más que bien…

—¡Andrés! ¿quién es ella? —Me llamo Ana maría Águila señora Emma… la miro detenidamente, sabía lo que se venía una mujer de unos 48 años bastante mantenida físicamente, sabe que decir, aunque eso signifique darse cuenta de muchas situaciones.

—Pensé que ya olvidaste Andrés…. Siquiera se parece… —Emma, no tiene nada que ver… ella solo es una compañera de trabajo —¿Trabajo? ¿De qué clase? —De la que no te incumbe no meterás un misero peso, no sabiendo como eres…

—¿Qué? solo soy una pobre madre soltera que quiere lo mejor para sus hijos…. —Jajaja Emma no me hagas reír… —Mira, solo estoy aquí porque pensaba que tienes a alguien más que nosotras… —Como dijo soy compañera de Andrés solo es trabajo… —Tú cállate, siquiera debes tener la edad adulta…

—Señora, sus hombre no van a evitar que le tire esta taza de café en su muy maquillado rostro… —hazlo querida busca tu propia muerte… —las dos paren ya… Emma si no vas a decir para que más viniste por favor vete… —¿Me quieres echar nada más llegar?

—¿Sabes cuantas horas de viaje hice? —¿Sabes que esta no es tu casa? Se callo simplemente lo hizo. —Andrés, Emma no sé cómo es su relación… pero ¿me dejarías decir algo? ¿A que vine esto? No lo sé, pero acepte… —Emma, hoy es mi cumpleaños y Andrés me compro regalos.

—No tenemos nada más que compañerismo y trabajo… Eso me molesto levemente, pensaría que estoy enamorado de ella, pero me niego a aceptar algo tan simple como si no fuera a conocerla desde años… —¿Es solo eso Andrés?

—¿Emma aun estas celosa? —Como… ¡Como se te ocurre? solo preguntaba… quiero decir… tenía mis dudas por la empresa… si solo por eso. Se puso nerviosa estaba intentando entender por qué insiste sabe que solo aprecio su amistad a pesar de todo lo que hizo…

—Mira insistir lo único que ara será… —La otra razón por la que vine es por Brown… Quizás el interrumpirme se deba a la presencia de Ana María… —Hablando de eso ¿qué sucede? ¿porque quiere verme? —No lo sé ¿arrepentimiento?

—Parece que se guardó algo que te quiere decir… Me dispuse a burlarme, ¿qué puedo querer de alguien así? Solo me daba lastima saber que aún vive. —Ja… ¡claro! solo quiere saber si su familia estará bien… —Andrés su mujer lo abandono y su hija está en rehabilitación, ¿qué más quieres

Ese hombre ya tiene la vida arruinada…  verlo vivir más tiempo me causa… nauseas, fue tan corrupto y mentiroso como lo es Emma, ¿la diferencia? Ella intenta cambiar… y raras veces lo demuestra. —Fui claro Emma no lo quiero ni ver a menos que te lo diga a ti no tengo razones para hacerlo, no pienso pagar para ver a un hombre morir.

—Andrés quizás se a su último deseo piénsalo… Ana nos interrumpió… ¿por qué diría eso de alguien que no conoce? ¿Empatía? ¿piedad? Aun es joven, pero no quiero tomarla a la ligera… —Ana, no quiero parecer… malo, pero no es alguien quien quieras conocer…



#21411 en Novela romántica
#4109 en Joven Adulto

En el texto hay: mentiras, celos, dinero o amor

Editado: 27.01.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.