*Andrea*
Llamé a mi chofer y le pedí que llevara todas mis cosas a mi nuevo apartamento y le pedí que cuando estuviera listo me avisara, seguí mi camino hasta la playa al llegar apagué el auto y bajé, había una señora sentada en la arena me acerqué y me senté a su lado
-Buenas noches niña
-Buenas noches señora
-Has venido a olvidar problemas-sonó más a una afirmación que a una pregunta y sí tenía razón
-¿Cómo sabe?
-Por tu mirada puedo ver cuán afectada estás, pero, ¿me permites darte un consejo?
-Claro
-No dejes que las apariencias te engañen tampoco juzgues sin saber cómo pasan las cosas
Dicho eso me dió un beso en la frente se levantó y se fué, allí me quedé pensando en que la señora quizás tenga razón quizás juzgué mal a Ale tenía que haberla dejado explicar las cosas, mañana iré a verla y hablaré con ella. Mi chofer me ha llamado que ya mis cosas estan listas así que me encaminé y en menos de una hora estoy entrando en mi apartamento, tomé una ducha me puse mi pijama y me tiré en la cama, escuché como sonaba mi celular lo tomé y contesté sin mirar
-Buenas noches la señorita Andrea Guerra
-Si con ella habla
-Le hablamos del sanatorio su madre ha escapado y no hemos podido encontrarla
-Dios para eso les pago para que no la sepan cuidar
-Perdone
-Si claro y un simple perdón irá por hay hasta encontrar a mi madre
Colgué la llamada y miré el techo y ahora que haré si no encuentran a mi madre, a mi es la única que me reconoce y tampoco se conoce las calles dios que haré. Quizás si la llamo ella me ayude, la llamé y luego de dos tonos contestó
-Andrea
-Hola Ale, ¿Te desperté?
-No para nada, ¿Que pasó?
-Te necesito-dije con un hilo de voz
-Yo también Andrea, ¿Donde estás?
-Te mandaré la dirección por mensaje pero ven rápido por favor
-Okey
Dicho eso colgó, le envié la dirección por mensaje y mientras ella llegaba me cambié de ropa para salir a buscar a mi madre tenía que encontrarla.