¿GUARDAESPALDAS?

Estaban asombrados de las pinturas tan antiguas que habían y el aura que allí se transmitía pues aunque nunca habían estado allí y donde habían vivido no había un lugar semejante se sentían raramente familiarizados, cuando la esposa del director Smith los vio fue inmediatamente a su encuentro, pues no eran solo unos alumnos más eran los nietos del vampiro más admirado e importante de todos y aunque existían varias familias importantes los Vladimir eran los más respetados y aunque de donde ellos venían eran unos chicos más, acá llamaban mucho la atención.

-Hola bienvenidos jóvenes Vladimir, soy Sofía de Smith esposa del director, el se encuentra en una junta de emergencia así que soy la encargada de recibirlos hoy. Como les fue en el viaje.

-muy bien gracias.

Se dan la mano.

-tú debes ser la joven Rouse, un gusto en conocerte, hace años quería conocer al milagro nunca visto.

-un gusto, pero ¿como el milagro nunca visto?

-nena, eres un milagro, ya que nunca había sido posible que un humano y un vampiro tuvieran un hijo y tu eres el fruto de ese caso nunca visto.

-huy hermanita resultaste ser mas especial de lo que creía, aquí eres como una chica popular.- le dice sonriendo y dándole un pequeño abrazo.

-tú sabes que no me gusta ser el centro de atención.

-chicos eso lo veo difícil pues por ser los nietos del gran Vladimir, va hacer imposible que pasen desapercibidos.

-sí, nuestros padres no lo advirtieron.-dice James

-tranquilos pronto se acostumbraran, y querido James ingresas casi 2 años tarde a la academia como has manejado todo, ¿ya controlas tu poder?

-mi padre ha sido de gran ayuda y pues mi poder lo manejo muy poco debido a que  no podía usar mi súper velocidad en donde vivía, la última vez que lo hice caí a un río en un día lluvioso perdiendo mis tareas y arruinando mi uniforme y a mi madre no le gusto eso.

-tu don es ser veloz?

-sí, soy más rápido que mi padre y él era el más veloz de todos, hasta parece tele transportación.

-fascinante, y lo de la tarea y dañar ropa no va a volver a pasar acá vas aprender a manejar lo.

-que buena noticia, me vas a evitar otra discusión con mamá. Rouse mira de solo imaginarlo se me pone la piel de gallina.

Todos ríen al ver que es cierto.

-bueno, chicos les tenemos que contar que como ustedes deben de saber aquí hay reglas tanto para los que tienen poderes que son los hijos mayores de cada vampiro como los que no que son los otros hijos y las reglas más importantes son:

1. No correr a gran velocidad o hacer uso de los poderes sin alguien supervisando, pues pueden causar un desastre.

-no hablas en serio? Como rayos voy a utilizar mi don.

-Solo cuando estés en las practica bajo supervisión de un maestro. Ya dicho esto continúo.

2. Practicar la puntualidad y responsabilidad, que sea una academia de vampiros no quiere decir que pueden saltarse clases o el toque de queda.

-escuchaste bro.

-shhhh no digas nada enana.

3. No salir de aquí sin autorización y una persona responsable.

4. Esta es la más importante, está totalmente prohibido consumir sangre humana o de algún ser vivo.

-el rompimiento de alguna de las reglas, serán castigadas sin importar quienes sean ustedes, chicos.

-hermanita creo que voy a estar en problemas, siempre llego tarde a donde sea que vaya.- dice James susurrando (causando que Rouse ría).

-¿qué les causa tanta gracia?

-perdón, nada.- dice, mientras dos jóvenes aparecen ante ellos.

-chicos les tengo que decir algo mas, los humanos y nosotros tenemos grandes enemigos, los rebeldes y ustedes apenas se están familiarizando con nuestro mundo y además ustedes son como unos príncipes aquí y por ello pueden atacarlos en cualquier momento por esto se les ha asignado dos compañeros para que os ayude adaptarse mas ligero y además los proteja si algo llegara a ocurrir.-para y toma aire.-Ellos son Lawrence y Roxana Moon ellos os protegerá y ayudara si llegan a necesitar algo, Roxana y Rouse están en las mismas clases y Lawrence y James en el mismo curso por ello les será más fácil a ellos estar pendientes de ustedes que nosotros.

Y así fue que nuestro plan de escape se fue derecho al retrete.