Extra CATORCE

- ¿Me podrías ayudar Mark?- le pregunto a Marko al escucharlo entrar a su habitación- No es fácil salir de compras a última hora con Yvonne y termine comprando lo que ella le guste.- recordar que fui arrastrada como a un trapo por mi amiga es algo que no me sorprende. El contacto de sus dedos en mi espalda me quita de mis pensamientos, y una corriente sacude mi cuerpo. Sus brazos rodean mi abdomen mientras mi cabeza descansa en su hombro, con el silencio acompañando este lindo momento a solas...

Aún recuerdo el momento que anunciaron el último juego para Cerkno y el silencio fue total. Me sorprendió mucho como los simpatizantes se encariñaron y lo sorprendente la comunicación que hay entre simpatizantes- jugadores. Además, su rostro se desfiguró al mencionar que Tomaž no es el único en llegar a Miskolc... Una llama de esperanza se enciende en mi al saber que sea el quien juegue en un equipo cerca de Tokaj, ese riesgo del que me dijo una vez, del que es bastante grande para un noviazgo a distancia. Yo le tome un mal sabor ese tipo de relación, uno queriendo ser fiel cuando la otra parte te engaña a cualquier costo.

Lo que si más me sorprende es que sus compañeros lo llaman anciano y por respeto a él no pude reírme. No es bueno escuchar conversaciones y que Jürgen y Jan le digan así es difícil de creer, porque sus tonos de voz no los escucho de la mala manera. No sé de donde sacó que ellos lo odian pero se les ve que tienen respeto que enojo, y es lo que se me viene a la mente una frase del presidente de Cerkno... Eres de esos jugadores que se hace respetar, Jürgen y Jan te admiran por lo que haces por ellos. Marko es un hombre respetable tanto dentro como fuera del campo de juego.

Con Yvonne tuvimos que volver a nuestra realidad, el de finalizar los últimos encuentros antes de finalizar la gran temporada. Y también tuvimos que ponernos al día con nuestras compañeras, incluyendo a las noticias de la nueva pareja... Ella se lo guardó demasiado bien, no como la cercanía de Marko hacia mí y lo muy evidente de la relación que mantuvimos durante todo este tiempo, pero es algo del que no me arrepiento. Tampoco nos salvamos de los reporteros y sus faltas de vida propia que tienen que acorralarnos para intimidarnos con sus preguntas estúpidas. En resumen, la semana que ha pasado fue de lo más agobiante en mucho tiempo.

- Ven Britt, el juego ya va a comenzar.- la voz de Yvonne me quita de mis pensamientos y me acerco a ella para acomodarme a un lado del sillón- En la alineación está Belshek, así que Marko lo dejaron en el banco de relevo.

Este fin de semana les tocaba jugar la final del campeonato regional y Cerkno es el gran favorito para retener el título, según las palabras de ella. Es la primera vez en mucho tiempo que me tomo mediodía libre, solo para ver el juego. El primer tiempo se la pasan enfocando a Marko dando indicaciones a Jan, parece fuera de sí y de a ratos observa hacia una parte del palco. Fue un mal comienzo y eso no se ve que le guste, incluso está más frustrado que su entrenador. En la segunda parte es él quien reemplaza a Jan y el juego en equipo parece fluir mucho mejor que antes. Se nota la experiencia y la juventud, son las dos caras de una moneda. Para el buen corazón de Marko, el equipo gana por una corta diferencia y mañana le tocará jugar la final... 

- ¡Bien! Es hora de entrenar.- se pone de pie y camina hacia su habitación.

Apago la televisión y me encamino hacia la cocina a preparar el batido, antes de seguir los pasos de Yvonne. Ya preparado le grito que que el batido está en la mesada de la cocina y me resguardo en mi habitación.

- ¡Finalizamos!- grita el preparador físico y caigo exhausta al suelo- Montanes, te quiero fuera aunque te arrastres.- es lo último que escucho antes de la risa de Yvonne.

- Si le sacamos el lado bueno de todo esto, es que pudimos ver el juego.- me dice ella tendiéndome su mano y me pongo de pie.

- La contra es que él nos tomó de estúpidas y nos hizo hacer trabajos bastante pesado.- suspiro y mis ojos se dirigen a la salida de la cancha de entrenamiento, por donde el preparador físico desapareció- Tengo la certeza de que tiene algo contra de mí...

- Puede que sea ciertos tipos de intereses, pero hay reglas que deben respetarse y el de ligarse con un compañero está fuera de los límites.- ¿Qué? ¡Imposible! Puede que sea joven, solo que no es mi tipo. 

- Su cabello no es castaño claro, ni sus ojos marrones que cambia con los cambios de clima y mucho menos me mira tan intensamente como Marko...- camino hacia una silla y tomo la toalla para secar un poco el sudor de mi cuello.

- Estás más enamorada de Marko de lo que recordaba.- no suena a una broma, más bien a un susurro y observo que tiene la mirada perdida- Pensar que con Marianne pensábamos que solo era tu amor platónico de una niña adolescente.

Si no fuese por ese sueño, creo que hasta el día de hoy Marko era un desconocido tratando de conocerlo con el paso del tiempo. Admito que la atracción hacia él fue algo difícil de ignorar, pero mi vida siempre se basó en no demostrar mis sentimientos. Phillip nunca me llamó la atención y todavía sigo pensando como llegué a tal punto de casarme sin estar enamorada. Aunque una parte de mí me decía que no era un hombre de fiar, por lo que ignoré ese presentimiento y Marko abrió mis ojos. Es el único que logró llegar a mi corazón sin proponérselo, me enamoró y estoy ansiosa por saber si es quien acompañará a Tomaž en Miskolc. Solo debo ser paciente y con el correr de los días me lo dirá.

- Britt, tu celular sigue sonando...- Dana me quita de mis pensamientos y asiento aún sin quitar a Marko de mi mente.

- ¿Diga?- descuelgo sin ver quien es la persona que me está llamando.

- ¡Hasta que me contesta mi cuñada favorita!- la voz de Sabina saca una sonrisa de mis labios seguido de la queja de Radojka- Lo siento, pero sabes de mi favoritismo hacia Britt.