Desde el techo un cubo de pintura negra se derrama sobre
Caroline y Jeremy. Por unos segundos nadie habla y hasta me
atrevo a decir que ni respiramos. Ellos se mantienen estáticos
sobre el escenario, sin habla. Mi mejor amiga reacciona
limpiándose la pintura de los labios y abriendo la boca
indignada; Jeremy, al contrario, sigue en shock. Entonces una
carcajada provoca una avalancha de risas, incluyendo la de
Nick y Tyler que se encuentran detrás de mí. Vuelvo a
reaccionar gracias a eso. Mientras voy caminando puedo
escuchar que ambos comienzan a discutir de nuevo. Una rubia
sube al escenario. Se encuentra de espaldas y por eso no puedo
verle la cara, pero puedo deducir quién es. Daniela se resbala
al subir y se agarra al brazo de Jeremy para intentar mantener
el equilibrio, pero él se aleja, y hace que los dos se caigan
sobre Caroline.
—¡El baile se termina! ¡Se termina! —exclama el director
enojado por el micrófono, intentando callar las risas, pero estas
solo aumentan al verlo así.
—¡Llamen a urgencias! —Escucho que dice una voz a lo
lejos—. ¡Hay un herido por aquí! ¡Es Luke Williams!
El director Frederic está bebiendo su café a mi lado de una
forma exasperante. Tyler está sentado en una de las sillas que
se encuentran al otro extremo del pasillo y lo observa sin poder creérselo. De no ser por que estoy a su lado y sería
bastante evidente que estoy cuestionando su capacidad de
tomar café como una persona normal, también lo miraría sin
poder creer que un hombre mayor esté bebiendo a sorbos.
Cinco minutos después, termina su café y se levanta para tirar
el vaso a la papelera más cercana.
—¿Saben algo? —pregunta Nick viniendo desde el otro
extremo del hospital. Caroline, a su lado, parece haber salido
de una película sobre un caótico baile de secundaria.
—¿Te lo vas a beber? —El director observa el café de Nick y
luego a mi primo. Él niega lentamente con la cabeza y le
ofrece el vaso—. Cuando estoy nervioso, suelo beber café —
nos comenta el director al notar cómo le miramos todos.
Tyler les informa a Nick y Caroline de que Jeremy tiene un
esguince de muñeca, y que se irá a casa en cuanto vengan sus
padres. Luke tiene un pequeño corte en la frente, que su madre
le está suturando. Mientras veníamos para el hospital llamé a
los padres de mi amigo para contarles lo que había sucedido.
No les tocaba trabajar esta noche, pero al enterarse de que su
hijo estaría aquí, vinieron sin pensarlo dos veces.
Nos ponemos de pie al ver a la madre de Luke salir de
urgencias con una mirada cansada. Sostiene una especie de
gran libreta donde debe estar el expediente de su hijo en el que
se explica lo que le ha pasado y la razón de su ingreso. Su
cabello pelirrojo está recogido en un moño despeinado y no
lleva maquillaje, como usualmente lo hace.
—Caroline, ¿qué te ha pasado? —le pregunta la madre de
Luke al ver a mi mejor amiga. Es que aún no la había visto, y
se queda sorprendida con su aspecto: cubierta de pintura negra
con un vestido de fiesta.
—El karma —le contesta Caroline encogiéndose de hombros.
Tyler y Luke comienzan a reírse. La madre de Luke asiente
extrañada y, por suerte, decide no hacer preguntas al respecto.
—Luke está bien —nos informa abrazando el expediente de
su hijo—. Sin embargo, deberá pasar la noche aquí. Al
golpearse la cabeza quedó inconsciente. Hemos hecho
radiografías para verificar que todo esté bien, y lo está, pero
preferimos que se quede en observación.
—¿Podemos verlo? —le pregunto.
—Sí, claro —asiente, y se muerde los labios—. Pero no
estéis mucho rato. Debe descansar.
El padre de Luke sale de urgencias y, tras saludarnos
brevemente, se dispone a hablar con el director Frederic. La
señora Williams nos indica que solo podemos pasar de dos en
dos.
—Vamos nosotras primero —me dice Caroline, acercándose
para tomar mi mano.
Entonces, cuando estamos a punto de comenzar a caminar
hacia urgencias, escucho una voz familiar llamarme:
—¡Sam! ¡Querida!
Veo a Carol Johnson, la madre de Jeremy caminar en nuestra
dirección. Levanta una mano para llamar mi atención y en sus
labios rojos carmesí se extiende una sonrisa. Al ver que tengo
los ojos en ella, deja caer la mano con delicadeza a la altura de
sus caderas.
Me vuelvo hacia Caroline, y ella me observa elevando las
cejas, como si no pudiera creer que esto estuviera pasando. Me
encojo de hombros, mordiéndome los labios. Sería muy
descortés que no la saludara. Sé que ya no tenemos nada que ver, pero le sigo teniendo cariño a Carol. Es decir, es una
persona que formó parte de mi vida durante casi dos años.
—¿Quién entra conmigo? —le pregunta Caroline a Tyler y a
Nick al ver que no tengo intención de ir con ella en este
momento. Me suelta la mano.
—Voy yo —contesta Nick siguiendo a Caroline.
Tyler me observa confundido, posiblemente preguntándose
quién es la atractiva mujer de pelo castaño con tejanos y
chaqueta de cuero que camina hacia nosotros. Aprieto los
labios en una sonrisa. Creo que lo primero que dirá confirmará
su identidad.
—Oh, Sam, querida. —Carol me abraza sin previo aviso y,
en cierta forma, agradezco que siga mostrándose cariñosa
conmigo—. ¿Cómo está Jeremy? ¿Qué le ha pasado?
Miro de reojo a Tyler. Él asiente levemente con la cabeza,
comprendiendo quién es.
—Jeremy está bien —le informo en cuanto nos separamos.
Cierra los ojos con alivio unos instantes, llevándose una mano
al pecho—. Tiene un esguince de muñeca, pero, aparte de eso,
está bien —continúo asintiendo con la cabeza.
—¡Oh, pobre! —exclama haciendo una mueca de lamento
—. ¿Dónde está? Vamos a verlo.
—Creo que deberías ir tú sola primero, Carol… —le digo
soltándome lentamente de su agarre. Ella frunce el ceño sin
entender, lleva un mechón de cabello detrás de la oreja, y se
puede ver su piercing—. No creo que quiera verme —suelto
bajando la mirada.
—Oh, Sam. Estoy segura de que a Jeremy le encantará ver a
sus dos chicas favoritas —me dice, codeándome con una
sonrisa.