Felipe Hallewin, 49 años un gran empresario metido en negocios ilegales,casado sin hijos no tenía nadie que llorara su miserable muerte. Me vestí y llevé las cosas al auto, era fácil un disparo en la cabeza quitaría toda su piel y sacaría su corazón . Llegué a su casa y esperé a que todos se fueran a dormir ya lo había estado observando y a esta hora él se quedaba en su mini oficina hasta terminar su trabajo sucio, entré por la ventana y sin que se diera cuenta tapé su cara con un pañuelo lleno de cloroformo, lo cargué hasta el auto y lo llevé a mi bodega secreta. Lo bajé del auto y lo amarré a una silla luego fuí por mis cosas al auto y volví cerré con llave y esperé a que despertara
-¿Donde estoy?
-Bienvenido a mi infierno Felipe
-Tu jodido cabrón la pagarás cara
-Te dije que en mi territorio no podías abusar de niñas y no me has hecho caso
-Vamos sabes muy bien que es buen negocio y deja mucho dinero
Me puse mis guantes color negros y saqué mi arma
-Eres un cerdo Hallewin
Apunté a su frente y disparé, saqué mi móvil y llamé a Hernandez
-Dime colega
-Tengo una piel que te va a gustar
-Vale en el mismo lugar a la misma hora
-Allí estaré
Colgué y seguí mi trabajo, puse el cuerpo en una gran bolsa negra y lo dejé frente a su casa fuí al muelle y allí estaba mi amigo esperando
-Felipe Hallewin
-Valla si que es buena calidad
-Lo es
-Aquí está el dinero
-Gracias colega
-Gracias a ti
Fuí al mercado negro y vendí el corazón después me fuí a casa. Llegué me dí una ducha y me acosté en la cama.