Capítulo 13
Umar estuvo alado de la cama de Rebeca esperando que despertara, le había dejado un vaso de agua a un lado y esperaba que despertara. Estaba preocupado por ella.
Mientras tanto, a unas cuadras de ahí, una mujer de cabello negro y un hombre de cabello castaño caminaban con ropa bastante casual, la mujer llevaba un vestido rojo de lunares con un cinturón café, además de botas que le pegaban debajo de la rodilla, su cabello era corto y tenía pequeñas cicatrices del lado derecho de la cara, que de no ser que alguien le prestara atención, no las notaría.
El hombre en cambio llevaba un pantalón negro y una camisa color crema junto con un chaleco café, nada excepcional. Su cabello castaño estaba revuelto y sus ojos verdes eran bastante bonitos, pero no lo hacían resaltar como la cicatriz que tenía alrededor del cuello.
─Estoy seguro de que Bill dijo que Umar estaba por aquí─ Hablo el hombre mirando el reloj de su muñeca─ Dijo que había dejado símbolos en la puerta, miro a la mujer que lo acompañaba.
─Es una zona urbana, no puede ir una serpiente por ahí a buscarlo así que no voy a cambiar─ Hablo la mujer poniéndole un alto a los pensamientos de su pareja. Busquemos y si no lo encontramos, entonces lo buscare, Simón.
─Está bien, Josephine─ Dijo el hombre de manera pacifica, a veces su esposa era bastante… extraña y se molestaba con todo lo relacionado a Umar y Orum.
Una mujer paso corriendo a su lado y golpeo accidentalmente a la pareja
─ ¡Lo siento! ─Hablo desesperada la mujer que dejo caer su cartera sin darse cuenta antes de seguir corriendo. El golpe apenas les molesto a ambos, pero Simón se agacho a recoger la cartera para regresársela, pero cuando se volvió a levantar, la chica ya no estaba.
─ ¿A dónde fue? ─Le pregunto a su esposa. Josephine que estaba viendo a las personas a su derecha en un mercado, miro a su esposo y abrió la boca, mierda. No la había visto. Abrió la cartera en busca de algo que le dijera donde encontrarlo y se encontró una credencial dentro.
Instituto Nacional Electoral
Nombre: Jesica Vega Juarez
Mas abajo decía el domicilio. Vio a su esposa, pero Josephine seguía viendo los puestos.
─ ¿Estas bien? ─Pregunto preocupado tomando el hombro de su esposa. Josephine asintió y luego vio de nuevo a su esposo, prestándole atención a él e ignorando la sensación asesina hacia su persona.
─Si, no pasa nada ¿Regresaremos esto? ─Pregunto tomando la credencial. En el cielo, un águila volaba observando a la pareja, entonces fue de picada hacia abajo, su objetivo era él.
Orum hace unos minutos iba volando tranquilamente, su intención era fastidiar a su mejor amigo un rato antes de volver a casa por el portal. Pero viendo entre la gente que caminaba por la calle identifico rápidamente la cabeza de Simón ‘¿Qué hacia este desgraciado aquí?’ Se pregunto alistándose para golpearlo de sorpresa. Ni siquiera se había percatado de que tenía compañía.
Josephine en cambio presintió algo mal. Reacciono rápidamente y empujo a su esposo y ella misma se hizo un lado, evitando el ataque del águila. Se congelo al ver a Orum, quiso evitarlo, no quería que la viera, pero su cuerpo no hizo caso, cuando Orum dio vuelta para volver a atacarlos la vio.
EL corazón de ambos se paralizo al verse, pero por diferentes motivos.
Josephine sintió miedo.
Orum en cambio, sintió el peso de la traición.
─ ¡Orum! ─Trato de acercarse, quiso explicarse, quiso hablar con su amigo, pero Simón que noto las intenciones de ataque tomo a su posa y la alejo antes que el águila diera una estocada contra ellos. Ambos cayeron al suelo, el águila golpeo a alguien más y las personas se acercaron a la pareja para ayudarlos a levantarse. Orum no perdió tiempo y se fue volando rápidamente, antes que trataran de atraparlo.
‘Necesito llegar con Umar’ Pensó con pesadez. No le importaba si había alguien más en casa, necesitaba a su amigo.
Rebeca despertó con pesadez. La cabeza le dolía y sentía que la boca le sabía a skittles, dulces que ella detestaba, y la garganta estaba seca. No sabía qué hora era, pero seguramente era tarde por que el sol estaba bastante brillante, lo podía ver porque la ventana que estaba en la pared de su cama estaba con la cortina abierta.
Sentía pesadez en el cuerpo y de pronto recordó la noche anterior, los recuerdos bastante claros, desde como llego a la fiesta con Jesica y ella la abandono para irse con sus amigas, hasta como le dieron un vaso y ella se acabó la bebida rápidamente para toparse con una pastilla efervescente en el fondo, luego busco a rápidamente a alguien, tapándose con Roy y le pidió ayuda para regresar a casa, porque no encontraba a Jesica.
Roy la había llevado a casa en el auto de su padre y luego la había ayudado a entrar, pero luego trato de abusar de ella, si se acordaba correctamente. Sintió enojo en especial porque después del golpe en la cabeza todo se había vuelto borroso, pero recordaba claramente que alguien más la había ayudado y le había quitado las botas y la chamarra. Porque solo estaba con la ombliguera.
Recordó el color verde y se levantó de golpe a pesar de sentir una punzada en todo su cuerpo, su cara de pronto se sintió caliente ¿Estaba sonrojada? Se sonrojo más de solo pensar estar sonrojada. Pero no era momento para eso ¡Un maldito desconocido había estado en su casa! ¡Le había quitado la chamarra y las botas! ¡Pudo haberla violado!
‘Pero no lo hizo’ Se dijo a si misma ‘E incluso te salvo de haber sido abusada sexualmente’
Su cara volvió a ponerse roja y se tapó el rostro. Sin darse cuenta de que Umar la veía sin comprender el porqué de su comportamiento.
Su teléfono comenzó a sonar, era una llamada. Se estiro y lo tomo para contestar, era su padre.
─Hola mija─ Escucho la voz de su papá una vez que contesto─ Ya agarré el camión para ir a Puebla.