Capítulo 23

─Entonces… ¿No hay ninguna señal de Rebeca? ─Le pregunto Inti a Susan, ambas habían salido a darle de comer a las gallinas 

─No… Jesica nos sigue notificando cualquier cosa. Pero nada… Papá piensa que fue una red de trata que se la llevo, pero quien sabe 

Inti se quedo sin palabras ante la explicación de su prima. Su padre decía que seguramente se escapo con algún novio por que estaba embarazada, otro primo sugirió que quisa algun ex novio la había secuestrado… nada era alentador en ese momento, así que solo atino a reconfortar a su prima con un abrazo 

─ ¿Qué hacen acá? ─Les pregunto uno de sus primos llegando 

─Alimentar a las gallinas─ Le informo Inti acariciando la espalda de su prima, que comenzó a sollozar 

─ ¿Y la chamaca que tiene? 

─Es mayor que tú, pendejo─ Lo regaño Inti, con esas palabras llenas de cariño a su amado primo. El cual se burlo de la que estaba llorando, pero no paso un minuto antes de que empezara a llorar desconsolado también, así que Inti tuvo que abrazar a sus dos primos que lloraban por la desaparición de Rebeca 

Como si tres adolescentes llorando no fuera suficiente, pronto llegaron más, algunos mayores, algunos menores. Queriendo preguntar a Susan si sabían algo de 

─Ay, mijo─ Dijo doña Paty dejándole un café de olla a su hijo y a su nuera─ No se que decirles. Todos estamos preocupados por lo que le paso a Rebequita… ─Dijo apenada─ ¿Ya decidieron si se quedaran aquí? 

─Nos… nos quedaremos un par de semanas. Susan tiene que retomar sus clases pronto en Querétaro y pues… No quisiéramos que si Rebeca regresa a casa no nos encuentre, se quedo una vecina cuidando por si regresaba. 

─Ya veo, tranquilos, estoy segura de que ella volverá pronto… Mi nieta no es alguien que puedan manejar fácilmente 

La pareja entrelazo sus manos, preocupados. No había noche en que no rezaran por el regreso de Rebeca. Al día siguiente, los adultos se preguntaron por que la mayor parte de los jóvenes, que eran alrededor de 20 en total) Tenían los ojos hinchados, aun así, ninguno se libro del trabajo de campo. Desde alimentar a las vacas, enterrar sus desperdicios, alimentar a los puercos en el chiquero, a las gallinas que andaban sueltas por toda la propiedad 

La verdad es que el rancho si era bastante grande, en el pasado se habían dedicado a la ganadería, la actual cabeza de la familia era el tío Rodrigo. Aun se dedicaban a la ganadería, pero también a la agricultura, tenían sus sembradíos de maíz y de naranja. La casa principal, que estaba en la entrada del rancho, donde vivía Rodrigo y su esposa. En la casa de lado vivían su madre y su tía Paty. Ambas hermanas llevaban años viviendo juntas, Paty nunca se casó, se juntó con un hombre y tuvo 4 hijos. Su hermana tuvo 8 hijos, pero solo 6 llegaron a la adultez. Ambas tenían otro hermano, pero ese se había ido de casa hace muchos años y nunca volvió. 

Paty y su hermana normalmente se sentaban en las sillas plegables y veían a sus hijos y a sus nietos trabajar mientras ellas tomaban juntos y se burlaban de ellos. Rebeca una vez les había dicho que parecían las patronas en un campo de esclavos. Sus primos se rieron por eso y sus abuelas le siguieron el juego, amenazando con sacar un látigo para hacerlo mas real. Se habían reído pero siguieron trabajando entre bromas 

La escena todavía estaba grabada en la mente de Patricia, que entro media hora después con su hermana para prepararles la comida a su familia. Pero ahora, veía a sus nietos trabajar en silencio. Nunca habían estado en silencio. Se notaba la ausencia de Rebeca 

Se reflejaba en la cara afligida de Susan, en los ojos hinchados de Chucho, en el lento trabajo de Ricardo que no se apuraba sin los gritos de su prima. No era lo mismo 

‘Rebeca… vuelve a casa, por favor’ Pensó Paty tejiendo una manta, para el nuevo nieto de su hermana que llegaría en unos meses. 

Rebeca hizo caso a todo lo que Umar le dijo, No salir de la carpa. 

Quería leer, pero no podía entender el idioma en el que todo estaba escrito, había empezado a aprender el lenguaje de ese lugar, por que definitivamente no era español. Lo único que podía entender eran “Los escritos antiguos” Que estaban en francés. No sabía por cuanto tiempo mas iba a estar ahí, pero ver todos esos símbolos que no tenían sentido para ella la había hecho sentir incomoda y algo enferma. AL menos verbalmente era el mismo lenguaje, pero no escrito 

No sabría que hacer si el idioma fuera diferente. Aunque había conceptos que no entendía del todo. 

Se acostó en la “cama” improvisada de Umar, las orejas de la joven todavía estaban rojas, pero ya comenzaba a calmarse. De pronto volvió a sonrojarse recordando el beso en la mejilla y quiso gritar, se trago las ganas de hacerlo. 

─ ¿Rebeca? Te traigo la cena ─Escucho decir a Ayar, esta miro a la entrada de la carpa, se levanto y fue a abrirle, pero se detuvo, recordando las palabras de Umar 

─Lo siento, Ayar… No puedo abrirte─ Se disculpo 

─ ¿Eh? ¿Por qué? ─Pregunto nerviosa la joven del otro lado, con la navaja de Josephine en el cuello ‘No vayas a abrir, Rebeca’ Le pidió mentalmente 

─Me dijeron que no abriera… lo ultimo que quiero son problemas─ Bromeo. Entonces se dio cuenta que Umar le había dejado algo envuelto en el escritorio 

─Ah ya veo… con razón la puerta tiene un talismán─ Dijo, Rebeca frunció el ceño. No intento abrir, algo comenzaba a olerle mal─ Bueno, descansa 

‘¿Un talismán? ¿Esas cosas existen? Solo los había escuchado de las series chinas de Fercha’ Pensó divertida ‘Ah, eh visto a un hombre transformarse en gato, a una mujer hacer magia de a verdad y a otro convertirse en águila… ¿Debería estar sorprendida?’ 

Estar familiarizada no significaba que no podría sorprendida ante cada cosa nueva que conocía le había dicho su abuela Paty, cuando le enseño como nacia un nuevo caballo de la finca