Capítulo #8

Mi guarda espaldas

Capítulo #8

Al igual que las otras dos semanas anteriores mi mamá, estaba en la cocina, no estaba preparándome el desayuno ya que le había dicho que iba a comer en el instituto.

Estaba bajando las escaleras, cuando veo que mi mamá no estaba en la cocina ni Matt estaba en el sillón como de costumbre esperándome para irnos, la luz del cuarto de Matt estaba prendida, por curiosidad me dirigí hacia allá y abrí un poco la puerta y desgraciadamente Jones me escuchó.

-Pasa Mia -me dijo en tono de risa

-Perdón, no quería molestar

-No importa

-¿Y que pasó, porque estas en la cama? -pregunté 

-Amanecí con resfriado y tu madre fue a ver unas cosas al baño de arriba -me respondió, y que curioso porque no me percaté del baño.

-Que mal, entonces no puedes llevarme ¿cierto? -era demasiado obvia su respuesta, porque estaba indispuesto por cómo estaba.

-No, lo lamento, pero si voy a ir a recogerte -no, no está bien, tu reposa.

Salí de la habitación, y tomé mi celular, tenía pensado llamar a Ashley, para que me venga a ver, ya que si me iba caminando eran treinta minutos e iba a llegar tarde, busqué el contacto y llamé.

-¿Aló?, ¿Quién habla? -sonó su voz fina

-¿Ashley? -dije su nombre

-Mia, hola, como así me llamas, ¿cómo estás?, ¿Qué haces?, ¿ya estás en el instituto? -me dijo tantas preguntas.

-Hola, estoy bien, no, no estoy aún, y por eso te llamaba, y es que quería saber si podías venir con Mateo a recogerme porque no tengo quien me llevé, porfis -ella no podía ver mi cara, pero tenía un cara de pucheros, vi como mi mama bajó y fue a la habitación de Matt saludándome con la mano e hice lo mismo.

-¡Sí!, claro que sí, ya le voy a decir a Mateo, que pase por ti y luego me vienen a ver

-De acuerdo muchas gracias Ash -¿Ash?

-¿Ash?, me gusta -me dijo

-Jeje, bien nos vemos luego, adiós -me despedí y ella también, colgamos y luego guardé mi celular, ahora sí a esperar.

-Escuché como tocaron la bocina de un auto estaba segura de que sería Mateo, me despedí de Matt y me mi mama, salí de mi casa y abrí la puerta del auto.

-Hola Mia -me saludó Mateo

-Hola -lo saludé, para mí es un poco incómodo, pero al parecer a él no

-¿Cómo así Matt no pudo traerte? -preguntó sin despegar la mirada de las calles

-Es que amaneció enfermo -respondí

-Ojalá se recupere pronto.

-Sí, ojalá, y ¿cómo así no vino Ashley contigo? -era muy raro, ya que siempre, pero siempre estaban juntos.

-Es que la tía está en su casa y también estaba desayunando -se notó como su cara de concentración se tornó a una pequeña sonrisa en su cara.

-¿Te gusta mucho no? -la respuesta era obvia, pero había algo que estaba faltando en su cara de todos los días.

-Sí, claro que sí, pero estoy preocupado -dijo en un tono apenado.

-¿Por qué? -ya sé, soy demasiado preguntona

-Porque en un mes cumplimos ya 5 años de novios, y ya me estoy hartando de que siempre le doy lo mismo, chocolates, cartas o algo así -bueno…no es malo eso, per si él piensa que sí, entonces si era así.

-Entonces, te voy a ayudar -dije firme

-¿Enserio, harías eso por mí?

-Bueno, lo hago por Ash -noté como hizo una cara apenada.

-Mentira, lo hago por ambos -le jugué una broma

-Gracias de verdad, y ¿qué piensas que le puede gustar? -la verdad no sé muchos de sus gustos, pero sé algo que ni él sabe.

-Mira yo sé algo que ni tú sabes -enseguida se hizo presencia su cara confundida.

-¿Qué cosa?

-No se lo digas, pero ella quisiera casarse contigo -auch, sé que fui muy directa

-También sé que tu no estás listo aún, ¿verdad?, aparte son pequeños todavía-asintió.

-Entonces se me ocurrió, que podía regalarle un anillo, como si estuvieran casados, pero no es así, y también adentro de los anillos podría haber sus nombre con sus apellidos que correspondería cuando se casen, ¿Qué te parece mi idea? -me emocioné como una niña en ese instante.

-¡Me gusta!, es una buena y grandiosísima idea.

-Que bueno -la verdad que quisiera que eso me hicieran a mí.

-¿Y cuándo iríamos? -eso sí no sé

-Ese es un buen punto, ya que ustedes siempre van a todo juntos, y si salimos a comparar, te imaginas si piensa otra cosa, nonono, no quiero perderla -era verdad, nunca me había durado tanto una amistad.

-No te preocupes Mia, me las voy a arreglar -menos mal, no sé como le va a hacer, pero sé que lo hará.

Plisss, perdón la demora.