CAPITULO 25

Por esta noche me quedé a dormir con Logan, pero no pude conciliar el sueño en lo poco que quedaba de noche y de mañana, los pocos minutos en los que lograba dormirme, despertaba exaltada al instante pensando que ese tipo estaba nuevamente acosandome y tocando mi cuerpo.

Logan estuvo al pendiente de mi a cada instante, se lo agradecí de corazón, no quería estar sola después de lo que me sucedió, llegó el momento de volver a casa, pero no me sentia lista para enfrentar a mi madre ni a la realidad de lo que me pasó. Me di una ducha larga en el baño privado de Logan, froté fuertemente mi piel con una esponja hasta que ardió, intentando quitar todo rastro de suciedad de mí, pero no se iba...nunca se fue.

Su asqueroso olor, su tacto, sus palabras, todo se quedo impregnado en mí, en mi piel, en mi mente...en mis recuerdos.

Salí con Logan, él hablaba de no se que, yo no podía concentrarme, mi mente divagaba a la noche anterior, recreando una y mil veces esa escena, ese acto contra mi ser.

Sin darme cuenta llegamos a mi casa, mamá se encontraba en la sala tomando un té calmante, Adrián y Liz la acompañaban. Al vernos entrar sus expresiones cambiaron a unas de alivio, yo estaba ahí presente, pero todas sus palabras parecían ruidos que causaban dolor en mi cabeza, frente a mí todo pasaba muy rápido, era agobiante, pero no los culpaba, estaban preocupados, al ver que yo no pronunciaba palabra alguna y parecía no estar presente, Logan les explico lo que había sucedido, lo primero que sentí y me sacó de mis pensamientos fue los brazos de alguien rodeandome, instintivamente empujé a esa persona y me puse de pie, mi respiración se había acelerado, mis ojos llenos de lágrimas de temor, negaba repetidamente con mi cabeza, delante de mí, todos los que estaban presentes eran él, todos querían hacerme daño, me tomé la cabeza con fuerza intentando evadir lo que pasaba, pero lo seguía viendo, era el vivo recuerdo de sus actos, empecé a susurrar, suplicando que no me hicieran nada, caí al piso sin darme cuenta, agarré entre mis manos mi cabello y lo halé con fuerza, desesperada por lo que creí que me ocurriría nuevamente, él se acercaba y yo no podía alejarlo, a mi alrededor había mucho ruido, llegaron más y más de ellos, los malos, en todos, se reflejaba él.

Intenté levantarme para huir, correr lejos, pero en el más minimo intento mis piernas fallaron y caí lastimandome la muñeca, me distraje, y él aprovecho esa oportunidad para acercarse a mí, tomarme del brazo y luego, inyectarme algo, no se muy bien que, pero de repente tuve mucho sueño, todo se volvió negro, mis parpados pesados, mi cuerpo liviano, débil...

Al abrir los ojos me encontré con paredes blancas, traía puesta solo una bata blanca, una bata de hospital...mire a mi alrededor tratando de buscar a mi madre o a Logan, estar sola me hace sentir insegura, en peligro.

Al no ver a nadie de nuevo sentí miedo, me senté de inmediato, cuando la puerta de la habitación se abrió y vi a mi madre acompañada de un médico me tranquilicé un poco, ellos entraron revisando unos papeles, al verme me sonrieron y se acercaron.

-Buenas noches Angela, ¿como te sientes? -la pregunta que me hizo el médico fue la cosa más estupida que me pudo haber dicho, creo que en mi condición preguntar como me siento es algo un poco ilogico, pues obviamente no me voy a sentir genial luego de haber sido violada...me siento como una mierda.

-¿De verdad lo pregunta? -respondo ironicamente.

-Eh, claro, bueno, según tu comportamiento y la situación que te sucedió...haremos algunos examenes, hablarás con una psicologa y determinaremos algunos medicamentos o tratamiento para que te sientas mejor. -dice el doctor un poco apenado.

-¿Que tipo de examenes? -pregunto antes de que él se vaya.

-Pues debemos hacer algunas evaluaciones para el tratamiento de las lesiones, para el tratamiento y la prevención del embarazo y para la prevención de enfermedades de transmisión sexual, también debemos realizar la debida recolección de evidencia forense, una evaluación psicologica, y el apoyo psicologico para la superación del suceso.

-Okey.... -dije en un susurro -¿y como hacen eso de recolección de evidencia forense? -pregunto, ya que yo me di una ducha antes de llegar aquí.

-Pues eso se toma de la ropa que llevabas puesta en ese momento, se pide también no ducharse, cepillarse los dientes ni cortarse las uñas, normalmente de todo eso se saca evidencia para poder hacer una denuncia.

-Entiendo, yo me duche antes de ir a casa... -de nuevo sentí culpa, por tonta destruí evidencia, ¿y si no atrapan al sujeto y vuelve a hacerme daño?, no, no, no, eso no puede suceder.

-En ese caso podemos tomar evidencia de lo otro que le mencioné. -responde cordialmente.

-A okey...gracias...

-La psicologa vendrá mañana en la mañana, los examenes los sacaremos de igual forma mañana, así que pasen buena noche y que descansen.

El doctor sale dejandome a solas con mi madre, ella se acerca a mi y se situa al lado de la camilla, intenta acercar su mano a mi cabello, pero instintivamente doy un salto en mi lugar, aún no me siento comoda con el tacto de los demás, creo...que ya nada es igual, ya no soy igual.

-Hijita...lo siento, no debí dejarte salir a esas horas... -dice mi madre lamentandose.

-No mami, es mi culpa...yo no debí haber salido enojada...es mi culpa...debí quedarme en casa...es mi culpa, es mi culpa, mi culpa... -empiezo a repetir cerrando con fuerza los ojos mientras siento como las lágrimas se deslizan por mis mejillas.

-No, claro que no cariño, no te culpes por eso, tú no tienes la culpa, mejor, trata de dormir un poco para que mañana puedan hacerte esos examenes... -trata de tranquilizarme ella, pero yo solo puedo culparme por lo que me pasó, abro los ojos y miro a mamá, su expresión refleja lo preocupada y triste que está, eso me hace sentir aun peor, así que asiento con la cabeza antes de hablar.