Lucy Loud
Podía sentir algo. Una cosa que no me gustaba en lo más mínimo, quería dejar de sentirlo.
Esas imágenes volvían a mi mente solo para torturarme, llegaban a mi con la única intención de hacerme sentir miserable.
Estaba funcionando.
Un nudo se había formado en mi garganta, ya conocía esa sensación.
Tan conocida y familiar pero no por eso dejaba de ser incómoda y desagradable.
Quería llorar.
El solo recordar a mi hermano besando a Ronnie Anne era suficiente para provocar mis lágrimas.
De verdad quería llorar pero sabía que no me serviría de nada.
Solo lloraría. Mi hermano se olvidaría de ella y vendría a darme su amor.
Tenía que madurar de una una vez. No había forma de que eso ocurriera. No existía una forma de lograr que mi hermano me amara como yo lo amo.
Me moría por amarlo, el no decirle lo que sentía me estaba matando y todo mi ser se estaba pudriendo.
Mi mirada la que había estado puesta en el suelo se posó sobre la puerta.
Era mi hermano Lincoln.
Podía verlo y también podía ver la enorme sonrisa que adornaba su rostro.
Me mordí mi labio inferior y trate de no llorar.
Se había divertido eso estaba claro.
— Hola hermanita — dijo y su mano acaricio mi cabeza.
No pude decir nada, estaba a punto de llorar, sabía muy bien dentro de mi que si decía una sola palabra todo mi tristeza y dolor saldrían a la superficie.
Me gustaba verlo feliz, en serio me gustaba pero lo que me estaba matando era que esa sonrisa no era por mi.
Era por ella, por Ronnie Anne.
Le di la espalda no quería verlo más. El sabía que estaba triste cualquiera que me mirara en ese momento podría notarlo con facilidad.
Ahora mismo no lo necesito, no necesito su lastima. No necesito que sientan lastima por mi.