Lucy Loud.
Estaba perdida en mis pensamientos, en mis emociones negativas.
Quería llorar,necesitaba sacar de mí todo eso que me estaba matando, lastimando y dañando pero ya no podía.
Ya no podía llorar.
Había llorado hasta más no poder, hasta el momento que mis lágrimas se secaron.
Aún así no había Sido suficiente. Todavía me sentía mal, triste y miserable.
_ Puedo pasar _ escuché decir a una voz.
_ ¡Lárgate no quiero verte! _ grite sin pensar.
Era el, era mi hermano.
Estaba segura que era el. No quiero que entre y que me vea en este estado tan lamentable. De seguro sentiría lastima por mi y trataría de consolarme.
No quiero consuelo. Yo se lo que quiero. Lo quiero a él y quiero que me ame a mi.
No a ella. No a esa chica, no a esa mujer.
Quiero que me ame a mi. Es mucho pedir, se que es demaciado pedir pero es lo que quiero, pero ya no importa. Lo que yo quiero no importa.
_ No soy Lincoln hermana _ escuché su voz y mi corazón suspiro de alivio.
No era el, se trataba de mi hermana.
_ Quiero estar sola si no te molesta _ dije sin pensar.
Era muy grosero de mi paste, después de todo la habitación no era solamente mía. Todo ese espacio lo compartía con mi hermana.
Solo quería eso, solo un pequeño deseo, estar sola y llorar todo lo que pudiera. Con tranquilidad.
Todo mi cuerpo tembló al sentir una mano sobre mi cabeza. Lynn había puesto su mano sobre mi cabeza para darme consuelo.
Comenzó a mover su mano para acariciar mi cabello, como una madre acariciaria a su hijo para darle consuelo.
_ ¿Porque tiene que pasarme esto? _ pregunté aunque sabía que no conseguiría una respuesta.
Mi corazón se sintió un poco más aliviado al tener a mi hermana para consolarme.