Mi hermoso ángel

Capitulo 7

—… y luego me beso doc, fue el momento más mágico de toda mi vida 

—Eso está muy bien, debes abrirte al amor nuevamente, no todos los hombres son malos y no tienes por qué repetir lo que te sucedió anteriormente 

—Lo se doc, pero tengo tanto miedo 

—¿Tienes miedo de que Jared te lastime? 

—Eso sería lo más lógico, pero no. El parece ser tan bueno que no me lo imagino haciéndole daño a otra persona 

—¿Entonces a que le temes? —Esa es la pregunta del millón  

—Es difícil de explicar 

—Inténtalo, solo dímelo como te salga—cierro los ojos y recuerdo la pesadilla que tuve hace dos noches 

—Soné que Jared me decía que soy horrible y que nunca se podría enamorar de alguien tan feo, que solo me invito a salir por lastima—Se me quiebra un poco la voz al final 

—Ya lo hemos hablado en sesiones anteriores. Una marca no define quién eres, eres una mujer muy hermosa a la que simplemente le sucedió algo muy feo. Hagamos un ejercicio; Cierra los ojos por favor e imagina a Jared frente a ti—Lo hago e inmediatamente se dibuja una sonrisa en mi rostro 

—Ahora imagina que Jared tiene una marca igual a la tuya en su rostro—Se me hace un nudo en la garganta y deseo de todo corazón que él no tenga que vivir algo así— ¿Si el tuviese esa marca creerías que es feo o lo rechazarías de alguna forma? —Niego con la cabeza—Ya puedes abrir los ojos, quiero que medites sobre eso, también quiero que anotes cinco cosas buenas sobre ti y que te pares frente al espejo todas las mañanas y te las repitas. Es un ejercicio viejo, pero quiero que lo hagas otra vez. Nos vemos la próxima semana y me cuentas lo que sentiste al hacerlo—Me levanto del sofá  

—Muchas gracias Doctora Linda, nos vemos la próxima semana 

—Feliz fin de semana y no olvides las tareas—Salgo del consultorio y confirmo con la secretaria la hora de la próxima cita. Siempre vengo una vez por semana, fue la condición de mi mamá para dejarme vivir sola, era eso o tenerla todos los días rondando mi casa para ver si estoy viva, inicialmente eran un incordio y tuve que saltar entre varios terapeutas hasta que encontré a la Doctora Linda, es una mujer maravillosa y es de las pocas personas que no me mira con lastima. Me abrigo bien para protegerme de la nieve, esta navidad será muy fría. Tomo un taxi hacia mi casa y estoy algo nerviosa porque Jared viene a cenar esta noche, me invito a cine, pero estoy muy cansada y no tengo ánimo de salir así que le hice una contrapropuesta de cenar en mi casa y ver películas en mi sofá. No lo veo desde el Domingo, pero nos hemos mensajeado todos los días y en la noche hacemos llamadas interminables, podemos hablar de todo y nada sin aburrirnos.  

Llego a mi casa y saco las cosas que necesito de la nevera para ponerme manos a la obra, tengo dos horas para preparar todo. Pongo algo de música y preparo todo tal y como mi abuela me enseñó.  

Apago del fuego de la estufa y miro a hora ¡Solo tengo quince minutos antes de Jared llegue! Me apresuro en el baño y busco un vestido blanco que me mando mi mama junto con la ropa que usaba en la universidad, todavía me sorprende la capacidad que tiene mi madre para adelantarse a las cosas que necesito, estaba pensando en comprarme ropa nueva cuando llego mi hermano con una maleta llena. Esa noche hablé con ella y le conté sobre la cita y demás, está ansiosa por conocer a Jared, pero no si sea buena idea, seguramente lo van a someter a un interrogatorio y no quiero que mi familia lo espante. Me visto y me debato entre maquillarme o no, no es nada formal, pero quiero verme bonita. El sonido del timbre me sobresalta y me apresuro a responder 

—¿Hola? 

—Hola hermosa ¿me abres? 

—Si claro—Presiono el botón de la puerta y regreso a mi habitación deprisa para aplicarme un poco de labial al mismo tiempo que escucho un golpe en la puerta. Mi corazón se acelera y respiro profundo antes de abrir la puerta, pero de nada me sirve porque me quedo sin aliento al ver un hermoso ramo de orquídeas rosadas frente a mí. Lo recibo y veo la sonrisa de Jared detrás de ellas 

—Hola hermosa 

—Hola—Inhalo el aroma de las flores—Gracias, están preciosas 

—No tanto como tu—Eso me hace sonrojar. Me hago a un lado y el entra no sin antes darme un beso en la mejilla muy cerca de mis labios. Cierro la puerta y voy a la cocina para buscar un jarrón para las flores—Huele delicioso—Jared camina detrás de mí y me tiende una botella—Se que no te gusta mucho el vino así que traje este jugo de uva para acompañar la comida—la recibo y le dejo en la barra de la cocina donde ya estaba ubicando las cosas para comer 

—¿Cómo estuvo tu día? 

—Aburrido como siempre, hoy tuve que cubrir la puerta porque un compañero está enfermo y estoy agotado, me alegro que cambiaras la idea del cine, seguramente me habría dormido a mitad de la película—Jared se ubica frente a mí del otro lado de la barra y toma mis manos—Tenia muchas ganas de verte—Eso me hace sonrojar otra vez—las besa una por una y luego acomoda un mechón de mi cabello detrás de mi oreja, se me hace tan tierno y romántico cuando hace eso que no puedo evitar sonreír como una tonta. Sigue acariciando mi mejilla y aún no puedo creer que no sienta asco o impresión de mi piel arrugada y marcada. Cierro los ojos y me dejo envolver por la sensación de sus dedos sobre mi piel lastimada 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.