El cuerpo me temblaba, la visión se me estaba volviendo borrosa, no me podía mover, no podía decir nada, en cualquier momento me iba a caer; la pesadilla a la que tanto le temía estaba ahí, a unos pasos de mí, me llené de miedo y todo mi pasado pasaba por mi cabeza torturándome, volviéndome a matar lentamente...
Esa pesadilla, estaba frente a mí, con la persona de la que me enamoré, quería huir, pero mi cuerpo no me respondía; todo se volvió oscuro y caí al suelo perdiendo el conocimiento.
Lo recuerdo como si fuera ayer, estaba tranquila en una banca del parque, disfrutando de la brisa que pasaba por mi piel y movía mi cabello, de repente se acercó un hombre; en el momento en que se acercó mi cuerpo comenzó a temblar, quería correr, pero era como si me hubieran pegado a la banca.
Se llamaba Logan, tras su camisa se resaltaban los músculos, tenía una pequeña cintura y hasta un trasero muy bien hecho; se que debería de estar chorriando la baba por él, pero cuando miré sus ojos, entendí la razón por la cual mi cuerpo reaccionaba de esa manera; sus ojos verdes destilaban ira pura, el simple hecho de mirarlo me dolía, sentía como si me clavaran miles de agujas por todo mi cuerpo.
Cada “caricia" que él me daba, era dolorosa y quemaba mi piel, su voz era como un ruido ensordecedor, cuando se acercó a mí me declaró suya, pero no pude hacer nada contra él.
Una noche le comenté a mis padres que quería ir a vivir a otra parte, ellos accedieron ya que el trabajo de mí papá no era un problema.
Desde ahí empecé a hacer ejercicio y me tinture el cabello, quizá si lo volvía a ver no me conocería...
Editado: 30.12.2018