—¿Qué dijiste? —preguntaron ambas féminas.
—Tu... tu nombre es Layla y yo te conozco —Comenzó a musitar el único hombre y Layla no dudo en acercarse y ponerse justo al frente.
—Ángel, soy yo ¿Recuerdas quién soy? —La esperanza comenzó a crecer dentro de Layla.
Tuvo que alejarse del lado de Ángel al sentir como una navaja se acerca a ella, el arma blanca pasó por su costado sin siquiera rosarse a ella o Ángel.
—Aléjate de mi esposo —Ordeno Natalia.
—Oblígame perra —Contraataco Layla, cruzándose de brazos y mirándola con autosuficiencia.
—Saquen a Ángel de aquí —Volvió a ordenar Natalia, esta vez refiriéndose a las mujeres que anteriormente estaban con ella.
—Natalia, esto no es parte del trato —Advirtió una de las mujeres apareciendo.
—¡Solo háganlo! —Layla volteo a ver a Ángel quien estaba totalmente desorientado, las mujeres a regañadientes se llevaron al hombre quien intentó en vano soltarse del agarre.
—¿Así que necesitas sacar a tu propio esposo en estas situaciones? Que lamentable...
Dejándose llevar por su impulso, Natalia arremetió contra Layla sin piedad logrando cortarle el rostro. Layla no se quedó con esa y usando la rapidez de Riana le encajo sus garras en su brazo izquierdo. Natalia grito y se alejó de Layla mirándola con odio.
—Debí matarte cuando tenías quince años, esa noche cuando mate a Miguel, debí matarte a ti también —El arma blanca de Natalia corto los costados de Layla haciendo que sangre saliera de ellos.
—No... —musito Layla tomando a Natalia desprevenida, la giro pegandola espalda de la mayor en su pecho— Debiste matarme cuando era una bebe, pero yo no seré como tú, no desaprovechare la oportunidad y te voy a matar.
De alguna forma Natalia se zafo del agarre de Layla. Ambas mujeres dan lo mejor de sí mismas, pero era obvio que Natalia lleva ventaja, tiene experiencia en batalla y maldad en interior, solo piensa en cumplir su cometido.
El grito de Layla retumbo en el bosque, una de las navajas se había clavado en su costado izquierdo, haciendo que pierda fuerza, Riana intentaba curarla, pero no era fácil, ella también estaba cansada y ninguna de las dos tiene suficiente experiencia en una batalla real.
—No seas ilusa, tú jamás vas a matarme, ni siquiera lo intentes.
Aprovechando que Layla está en el piso por el dolor, Natalia le escupió y golpeo enterrando aún más la navaja en su costado, haciendo que esta volviera a gritar. Nunca antes le habían clavado una navaja, era ladrona, sí, pero es ella la que ataca y no a la que atacan.
—Ahora te quedaras sufriendo y yo iré a preparar una cura contra la licantropía, gobernare sobre todos aquellos que una vez fueron licántropos y seré muy feliz con Ángel a mi lado —expreso imaginándoselo todo en su mente.
—¿Por... que? —pregunto Layla levantándose un poco del suelo— ¿Qué te hice yo para que me odies tanto?
—Eres hija de los Smith, ellos me arruinaron la vida —respondió sin dar muchos detalles.
—¿Cómo fue que paso? —Insistió Layla, ella sabe que si deja que Natalia se va no podrá detenerla.
—Yo solo quería tener poder y ellos dijeron que podían hacerme más fuerte con sus experimentos, así que no dude en aceptar, pero ellos me mintieron, me convirtieron en algo que yo no quería y mi loba no estaba de acuerdo con lo que yo estaba haciendo, por necesitaba las pastillas para mantenerla callada —Layla se sorprendió ante la confesión de Natalia, la verdad no esperaba que ella enserio iba a hablar.
»Decidí vengarme por todo lo que me hicieron, así que me fui por unos años y me encontré con las brujas del sur, ellas me quitaron a mi loba y me dieron magia y poder, todo lo que siempre quise —Ve como como Natalia se empezaba a alejar.
»Cuando fui por mi venganza me di cuenta de que ellos tenían una hija. Esa eras tú, no sé en qué momento ellos ocurrió todo eso, pero los hijos heredan los pecados de los padres por eso tú también debes morir.
»Sin embargo hacerte sufrir sólo a ti no tiene gracia deje que escapara con Alexis y 15 años después un día y me encontré con Miguel te vi y todavía preguntarle si era la hija de los Smith esta noche también te perdone la vida y desde entonces te he vigilado, con el nerd, en tu trabajo de ladrona. Lo sé todo sobre ti y cuando supe que eras la Mate de Ángel. Fue cuando comencé mi plan, fue fácil engañarlo, pero algunos fueron más difíciles.
—¿Qué tiene que ver la manada con tu venganza? —preguntó con dificultad sintiendo la sangre salir de su cuerpo, Riana un intentaba cerrar la herida.
—Me parece dar divertido involucrarlos a todos. Aunque creí que también habías muerto —Confesó dejando el tono divertido con el comenzó a hablar.
—Pues ya ves que no me morí —respondió Layla respondió de forma juguetona, intentando ponerse de pie y fallando estrepitosamente.
—Qué lástima que no va a saber cómo dominó todo este mundo —Sarcasmo en la voz de Natalia y dolor en la de Layla.
Sin darle importancia a la agonizante Layla que estaba tirada en el suelo, con una navaja clavada muy peligrosamente cerca de su corazón en el costado izquierdo, la dejó y se fue con las mujeres que estaban allí, mientras que Layla comenzaba a sentir como sus pulmones se llenan de sangre miró a la luna
—Oh Diosa Luna te pido que me des tu fuerza para poder detener a Natalia, dame tu poder para evitar una catástrofe pues yo no puedo sola.
Por primera vez hablo con la Diosa Luna, hablo con ella sin la intención de burlarse, su propósito es detener a Natalia.
—Perdóname por todo, por todas las veces que te insulte y las veces que me burle de ti. Te pido que me uses de herramienta para detenerse a la bruja de Natalia.
La luna brillo envolviendo a Layla en poder nunca antes visto. La navaja que estaba en su costado salió y la herida se curó, pero el alivio de Layla duró poco, pues sus huesos comenzaron a romperse uno por uno y sus músculos se desgarran.
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Editado: 08.08.2022